Históricamente en el deporte mexicano ha habido personajes emblema de la corrupción . De eso todos tenemos conocimiento; sin embargo, es difícil acordarse de aquellos que han pisado la cárcel por sus abusos y por haberse servido a manos llenas de su cargo.
En estos tiempos en los que se ha retomado la persecución a gente que se ha enriquecido de manera ilícita del erario, también sería tiempo de que se fuera tras aquellos que han perjudicado al deporte. Recordamos los procesos contra personajes como Antonio Lozano , presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo, y Effy Sánchez, expresidenta de la Federación Mexicana de Tiro, pero por alguna razón, parecieron más tema político que la necesidad de imponer real orden, como todos esperamos que suceda.
Ahora se escucha el caso del presidente del Cruz Azul, Guillermo Álvarez , por lavado de dinero y aunque es algo muy distinto a lo que sucede con el deporte federado, sí nos puede dar pie a insistir con la solicitud de que se vigile lo que está ocurriendo en las federaciones y asociaciones de las distintas disciplinas del país.
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Muchos han sido señalados, pero muy pocos vinculados a proceso. La autoridad, la fiscalía pondría un gran ejemplo al ir sobre esa gente que se ha servido de los recursos nacionales o que llegan de otras instancias y que deberían ser para los atletas, pero terminan en las cuentas de algunos dirigentes o su gente cercana. Que haya una verdadera investigación porque son recursos que se deberían usar para el bien del deporte. Hay uno, por ejemplo, que ha hecho de todo en 10 años al frente de su federación sin ningún obstáculo.
La pregunta es: ¿Por qué no se meten las autoridades de lleno al deporte, para ya de una vez por todas quitarnos de encima a esos personajes que le han hecho tanto daño con sus actos corruptos?
Claro que no se comparan con los políticos y hasta gobernadores que se han enriquecido con el dinero del pueblo, pero eso no quiere decir que no se deban señalar y perseguir. Se necesita un escarmiento para quien lleva tanto tiempo en las federaciones haciendo el mal, que se acabe la mano floja de las autoridades deportivas.
Ahora que dicen que hay mucho trabajo para exterminar la corrupción y mandar a los corruptos a la cárcel, ojalá que volteen a ver al deporte nacional; tendrían mucho trabajo qué hacer.
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