El ahogamiento es una de las primeras causas de muerte en México y en muchos países del mundo. Con todo lo que se ha visto por el cambio climático, huracanes, inundaciones y demás situaciones de este tipo, me he dado cuenta de que hay mucha gente que se ahoga sin defensa porque no sabe nadar.

Nadar es una actividad tan fácil de aprender y que la gente sepa nadar, ayuda a cuidar su vida y la de los demás. El hecho de que uno no sepa nadar es una gran irresponsabilidad de los padres de familia, aunque claro que entiendo el costo que puede representar.

Por eso es que del otro lado de la moneda también hay que decir que es una irresponsabilidad de las autoridades, pero al mismo tiempo es un área de oportunidad para comenzar a incluir, como se debe, en el esquema de activación social.

Imagínense ustedes lo que pasa con adultos mayores que no saben nadar. Hay muchas personas grandes que no saben hacerlo y que piensan que es bastante difícil aprender, cuando es lo más sencillo del mundo. Por eso me atrevo a poner el tema sobre la mesa con todo lo que está pasando en el mundo por la falta de aprendizaje.

Poder flotar, saber cómo desplazarse y avanzar en el agua. Estos son aspectos que en determinadas circunstancias salvan vidas. Independientemente de que  hacer ejercicio es bueno para la salud, una obligación como promotor del deporte es hacer sentir a la sociedad la importancia de saber qué hacer en el agua.

Estoy seguro de que si las autoridades responsables de la activación física quieren atacar este problema, hay muchas escuelas y clubes dispuestos a trabajar en conjunto para apoyar a gente que no tiene recursos económicos para que aprenda a nadar.

Esto es obligación de todos los que promovemos la natación en México. Debemos enfocarnos en este tema que nadie toca ni toma en cuenta. Aprender a nadar es una cosa muy sencilla, pero por el desconocimiento de la gente, nadie se preocupa.

Por ejemplo, en nuestra empresa estamos muy orgullosos por el programa altruista que trabajamos desde hace 20 años, en el que enseñamos a nadar a niños de casas hogar. Vamos por ellos, les damos traje de baño, goggles, uniforme de natación y cada sábado tienen una hora de clase de natación. Créanme que ha sido un programa muy, muy exitoso y que podría replicarse. Las personas que manejan las casas hogar siempre nos han dicho que los niños están felices de estar en el agua y yo más, porque así hay más niños que aprenden a nadar.

Debemos promover el aprendizaje de la natación. Sé que muchas personas piensan y dicen que es algo que no necesitan porque no creen que les pueda pasar un accidente acuático, y desgraciadamente cuando se dan cuenta del error, es demasiado tarde.

Creo que es algo en lo que todos nos debemos involucrar: Autoridades, promotores del deporte, padres de familia y gente en general. Siempre he dicho que la natación aporta a la salud, a la disciplina, a la competencia, pero también puede salvar vidas. Ojalá que las autoridades entiendan la importancia de saber nadar y que se acerquen a aquellos que promovemos el deporte, que estamos dispuestos a ayudar para combatir el serio problema del ahogamiento, que año con año cobra más y más vidas.

Profesor

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