Sabemos que podemos votar por quien queramos y se ha dicho hasta la saciedad lo trascendental de esta elección intermedia para la -por lo visto- incipiente democracia mexicana; no precisamente por sus instituciones (perfeccionadas en los últimos 30 años), sino por sus actores; pues en realidad el ánimo democrático de nuestros políticos es más bien pobre y no les importan las reglas en su lucha por el poder.
En fin, el próximo 6 de junio se confrontan dos grandes bloques partidistas encarnados en la alianza que aglutina la Cuarta Transformación que pregona el presidente Andrés Manuel López Obrador (Juntos haremos historia) y la coalición opositora de PRI, PAN y PRD (Va por México); lo que llama sin duda al voto útil según la preferencia de cada ciudadano.
Por eso hay que poner un poco más de atención en los participantes y hacer memoria sobre el origen de los lideres que encabezan a las fuerzas políticas en la contienda por esas 15 gubernaturas, el Congreso Federal y el inmenso número de legislaturas, alcaldías y cabildos en disputa.
En un vistazo rápido podemos concluir que la mayoría de los protagonistas ¡tiene origen priísta!, salvo las excepciones obvias de los demócrata-cristianos del PAN y algunos miembros de la diluida izquierda mexicana repartidos en Morena, el PRD y los excluidos por sus posiciones críticas que buscaron refugio en los partidos pequeños.
En la alianza de la 4T se puede empezar con el propio AMLO, Presidente de la República y líder natural de Morena, quien inició su militancia y formación política en el PRI de su natal Tabasco, donde se sumó a la ruptura del partido casi único encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas en 1988.
Viene luego el PT, regentea tres décadas por Alberto Anaya , con orígenes en la lucha social y de formación marxista, pero que se convirtió peón de Carlos Salinas para crear ese partido en diciembre de 1990 y generar un contrapeso al PRD fundado apenas diez meses antes.
No hace falta mucho para describir al PVEM, partidoinventado por el ex priísta Jorge González Torres , que lo manejó como una franquicia que lo mismo se ha aliado con gobiernos del PRI, el PAN o Morena.
O a la lideresa real de Nueva Alianza, la maestra Elba Esther Gordillo , priista de cepa aliada de todos los presidentes mexicanos, incluido AMLO. Ella fue el alfil de Salinas de Gortari quien la hizo lideresa del SNTE al derrocar a Carlos Jongitud .
Del lado de la coalición Vamos por México pues sabemos bien que se trata de la suma de lo que queda del PRI, el PAN y el PRD que pretenden contener y hacer contrapeso a AMLO y Morena, pero sin hacer por lo menos un mea culpa por la fallas y tropelías que bajo sus siglas cometieron gobiernos del pasado.
A la cola de las alianzas van Movimiento Ciudadano cuya cabeza es Enrique Alfaro , gobernador de Jalisco, quien militó seis años en el PRI y siete en el PRD; Encuentro Social, que dirige Hugo Eric Flores , recién nombrado superdelegado federal en Morelos por AMLO; Redes Sociales Progresistas, liderado por José Fernando González Sánchez , testaferro de Gordillo en su alianza con la 4T; y Fuerza por México que preside el senador por Morena Pedro Haces , quien fue priista casi 40 años y hoy apoya a López Obrador.
Así que los votantes tienen hoy como opciones reales a la 4T Morena, la alianza PRI, PAN, PRD y a lo lejos MC, pues lo que les resta son mini partidos pro AMLO disfrazados de oposición. Veremos que deciden los mexicanos si hacen memoria.