El martes pasado se llevó a cabo una reunión de trabajo con el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Alfonso Ramírez Cuéllar, para tratar el tema del presupuesto que tendrá la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte para 2020, poco más de tres mil millones de pesos.

Con excepción de 2012, el siguiente será el año en el que más recursos se le están dando al deporte. En esa ocasión, a la Conade —dirigida por Jesús Mena —, se le dieron más de ocho mil millones de pesos. Para lo que viene en el año olímpico, tres mil millones son bastante buenos, siempre y cuando se tenga claro cómo se van a administrar.

Sin embargo, el principal problema de la administración pública es que no hay una planeación importante para saber cómo van a llegar los recursos, en este caso a los deportistas, a la infraestructura y al desarrollo para ir en contra de la obesidad y que haya deporte para todos. Mientras no exista un plan bien claro, vendrán problemas de apreciación y falta de recursos.

Sin duda que para 2020 se necesitan recursos. Pero quisiera saber, si es que van a ir 100 deportistas, cómo lo dicen el Comité Olímpico y la propia Conade, cuántos millones requiere cada atleta para su preparación, becas y viajes. No creo que pase de dos millones por persona... O hasta cinco, con lo que serían 500 millones de pesos, incluyendo al equipo multidisciplinario y toda la gente de pantalón largo que va a los Juegos Olímpicos.

Insisto, el problema siempre ha sido de planeación, porque no me queda claro cómo llega ese recurso que da el Gobierno Federal y qué es lo que queremos. Simplemente, en los últimos años a la Federación Mexicana de Natación le han dado más de 400 millones de pesos desde que Kiril Todorov llegó a la presidencia gracias a su habilidad de alabar a los directores de la Conade como Mena —quien le dio todo—, después Alfredo Castillo y ahora con Ana Gabriela Guevara , sabe cómo pedir y cómo sacar provecho de la falta de conocimiento de cómo utilizar los recursos; sin embargo, no queda muy claro cómo se gastaron. En 2019, se le han otorgado más de 37 millones de pesos y me consta que ha habido gastos ridículos como los viajes a Europa cuando tienen en Estados Unidos a la mejor natación del mundo.

Es ridículo que no se analice bien para qué es el recurso que se pide y cómo se desarrolla un atleta de alto rendimiento. El problema no es el presupuesto, sino que en el deporte somos muy malos administradores... O más bien, se administra para beneficio personal.

Esta reunión fue bastante enriquecedora, pero no quedó muy claro que el pedir más recursos no es la solución para el mejor desarrollo del deporte nacional. Hubo muchas intervenciones, pero hubiera sido extraordinario que estuviera la representación de Conade para que diera su punto de vista.

Como conclusión: Mientras el único objetivo de las federaciones sea obtener los recursos que da el Gobierno Federal , no vamos a llegar a algún lado.

deportes@eluniversal.com.mx

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