Para la alianza PRI-PAN-PRD el triunfo en nueve de las 16 alcaldías de la Ciudad de México y su avance en la Cámara de Diputados ha generado una suerte de euforia política. Es el oxígeno que le permite lanzarse camino a las elecciones federales y locales de 2024 en posibilidad de disputarle a Andrés Manuel López Obrador , Morena y sus aliados el Congreso, la jefatura de Gobierno de la capital y -lo dicen- hasta la Presidencia.
Pero si la oposición quiere competir de verdad, tiene muchos pendientes que ofrecer a la sociedad, cambios reales y significativos en cinco materias básicas: seguridad, salud, educación, servicios y combate a la corrupción .
No basta con denunciar las fallas, deficiencias y distorsiones de los gobiernos de la 4T y decir que estamos peor que antes.
¡Por favor! Hay que ser claros, en México (con sus excepciones) los servicios públicos, de salud y educación han sido insuficientes e ineficientes por no decir de plano malos desde el último cuarto del siglo XX y lo que va del XXI; mientras la inseguridad y el crimen organizado han ido al alza desde el sexenio de Miguel de la Madrid y siguen subiendo en el de AMLO. Qué decir de la corrupción que sigue hoy tan viva como siempre.
Toda la clase política y sus partidos son corresponsables de este México agraviado por pobreza, corrupción, inseguridad e injusticia . ¿Ante esto, qué ofrece la oposición -esa que ya fue gobierno- a los mexicanos? No se ve mucho, pero ellos andan optimistas.
Si a los números fríos se atienen tendrían elementos para pensar que pueden ser competitivos en 2024, pues la alianza Morena-Partido Verde-Partido del Trabajo obtuvo el pasado 6 de junio de 2021 el 42.6 por ciento de la votación, mientras que la coalición Va por México sumó 39.8% de los votos y Movimiento Ciudadano 7%, lo que hace pensar que una gran alianza opositora en 2024 podría lograr casi el 47% de los sufragios y enfrentar a AMLO y su Cuarta Transformación.
Pero para llegar a esa meta hay que pasar por muchas aduanas, mantener su alianza y ampliarla sumándole a MC; además de hacer buenos gobiernos y construir un discurso concreto y simple y que presente ofertas concretas y viables a las exigencias ciudadanas.
En la Ciudad de México los alcaldes electos de la alianza opositora dan ya algunos pasos y se venden como una nueva generación de políticos con experiencia legislativa y de gobierno destinada al relevo de una vieja y desgastada clase política mexicana.
Pusieron ya en la mesa conformar “gobiernos unificados”, agrupados en la Unión de Alcaldías de la Ciudad de México (UNACDMX), que se comprometieron a impulsar los futuros gobernantes en Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe; Álvaro Obregón, Lía Limón; Azcapotzalco, Margarita Saldaña; Benito Juárez, Santiago Taboada; Coyoacán, Giovani Gutiérrez; todos del PAN. Del PRI, en Magdalena Contreras, Luis Gerardo Quijano y en Cuajimalpa, Adrián Rubalcava; y por el PRD, Sandra Cuevas en Cuauhtémoc y en Tlalpan, Alfa Eliana González.
Impulsan un discurso básico que propone “unidad” frente al de las mañanera de AMLO, donde aseguran que se genera mayor división social, política y económica en México, al tiempo que ofrecen poner en marcha en sus alcaldías las mismas políticas públicas en materia de seguridad, programas sociales y servicio y negociar como frente con el gobierno central a cargo de la precandidata presidencial Claudia Sheinbaum.
Suena bien, pero no parece suficiente. Todavía es muy temprano para que priistas, panistas y perredistas echen las campanas al vuelo, pues el voto opositor en 2021 se fundó en el juicio negativo de los ciudadanos a la gestión de López Obrador y sus aliados en los gobiernos federal y locales. Y en campaña nos ofrecieron una campaña sin una sola propuesta concreta centrada en señalar a AMLO y la 4T como “destructores” de México.
Además deberán enfrentar a un Presidente que no dudará en sumar la fuerza que le da el control de 17 gobernadores, la mayoría en el Congreso, el presupuesto federal, la Unidad de Inteligencia Financiera y la Fiscalía General de la República .
Así las cosas, todavía le hace falta mucho a la oposición para convencer a la mayoría de los mexicanos y tener éxito ante la 4T en 2024.
