Una vez finalizados los Juegos Panamericanos Santiago 2023, es necesario hacer un análisis.
Estos eventos son lo suficientemente importantes para hacer una reflexión real de lo sucedido.
Quiero aportar mi opinión, que —evidentemente— es bien fundamentada en lo que respecta a los deportes acuáticos, pero intuyo que otros atletas que también tuvieron éxito, quizá están en las mismas circunstancias.
Deseo reconocer el mérito que tienen los atletas, en este caso los acuáticos, porque tienen más de un año buscando la manera de solucionar la falta de apoyo, y la falta —sobre todo— de un programa planificado, en donde ellos hubieran podido sentirse cobijados rumbo a París 2024.
Tienen más de dos años buscando recursos y atendiendo eventos mundiales tan necesarios para su preparación, y tan significativos para los resultados que han obtenido ahora. Esos muchachos que no se quedaron con los brazos cruzados ante un conflicto y encontraron su propia solución, bien merecidas tienen estas medallas.
Debo reconocer también que, tras las medallas, hubo apoyo por parte del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con recursos a esos mismos muchachos. Es muy útil y bien recibido, pero —en el plano deportivo— el apoyo se requiere en la preparación, en el camino rumbo a los eventos, y ese mérito lo tienen los muchachos, quienes buscaron por todos los medios acercarse a donde tuvieran que hacerlo para poder contar con recursos.
Cada medalla de estos Juegos Panamericanos tiene no sólo la calidad deportiva del atleta, tiene la fuerza de estos jóvenes para resolver situaciones adversas y dar la cara por su país.
Enhorabuena para todos los deportistas que lo lograron. Les deseo —de todo corazón— que sus resultados los acerquen a París, que es —evidentemente— su meta. Para los que ya lo lograron, les deseo que su preparación sea lo mejor en estos meses venideros. También es un momento para reflexionar que estos muchachos que hoy tuvieron éxito y que sean merecedores de los reconocimientos, son los que están en el pico de la pirámide, pero toda la base y la calidad de los jóvenes que aún no tienen el apoyo de la iniciativa privada o el apoyo por haber ganado medallas, necesitan gente que tenga no sólo la visión, sino las ganas reales y la calidad humana necesaria para hacer equipo y poder promover —a través de sus programas y apoyo institucional— el desarrollo del deporte a todos los niveles. Esa es la tarea que tienen las instituciones.
Hoy, el presidente López Obrador ha terminado con la incertidumbre de si otorgará los estímulos económicos a quienes participaron y ganaron medallas en Santiago 2023. Los deportistas tendrán ese recurso tan importante para el camino a París 2024, lo cual —claro— les ayudará mucho.
Talento en nuestros jóvenes y niños hay... Y mucho, pero necesita ser recíproco con el talento para dirigir el barco.