Hoy por hoy la discusión pública y los ojos de medios, analistas e intelectuales están puestos en dos temas: La mañanera y una adelantada sucesión presidencial. Por desgracia esas miradas no están puestas, en su mayoría, en la gente. Esa gente que hoy está viviendo el mundo de la Cuarta Transformación y la consecuencia de sus cambios.
Ayer Claudia Sheinbaum dio un tercer informe de gobierno que más allá del recuento de obras y pendientes de la Ciudad de México, fue precisamente el arranque de su precampaña presidencial, aunque -al igual que Andrés Manuel López Obrador en su momento- diga que no son los tiempos de adelantos políticos o aspiraciones personales.
Pero al final del día, corren ríos de tinta, se llenan las redes, la radio y la televisión de los dichos del Presidente de la República, la competencia entre Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal por la candidatura de Morena , de cómo los enfrentará la alianza opositora de los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional, de la Revolución Democrática y para dónde jalarán el Verde y Movimiento Ciudadano.
Y lo que está ausente de este debate es la GENTE. Urge saber cómo han sobrevivido miles de mujeres que entre propietarias, enfermeras, nutriólogas, educadoras, cocineras y hasta guardias que trabajaban en las guarderías de la desaparecida Secretaría de Desarrollo Social que canceló el gobierno de López Obrador.
También cómo están funcionando o cuántas organizaciones de asistencia social o médica siguen existiendo luego que la administración de la 4T desapareció fideicomisos y retiró apoyos con los que dotaban de ayuda a muchos mexicanos y mexicanas que no tienen acceso a la Seguridad Social .
A dónde van con sus hijos las mujeres violentadas por familiares, esposos o parejas tras las desaparición de los refugios temporales que les brindaban albergue y protección ante las agresiones que vivían en sus hogares y que fueron cancelados por este gobierno.
Sheinbaum anunció una serie de esculturas de heroínas en Paseo de la Reforma y otras medidas para apoyar a los capitalinos, pero hace falta mucho más para compensar los daños que la 4T ha generado precisamente a la gente que votó hace tres años por Morena y que ha sido defraudada.