En días pasados, el Presidente de la República autorizó apoyos para deportistas y entrenadores que asistieron a los Juegos Centroamericanos por 75 mil pesos, además de que los medallistas de oro tendrán un bono de 150 mil pesos, de plata por 112 mil 500 y otros 75 mil para los bronces.
En algo que se avanzó a diferencia de lo ocurrido después de los Juegos Panamericanos Lima 2019, ahora sí se tuvo una lista de los deportistas y entrenadores que realmente se merecían este apoyo, para evitar lo que ocurrió en aquella ocasión, cuando gente que no hizo nada en los Juegos y solamente fue de vacaciones, recibió también los 240 mil pesos otorgados por el Presidente. En esta ocasión, afortunadamente, no ocurrirá eso.
Es justo mencionar que hay un entrenador de nombre Sergio López, exmedallista olímpico, quien entrena a tres de los mejores nadadores mexicanos: Jorge Iga, quien ganó seis oros y un bronce; Miguel de Lara, cinco oros; y Melissa Rodríguez, dos oros y dos platas. Todos estos nadadores son entrenados por este gran formador español, que los conoce desde el trabajo que hacen en Virginia, Estados Unidos, en donde trabaja.
En los Centroamericanos designó a su auxiliar, Alberto Subirás, para que estuviera con ellos. Se le pagó el boleto de avión desde Virginia a El Salvador y es importante que tanto Alberto como Sergio se alternaron el trabajo de ir con estos jóvenes a los eventos internacionales, ya que al Campeonato Mundial de Fukuoka asistió Sergio (de igual manera pagando su transportación y gastos desde el campamento en Tokyo).
Es ridículo pensar que nadie da una instrucción para que tanto Alberto Subiratz como Sergio López reciban el estímulo por las medallas conseguidas. Ese estímulo tendría que caer en la figura de Sergio, al ser la cabeza de este equipo de entrenamiento y él a su vez le daría una parte a Alberto.
Es triste, muy triste que este tipo de entrenadores, quienes no tienen ninguna responsabilidad de dar frutos al deporte mexicano y que aun así lo hacen, los ignoren de gran manera sin darles apoyo.
Hay otros entrenadores que por una medalla se llevarán el estímulo y qué bueno, porque hicieron su trabajo para lograr esa presea. Pero si vemos lo hecho por Sergio y Alberto, fueron más de la decena de medallas de oro y no es reconocido, lo cual se me hace injusto.
Por eso es que hay que levantar la voz para que ojalá las autoridades del deporte nacional consideren a estos grandes profesionales. Recuerden ustedes que hay una presea, Águila Azteca, para quien haya ayudado a México en cualquier ámbito de la vida nacional. Pero no estoy diciendo que se les dé ese reconocimiento, lo que se pide es que se reconozca lo que han hecho con estos muchachos sin tener sueldo ni mucho menos. Sus atletas, tanto Iga, como Melissa y el único clasificado a olímpicos (De Lara), deberían levantar la mano para pedir que se le reconozca a estos entrenadores.
Solicito a la comunidad acuática que los apoyen porque no es correcto por lo que pasan. Ya sucedió en los Juegos Panamericanos en Lima 2019, para los que Sergio López iba a acreditado por México y su trabajo con De Lara valió para una medalla de bronce en los 200 metros pecho, sin que tampoco hubiera reconocimiento y hasta no querían dejarlo pasar a la alberca.
Ante esta situación, Sergio se planteó no volver a México, pero esa conexión que ha hecho con sus nadadores de nuestro país, lo hizo estar nuevamente presente y trabajar muy duro con ellos. Por eso es que realmente resulta increíble que no se reconozca a la gente que aporta calidad a los deportistas mexicanos.