Siguen los golpes bajos a los nadadores mexicanos. Una verdadera lástima, porque se trata de jóvenes que no solamente han dedicado su vida a este apasionante deporte, sino que además depositaron su confianza en quienes se supone deben velar por sus intereses y simplemente los han abandonado a su suerte, ahora en esta recta final del ciclo olímpico rumbo a Tokio 2020 .

Se pusieron en marcha un par de eventos muy importantes para los atletas de nuestro país. Sin embargo, lejos de la alegría y la esperanza que deberían generar, lo único que producen es frustración en los deportistas, padres de familia y entrenadores.

La primera de estas competencias es el Grand Prix de Des Moines, Iowa, en donde están los nadadores con marca B: María José Mata Coco, Melissa Rodríguez, Esther González, Mónika González Hermosillo, Miguel Chávez y Mauro Castillo; además de Lorenzo Loria, quien también ha sido seleccionado nacioal.

Es una vergüenza para México que ninguno de estos jóvenes que buscan dar marca olímpica, fueran apoyados por las autoridades, como se dijo que se iba a hacer en un principio. La responsabilidad de este acto es de un personaje: David Callejas, brazo derecho del presidente de la Federación Mexicana de Natación, quien después de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 ha abandonado a la natación, incluso olvidando que la propia FMF anunció dos eventos el año pasado y dos en este para dar marcas Tokio, no los ha apoyado.

Que quede claro que hay evidencias importantes del pacto inicial que se tuvo en el que se marcaban los apoyos para estos muchachos, que desafortunadamente una vez más están molestos y tristes por lo sucedido. Sobre todo cuando todo el tiempo estuvieron diciéndoles que habría recursos y después les salieron con la puntada de que a lo mejor les pagaba Conade, vía reembolso, si llevaban a las oficinas los comprobantes de lo que gastaron.

Lo peor es que este individuo ni siquiera tuvo la gentileza de realizar las inscripciones para este GP en Des Moines, la cual tenía un costo por persona de 100 dólares. Esto ha sido una total falta de respeto para algunos de los nadadores que le dieron a México 43 medallas en Barranquilla 2018 y seis más en Lima 2019.

El segundo evento del cual hablábamos al inicio de esta columna es el Grand Prix Junior que se realiza en Monterrey, Nuevo León, con una escasa participación; algo lógico, debido a la baja calidad de los eventos que ha realizado últimamente la federación, lo que ha hecho que los padres ya no estén dispuestos a engordar más el bolsillo de este individuo, quien aún con todo lo que entra por las competencias internas dice que no hay dinero para apoyar a los nadadores.

Fue una inauguración sin la presencia de Kiril Todorov, quien no se presentó a pesar de ser el máximo responsable, porque como le ocurrió en Veracruz, se arriesgaba a una rechifla de todos los padres de los nadadores, hartos de este personaje y sus manejos.

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