Tengo que admitir mi emoción por todo lo que he aprendido a mis 81 años de vida, y en los más de 65 años que llevo trabajando para crear cultura deportiva en jóvenes mexicanos.
Me siento orgulloso del trabajo que se hizo en Daewo, Corea, en donde estuvimos conviviendo con 30 niños mexicanos de alrededor de 15 años y menores, que estuvieron en un evento internacional al que acuática nelsonvargas tiene asistiendo por más de 20 años.
Darme cuenta de que estos jóvenes supieron respetar las costumbres de los coreanos que son realmente disciplinados, nobles y limpios fue satisfactorio. Nuestros niños se comportaron como grandes representantes de México en los últimos International Children Games, en los que se sumaron varias medallas (dos de oro, tres de plata y dos de bronce). Pero más allá de las preseas obtenidas, lo significativo fue que en todo momento se cumplió con dejar una imagen de decencia y comportamiento.
En las tribunas donde estábamos, acababan los eventos y levantaban la basura, para imitar las costumbres de este país maravilloso. En los paseos después de las competencias mostraron gran educación, buscando aprender de todo lo que tenían alrededor, lo cual es otro valor importante a destacar.
Después de eso, nos integramos al campamento de los nadadores mexicanos en Tokio para prepararse de cara al Campeonato Mundial de Fukuoka. Debo reconocer que pese al fuerte trabajo de todos los jóvenes que estuvieron en Fukuoka compitiendo, con un desgaste impresionante como lo mencioné en mi columna de la sección Deportes (el pasado viernes) y debido a que venían de una dura competencia en los Juegos Centroamericanos, supieron comportarse. Quizá no alcanzaron sus mejores tiempos, salvo María Mata Cocco que llegó a la semifinal en 200 mariposa, pero se cumplió con la participación.
Debo dejar constancia que en tres años de problemas con falta de apoyo para la natación (de alberca), ya que la ahora desconocida Federación Mexicana de Natación no ha pedido apoyo a Conade para pagar los eventos de preparación, todo eso ha sido cubierto por los padres de los chicos y por patrocinios. A las demás disciplinas como clavados y aguas abiertas, sí se les había dado todo el apoyo, hasta que hace poco más de un año se les quitó por no apoyar a esta federación. En los últimos meses estas otras disciplinas acuáticas han sufrido lo que la natación ha padecido por años.
Pese a ello, las actuaciones de México fueron maravillosas, superando por mucho la mejor actuación en un Campeonato del Mundo. En clavados se consiguieron cinco preseas; una medalla de plata en natación artística y en general la delegación hizo un trabajo maravilloso, como en aguas abiertas que se logró un lugar 11 en 10 km y un lugar 16 en 5 km, con Paulo Strehlke. En natación, como ya les dije, después del desgaste de Centroamericanos fue imposible recuperarse; sin embargo se acercaron a sus mejores marcas.
Fueron 30 días de estar con la juventud mexicana, exhortándolos a mejorar en su actividad deportiva y su comportamiento en dos países que tienen una cultura extraordinaria como Corea y Japón. Lo que hicieron estos jóvenes me llena de satisfacción porque, viendo este comportamiento, no me queda más que decir que gracias al deporte y su disciplina tenemos un gran camino para la juventud mexicana.
Estos mexicanos que estuvieron en Corea y Japón merecen mi reconocimiento. Siempre tenemos notas desagradables del comportamiento de mexicanos en el extranjero, pero en esta ocasión hay que decir y resaltar que ha sido todo lo contrario, con un gran trabajo.
Bien por la Comisión Estabilizadora y el Comité Olímpico Mexicano, que sacaron las selecciones para ir a Fukuoka. Bien por quien estuvo haciendo el trabajo de darle seguimiento a lo que se hacía en Japón. Es difícil con cuatro disciplinas y bastante gente a coordinar, pero Verónica Pavón lo hizo de gran manera. También ha sido una gran labor la de María José Alcalá, presidenta del COM, que está al pendiente de la actividad acuática. Esperemos, como dice ella, que este calvario se termine lo más pronto posible.
Agradecer de gran manera a la World Aquatics por su apoyo, por la manera en que trabajó para garantizarle a estos deportistas que fueron en Fukuoka, tuvieran todo lo que necesitaban. Cuando salga esta columna seguramente ya estaré en México, pero desde donde sea, seguiré con la lucha para que los nadadores mexicanos tengan lo que necesitan para hacer un buen papel a donde vayan, ahora en los Panamericanos en Santiago de Chile. Felicidades también a las familias de estos chicos porque tienen personas disciplinadas y comprometidas con su país.
Profesor