Siendo el futbol el deporte más seguido de nuestro país, es lógico que las ilusiones con cada Mundial se renueven en la mayoría de los aficionados. Sin embargo, de nueva cuenta han vuelto a sufrir uno de esos golpes fuertes ante un rival al que simple y sencillamente no le pueden ganar.
Siempre Argentina, en fase de grupos o en octavos de final. Pero lo que menos se puede entender, es que al momento de tener que dar explicaciones, el técnico del equipo, Gerardo Martino, le dice a los reporteros que son ellos los que deben explicarle a la gente lo que sucedió.
Perdón, pero hasta donde sabíamos el encargado del equipo es él y el encargado de explicar las cosas que no le salieron y que provocaron otra dolorosa derrota para la afición es él. En verdad que no tomar la responsabilidad que tiene de este pésimo resultado es un reflejo más de lo mal que está este equipo.
A mucha gente, seguramente, le molestó mucho más la actitud y lo que dijo el entrenador mexicano al final del partido, que lo que sucedió en el juego mismo. Es increíble que siga con ese discurso de que compitieron el primer tiempo, de que no se jugó tan mal por buena parte del partido, cuando se volvió a perder… SE VOLVIÓ A PERDER.
Y eso es su responsabilidad y por supuesto que debería explicarnos para entender lo que ha sucedido. Porque la prensa lo puede explicar, pero si al propio Martino no le gusta la explicación entonces qué dirá este hombre. Mejor que de primera instancia diga qué hicieron bien y sobre todo qué fue lo que falló para llegar a esta nueva derrota que los tiene muy cerca de estar eliminados.
A este hombre le contrataron para llegar al famoso quinto partido en un Mundial fuera de casa y ahora podría ni siquiera pasar de la fase de grupos, lo que sería un verdadero retroceso. Qué poca vergüenza en verdad de no querer hablar del tema y dejarlo todo a terceros.
Sé que mucha gente, aunque no le guste el futbol, una vez que llega el Mundial se enfundan en la playera de la Selección Nacional y de alguna u otra forma se sienten representados, pero todo se derrumba rápido y cuando uno quiere escuchar por lo menos qué fue lo que pasó, no nos explican nada. Otro golpe fuerte para las ilusiones de quienes volvieron a ver al equipo mexicano de futbol como un escape a muchas cosas que vienen cargando. Caramba, estamos viviendo la misma historia de siempre.
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