Se vienen meses muy importantes para nuestro país en materia político-social. Serán días en los que México necesita lo mejor de su gente para poder transitar en este camino para el que tenemos que estar preparados en muchos aspectos.

Por supuesto que el primero de estos aspectos es el de estar bien informados, mantenernos día a día con las noticias y el análisis de todo lo que está ocurriendo, para poder generarnos un mejor panorama de la actualidad.

Pero igual o quizá más importante será la del respeto. ¿A qué me refiero con esto? Todos tenemos muy claro que en los siguientes meses vendrá una exposición de diferentes ideologías y tendencias políticas que generarán, en todos los sectores de la sociedad, diferentes debates que deben mantenerse solamente en un intercambio de ideas, de posturas.

Sin embargo, estos debates ni deben ir más allá de las palabras y los conceptos que pudieran tener y manifestar unos y otros. Porque lo que menos necesita México en estos momentos es una sociedad polarizada, cercana al enfrentamiento físico.

No hay espacio para la violencia ni para caer en el juego de que solo se puede defender lo que se piensa y lo que se quiere del país a partir de esa violencia. De por sí vivimos tiempos complicados en cuestión del tema de seguridad, como para comenzar frentes en diferentes puntos de la sociedad.

Se vienen tiempos en los que México necesitará de todos nosotros; desde nuestra trinchera, desde lo que podemos ofrecer a este país, México necesitará que cada uno de nosotros cumplamos nuestra función sin afectar a los demás. Porque el de a lado puede pensar diferente a mí y no por eso es mi enemigo o deja de ser mexicano.

Ha llegado el momento de demostrar que hemos aprendido a convivir con todas las ideas que existen en nuestra sociedad. Y no solamente hablo del pueblo, sino de todos en general. Aquí no hay mexicanos de primera línea, de segunda línea o de tercera, simplemente hay mexicanos que quieren lo mejor para sus familias y para el país.

Puede sonar a un lugar común, pero México somos todos y no podemos dejar a unos cuantos el arreglar los problemas que existen sin poner de nuestra parte. Lo más cómodo siempre será quedarse sentado a esperar a que el trabajador de limpieza pase afuera de nuestra casa a recoger la basura que tiraron nuestros hijos mientras jugaban, pero sin en lugar de ello le enseñamos a nuestros niños y niñas a no tirar basura en la calle... o a depositarla en donde debe ir.

Son ese tipo de cosas las que tenemos que enriquecer dentro de nuestra sociedad, a la que me viene una difícil prueba de convivencia y tolerancia, pero que como lo ha hecho en otras ocasiones, seguramente sacará lo mejor de sí, porque al final de cuentas, siempre sacamos lo mejor por México y pese a las complicaciones que pudieran venir, esta vez no tendría por qué ser diferente.

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