Vaya momentos difíciles que hemos vivido en los últimos días. Acontecimientos tristes que se han presentado hacia el final de este mes de enero y que contrastan con todo lo que se vive alrededor de uno de los eventos más esperados año con año, como lo es el Super Bowl.

La muerte del exbasquetbolista Kobe Bryant (en un accidente en helicóptero en el que viajaba junto a su hija Gianna y otras siete personas), cimbró el mundo del deporte. Hablamos de una leyenda del basquetbol, un hombre al que se le percibía como un padre ejemplar y un deportista siempre positivo en beneficio de las causas del juego limpio. Su sorpresivo fallecimiento movió muchas cosas y ha impactado de gran manera a millones de personas.

La otra situación preocupante que estamos viviendo y que más allá de que ya ha afectado al deporte con la suspensión de algunas competencias que se llevarían a cabo en China, es lo que ya se ha convertido en una alerta mundial con el coronavirus, aunque de eso ya hablaremos en la columna del domingo en opinión. Ojalá nuestras autoridades de salud estén preparados para que no haya problemas en México.

Y aunque es difícil apartarse de situaciones como las anteriores, debemos seguir adelante, y como había dicho, para los amantes de los deportes, se viene uno de los fines de semana más esperados del año, uno de los más especiales por todo lo que mueve alrededor de un juego.

El Super Bowl es un evento que genera una pasión que desborda a la gente en Estados Unidos, en México y en muchas partes del mundo. Es la combinación perfecta de la competencia deportiva, el marketing y el negocio.

Me gusta el futbol americano y claro que como muchas personas más, estaré al pendiente del SB LIV que se llevará a cabo en Miami. Será interesante ver a dos equipos bien entrenados y que poco a poco fueron desarrollando el talento de todos sus integrantes hasta llegar al también llamado Gran Juego.

Mi pronóstico: Kansas City volverá a ser campeón de la NFL, 50 años después de la única ocasión que lo ha logrado, cuando en 1969, en el Super Bowl IV, derrotara a los Vikingos de Minnesota.

Por supuesto que habrá quien me diga que los 49ers de San Francisco tienen una gran defensa (capaz de detener al quarterback de Chiefs, Patrick Mahomes y compañía), y que también ha construido un ataque terrestre casi imparable, pero desde la temporada pasada me ha gustado la manera en que se han superado a sí mismos hasta finalmente llegar al duelo por el trofeo Vince Lombardi.

Seguramente en algún momento del Super Bowl se recordará a Kobe Bryant. Creo que nunca había visto tantas muestras de cariño en un caso como este, con la trágica muerte de un exdeportista, lo que nos hace reflexionar de lo corta que a veces puede ser la vida y lo mucho que debemos disfrutarla.

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