Ayer fue un día especial porque cumplí 80 años y lo que he vivido durante este tiempo ha sido maravilloso. Me he dedicado con pasión a algo que ha sido muy importante en mi vida: el deporte, la natación…

Para mí, la natación no es un negocio, no es un trabajo, no es parte de mi vida, es mi vida. Y con esa filosofía he disfrutado todo lo que he hecho.

Siento que he tocado muchas vidas, he motivado a mucha gente para superarse deportivamente y buscando que sean personas que beneficien a la sociedad, a sus familias, a su país. Lo que he hecho durante todo el tiempo en el deporte ha sido algo increíble. Si volviera a nacer, haría lo mismo aunque seguramente con más intensidad.

El promover esta actividad tan noble me ha dado grandes satisfacciones y ha producido una gran prosperidad que nunca la pensé de esa manera. Pensaba en ser el mejor entrenador de México , pero lo otro se fue dando solo. He logrado ser un empresario, más empírico que otra cosa, pero con una vocación de servicio; lograr hacer personas de bien es lo que más valoro.

Agradezco a la vida lo que me ha dado, aunque también he tenido tropiezos en la vida, enfrentamientos terribles y he sufrido la delincuencia como lo sucedido con mi pequeña.

Ha habido aspectos muy difíciles, pero nunca me he caído, nunca me he doblado.

Quiero agradecer a la familia del licenciado Ealy Ortiz el poder transmitir estas cosas en este espacio, en espera de dejar algo para la sociedad.

Pasé este cumpleaños con mis hijos, mis nietos, mi esposa. He recibido cientos de felicitaciones de personas que me aprecian. Disfruto el haber logrado tener credibilidad en la comunidad acuática, aunque hemos vivido golpes duros, como el último que le han dado a mi alma.

Les platico, el nadador Ángel Martínez (quien ganó su derecho a ir al Campeonato Mundial de Budapest este año) me habló triste luego de sufrir un accidente en la alberca. Una pesa con las que trabaja le golpeó y tuvo una fractura. Estoy seguro que Ángel se recuperará ya que es un luchador, un hombre muy perseverante. Y digo que es un golpe más en mi vida porque es un muchacho que trabaja mucho y como todos los nadadores, también son parte de mi vida. Me da mucha pena que Ángel, después de que se consiguió dinero para ese evento importante tenga que padecer por otra cosa. Le pregunté si tenía seguro de gastos médicos como atleta, incluso olímpico, y no lo tiene. Aparte de que nadie lo apoyó para ir a Hungría ahora no lo tiene para poder solventar esta lesión, ojalá en verdad vean este caso y le ayuden.

Regresando a la convivencia con mis nietos y hemos platicado de la vida del empresario. Cómo se debe manejar según la generación de la que se trate. La primera generación es de mucha lucha, la segunda (de los hijos) deben mantenerla, pero la tercera es la que debe trabajarlo más para evitar que todo truene; todo es disciplina, justo como en el deporte.

Insisto, para mí, la natación no es un negocio, no es un trabajo, no es parte de mi vida, es mi vida. Agradezco a la gente que se tomó un momento para felicitarme y a la gente que me ha hecho feliz durante estos 80 años.

PD. Ángel, sé que te vas a recuperar y estarás listo para los retos que vienen, porque eres un guerrero.

Profesor

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