La Unión Europea (UE) es un actor de alta relevancia en el sistema internacional. No sólo es un agente colaborador y determinante en Europa, sino también lo es para otras regiones en el globo, México. ¿Cuál es el impacto que ha tenido en nuestro país?
Este conglomerado de naciones europeas se formó en 1993 con el Tratado de Maastricht y a partir de ese momento, otros acuerdos, como el de Ámsterdam, Niza y Lisboa han continuado dándole forma a la UE, teniendo su sede en Bruselas. Sin embargo, su origen data de décadas atrás. Desde el establecimiento de BENELUX en 1944 podemos identificar el inicio del proceso de integración europea, que sigue hoy en día.
La idea de la integración europea cobró mayor fuerza al paso de los años con las propuestas de varios diplomáticos – hoy considerados los padres fundadores de la UE –, permitiéndoles la construcción de la Comunidad Europea del Acero y Carbón en 1951 entre Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. La unión arancelaria para estos dos insumos centrales en la reconstrucción y comercio de Europa se amplió en 1957 con la creación de la Comunidad Económica Europea, añadiendo servicios y otros productos al mercado de este sexteto de países.
En la actualidad, la UE es un ejemplo de gobernanza regional por diversas razones. En primera instancia, es un ejemplo de regionalización, es decir, una interacción regional profunda entre Estados-nación de un área geográfica determinada, misma que permite cooperación en una multiplicidad de aristas, como la económica, la de seguridad y la comercial, la medioambiental, entre otras.
Como segundo punto, el grado de integración entre los estados-miembro del conglomerado europeo a raíz de la homogeneidad de medidas, acciones y políticas, como la de agricultura y pesca; representa la gobernanza al interior. No obstante, la gobernanza también se exhibe hacia el exterior bajo la Política Exterior y de Seguridad Común, que permite a las instituciones de la UE adoptar atribuciones para la toma de decisiones en estos rubros y que se implemente una política común para las 27 naciones de la Unión.
Por otra parte, la UE ha incidido en el mundo de diferentes maneras. Es un actor influyente en el escenario internacional, buscando siempre promover sus valores basados en la democracia, las libertades, la soberanía y el Estado de derecho. En este contexto, es también un agente normativo en el globo, por lo que incentiva a los demás países a construir bajo el diálogo y cumplir los acuerdos a los que llegan las partes involucradas, como el emblemático Acuerdo de París en materia de medio ambiente y mitigación el cambio climático.
En el caso de la colaboración entre la UE y México se puede vislumbrar en diferentes aristas. Además del apoyo significativo e impostergable en la transición a energías limpias y renovables, la asistencia de Bruselas se manifiesta en la cooperación en materia de género y seguridad, así como en la asesoría para modernizar las políticas públicas de diversos sectores y fomentar la inversión. Esta última situación ha probado ser muy exitosa, ya que la Unión es el tercer socio comercial más importante de nuestro país y un espacio donde la inversión y las empresas europeas se han establecido, destacando varios estados, sobre todo Querétaro, en la captación de capital europeo.
No obstante, otro punto de interacción es la integración que ha encaminado la UE en México con el proyecto Global Gateway, cuyo objetivo es conectar a Latinoamérica en un esquema comercial y modernizador que busca impulsar conexiones seguras en los sectores energéticos, digitales y de transporte, fortaleciendo los aparatos de educación, investigación y salud de los países. El objetivo de este proyecto es fomentar la interacción, el desarrollo y la cooperación entre las naciones involucradas, permitiendo edificar bloques que sean competitivos para los retos que demanda hoy en día el sistema internacional.
Por todo lo anterior, es importante reconocer a la UE como un actor cooperativo tanto para el globo, como para México. Las áreas de colaboración son claras y los resultados han probado ser satisfactorios, por lo que una mayor interacción resulta relevante y necesaria para ambas partes en busca de un impulso en las relaciones y continuar progresando en los beneficios que traerían.
Historiador e internacionalista
@NielsRosasV (Twitter)