El ser humano no entiende y cada vez son más los terribles episodios de violencia y destrucción que de algunos a otros se presentan. Lo ocurrido ayer en Dallas, en un centro comercial en el que murieron algunas personas a manos de un hombre armado, vuelve a recordarnos todo el mal que estamos haciendo los unos a los otros.
Sé que no podemos decir que todos somos malos, y es cierto, me parece que somos muchos más los buenos que tratamos de ayudarnos y de vivir en paz, sin buscar hacerle daño a los demás. Sin embargo, aquellos que no ven la vida de esta manera nos siguen haciendo daño.
Cada que observamos imágenes como las de Allen, Texas, no hay posibilidad de no sentirnos vulnerables y pensamos en nuestras familias, padres, hijos, nietos. Porque desafortunadamente no se trata solamente de episodios que suceden en Estados Unidos, como fue este caso, sino que desafortunadamente el acceso a las armas (de manera legal o ilegal) es algo global.
Sé que hay muchas personas que piensan que ante la inseguridad que viven lo mejor es tener "con qué defenderse", pero no es tan fácil y debemos medir las otras consecuencias que pudieran existir.
Por supuesto que siempre vamos a buscar nuestra seguridad, claro que buscamos que no le suceda nada a nuestras familias, que puedan ir al parque, al centro comercial, a la escuela, de manera segura... Es el ideal.
Pero luego se presentan estos desafortunados eventos que nos vuelven a sacudir y a hacernos sentir vulnerables. La principal preocupación debería ser la prevención, evitar que se den estos acontecimientos por más difícil que parezca.
Ante estas situaciones, no hay palabras que puedan reconfortar a las familias de las personas que han sido víctimas, que por supuesto buscarán que se haga justicia. Pero hasta en eso tienen que trabajar mejor las autoridades. Seguir bien los procesos, hacer todo como se debe para evitar que quienes lastiman a la sociedad no tengan el castigo que se merecen.
De nueva cuenta tenemos que ponernos a reflexionar, tenemos que hacernos fuertes como sociedad, sé que es difícil, que nos ha pasado tanto que a veces ya no entendemos qué más hacer y pensamos en cosas que, en verdad, no debemos. Exijamos justicia, cuidemos a los nuestros, eduquemos a los niños y estemos al pendiente de sus movimientos para evitar que sigan las pesadillas que no nos dejan estar en paz.