Las pláticas para llegar la paz por la guerra entre Ucrania y Rusia han comenzado en Arabia Saudí. Se trata de un nuevo esfuerzo para terminar el conflicto bélico en Europa del Este que ha causado, además de sensible muerte y destrucción, un daño en el comercio internacional y en las relaciones diplomáticas entre muchos países del globo. Por ende, la ronda de negociaciones en la nación saudí toma gran relevancia. ¿Hay esperanza en las charlas de paz?
Hoy en día, la atención mundial por cuestiones de seguridad se ha repartido en varias ubicaciones. Una de ellas es la región de China y Taiwán por los intentos de Beijing por recuperar la antigua isla de Formosa. Otras son Myanmar, Sudán y Níger, que han sido escenarios de golpes de Estado en los años, meses y días recientes, generando problemas para sus poblaciones, así como desestabilidad en sus respectivas zonas geográficas. Y, claro, podemos también citar conflictos que todavía continúan, como en Siria, Afganistán y Omán.
No obstante, Arabia Saudí se ha convertido en un centro de atención mundial por fungir como la sede de las pláticas y negociaciones cuya finalidad es buscar un acuerdo pacífico entre Rusia y Ucrania. Decenas de asesores de seguridad de gobiernos de todo el mundo han asistido a este evento en la ciudad de Yeda. Países como China, que se han visto relacionados con el Kremlin, incluso han enviado una delegación diplomática para participar en las rondas de paz.
Rusia no envió personal diplomático a Yeda, aunque señaló que se mantendría informado del evento. Esto ciertamente limita la posibilidad de un acuerdo de paz directo entre Kiev y Moscú, sin embargo, las pláticas en Arabia Saudí se han convertido en un nuevo canal importante de diálogo y presión para llegar a la paz entre los actuales beligerantes en el Donbás ucraniano. Por ello, resulta de la más alta relevancia la participación de muchos países no sólo de Occidente, sino del llamado Sur Global.
En este contexto, es evidente que la intención de Kiev es fortalecer el diálogo y negociación con estados que se han pronunciado en contra de la agresión rusa, pero que permanecen neutrales en el conflicto armado, como es el caso de China, India, Brasil y Sudáfrica, países que junto con Rusia conforman el grupo de los BRICS. Para ello, interesantemente las charlas se realizan en una sede sin connotación occidental, como es Arabia Saudí, por lo que habría mayor flexibilidad de agenda y en las charlas entre funcionarios.
Es importante para Ucrania poder acercase a los allegados de Rusia, como son los países anteriormente mencionados. A través de éstos, Kiev podría gestionar un acuerdo diplomático de resolución pacífica del conflicto. La esperanza está depositada en eso, puesto que el Kremlin, como era de esperarse, ha rechazado el plan de paz de diez puntos que ha emitido el presidente ucraniano, e incluso ya no ha recuperado ni siquiera la propuesta de paz de China, su alidada, presentada hace unos meses cuando el líder chino visitó Moscú.
Es claro que los altos funcionarios de gobiernos occidentales que se dieron cita en Yeda abogarán por Ucrania, no hay duda de eso. Existe un interés real de Washington, Bruselas, Londres y demás centros políticos en que la guerra acabe, puesto que supone un desgaste diplomático, político, comercial, medioambiental y económico para muchos países. Pero también se busca socavar al vecino y rival incómodo de Europa que es Rusia.
Se ha visto, y en las charlas en Arabia Saudí no ha sido la excepción, que Occidente ha apoyado a Kiev para protegerse y aminorar la presencia, poder e influencia de Moscú en el globo. Rusia y sus aliados conocen la situación y, si bien pueden no estar del todo de acuerdo con las operaciones del Kremlin en la guerra, saben que su posición es esencial para mantener un equilibrio y un contrapeso del poder occidental en la política internacional. Quizá a través de ese enfoque, la resistencia a un acuerdo de paz apoyado por todos los estados participantes en Yeda se edifique. A pesar de todo, la esperanza se mantiene en los asistentes en su búsqueda de la paz, aunque sabemos que probablemente falte mucho para concretarla.
Niels Rosas Valdez
Historiador e internacionalista
@NielsRosasV (Twitter)