El Comité Olímpico Internacional, así como las Federaciones Internacionales, están haciendo una gran campaña para combatir la corrupción en el deporte, a todos los niveles.

Destituir a todos los personajes que hacen uso indebido de los recursos que genera cada institución en el mundo o incluso iniciar el proceso para que sean castigados con cárcel, son algunas de las acciones que ya se comienzan a observar a raíz de esta campaña que es encabezada por el presidente del COI, Thomas Bach, y es un ejemplo que se debe seguir.

También, claro, hemos sido testigos de lo que se ha denominado como FIFA-gate, el mayor escándalo de corrupción que ha arrojado más de 50 acusados y señalados de soborno, fraude y lavado de dinero en torno al futbol, a las Copas del Mundo, entre otros torneos y movimientos. Pensar que el deporte está ajeno a este tipo de actos es actuar de manera muy inocente, ya que cada vez se sabe de más casos al respecto.

Esta semana, por ejemplo, se dio la noticia de que el presidente de la federación rusa de deportes acuáticos fue a la cárcel por corrupción y mal uso del recurso que le dan para sus actividades, entre otros delitos.

En México, desgraciadamente, nunca ha habido un castigo ejemplar con el que la corrupción en el deporte tenga lo que se merece. Ha habido algunos sucesos que han sacudido un poco las instituciones y a los protagonistas de estas arbitrariedades, pero es obvio que el deporte mexicano ha tenido infinidad de ejemplos de corrupción y gente que se enriquece impunemente sin tener castigo.

Sabemos que nuestro país sufre por corrupción en todas las áreas de la vida nacional y que en el área deportiva hay historias muy conocidas por la comunidad, y ya es hora que tanto el trabajo de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) como la Fiscalía General de la República nos den noticias de castigo para estos personajes.

Cualquier caso de corrupción debe combatirse y esto va aunado a lo que pasa en muchas federaciones a nivel nacional, ya que desafortunadamente entre más impunidad tengan esas personas, más se repetirá el fenómeno. Y es que pareciera que cuando no hay castigo a la gente se le hace normal y se la pasa delinquiendo.

Es triste lo que pasa en el ámbito deportivo, pero ya autoridades como la UIF están tomando cartas en el asunto; esperemos que vengan los castigos para que esa gente que piensa que en el deporte se pueden hacer toda clase de tropelías, se dé cuenta que tendrá que pagar por todo lo que haga y que se ponga fin a la impunidad.

Profesor.

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