El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania , que alguna vez se pensó lejano e improbable, está a menos de dos semanas de cumplir un año de su inicio. El comienzo de la guerra atrapó la mirada internacional que consideró que sería fugaz, pero se ha extendido a un tiempo que muchos habrían deseado no llegar. Tras casi 12 meses, varios cambios se han gestado en el globo. ¿Qué impactos ha traído el enfrentamiento militar ruso-ucraniano ?

A pesar de que todavía no termina la guerra entre Rusia y Ucrania, y que se estima que continúe a mediano plazo, se han generado efectos interesantes en el panorama global. Uno, sin duda, tiene que ver con los cambios en la seguridad internacional. Por una parte, el inicio del conflicto creó dos grupos básicamente: quienes apoyaban las decisiones de Kiev , y quienes mantenían una buena relación con Moscú, sin estar abierta y oficialmente a favor de sus acciones en la llamada “operación militar especial”.

El primer grupo ha crecido desde el inicio del conflicto. Al inicio de la guerra muchos países condenaron la agresión de Rusia en una variedad de foros internacionales, e incluso algunos de ellos establecieron sanciones económicas al país transcontinental que le han afectado progresivamente a tal grado de que Moscú contemple regresar a la economía planificada del modelo seguido por la Unión Soviética.

Este mismo grupo, a raíz de la invasión rusa a Ucrania, ha fortalecido sus lazos en cuestiones diplomáticas y militares particularmente, puesto que consideran a Rusia como una amenaza para el orden mundial. La OTAN , por ejemplo, se ha revigorado en momentos recientes con el avanzado proceso de incorporación de Suecia y Finlandia, dos países que históricamente se habían declarado neutrales, llevando a esta alianza militar a un posible total de 32 estados miembro. Pero el aumento en el número de integrantes de esta organización no es el único efecto que ha provocado.

Hace unos meses se celebró una reunión de la OTAN en Madrid, España, en la que los Estados miembro elaboraron en conjunto una nueva agenda de operación para los siguientes años. Además de establecer a Rusia como una “principal amenaza”, situación evidente por la invasión a Ucrania, se consideró a China como “un reto”. Ambas etiquetas son ciertamente el resultado de la concepción hacia estos países y su reciente involucramiento directo e indirecto en la guerra, pero también en otros asuntos de carácter internacional.

Desde luego, la apreciación hacia el país de los ríos azul y amarillo no fue bien recibida en Beijing, pero se configuró de esa manera por dos razones sustanciales. La primera es el crecimiento de influencia del gigante asiático en varias partes del globo, afectando cuestiones políticas, económicas y militares a los miembros de la OTAN . La segunda es la asistencia china a Moscú en la actual guerra en el este de Europa, que alimenta la posición rusa, permitiendo la posibilidad de que se prolongue el conflicto bélico en territorio ucraniano.

Por ende, con este aumento de tensiones entre los poderes existentes, se han enfatizado las posiciones de seguridad en el globo, lo que podría llevar a la comunidad internacional a una etapa de mayor polarización. Es probable que los bandos se vayan reconfigurando poco a poco, pero invariablemente los roces que pueda haber a partir de ello entre los países continuarán siendo un riesgo que podría seguir alimentando el conflicto entre Rusia y Ucrania.

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Niels Rosas Valdez
Historiador e internacionalista
@NielsRosasV (Twitter)

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