Una de las 100 personas más influyentes del mundo, según la revista Time, está nuevamente en la retina del mundo, él es el veterano del Comité Olímpico Internacional (COI), Dick Pound, un amante del deporte y quien ha estado en las luchas más recientes a nivel internacional, se enfrentó en su momento a Samaranch y bajó el telón del secreto ante el doping de Armstrong, así como su dirección frente a la Agencia Mundial Antidopaje y su oposición rotunda ante la Unión Ciclística Internacional (UCI), lo hacen un hombre poderoso del deporte, sabio en sus decisiones y sobre todo leal a esa ética del movimiento olímpico por la cual tanto luchó el barón Pierre de Coubertin.

Hoy, le ha dado al mundo una noticia escalofriante, un contexto que lleva a la humanidad a la reflexión y su posible sobrevivencia, unas palabras que más que aterradoras, deben llevar a los seres humanos a la preocupación por el estado actual del planeta y las consecuencias que estamos viviendo en él.

Pound declaró: “Hay que considerar una cancelación…”, esto basado en la alerta mundial por la propagación de un virus que todos los días está dejando más muertos en los cinco continentes y, sobre todo, en el riesgo sanitario que se puede correr al tener más de 500 mil turistas del mundo en un solo lugar. En sus palabras a la prensa, se dirigió a los atletas clasificados: “Hasta donde todos sabemos, van a estar en Tokio. Todos los indicios están en esta etapa de que todo seguirá como siempre. Así que manténganse enfocados en su deporte y seguros de que el COI no los enviará a una situación de pandemia…”.

Estas palabras, deben ser consideradas con la seriedad que ameritan, ya tenemos antecedentes y están entre esos, la cancelación de partidos de fútbol, como el preolímpico asiático femenil y la Serie A en Italia ya lo padecieron, además del GP de China de la Fórmula 1.

Todo esto me lleva a plantearme: ¿Estamos ante una nueva situación de transformación del planeta?, ¿qué sucederá con los atletas que tenían planteado retirarse después de esta olimpiada?, ¿qué pasará con los esquemas de preparación e inversión de las naciones? Estos son algunos de mis interrogantes, estamos hablando del acontecimiento más transcendental de la raza humana, la cita más concurrida del mundo y sobre todo un fenómeno social que mueve la élite de cada nación.

De tenerse en cuenta que los Juegos Olímpicos han tenido otras cancelaciones:

- 393: Juegos Olímpicos de la Antigüedad, cancelados por el emperador Teodosio por considerarlo una celebración pagana.

- 1908: Trasladados de Italia a Londres, esto derivado de la erupción del monte Vesubio.

- 1916: En Berlín, Alemania, pero la Primera Guerra Mundial obligó a su cancelación.

- 1940: Tokio, Japón –JO de verano– y Sapporo, Japón –JO de Invierno–, se canceló por motivos bélicos. Después se pensó en Helsinki, Finlandia, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial obligó a la cancelación.

- 1944: La guerra nuevamente obligó a su cancelación en Londres, Inglaterra.

–Debo recordar que en 2016, 170 científicos estaban instando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al Comité Olímpico Internacional (COI), a cancelar los Juegos de Río de Janeiro, en razón de la amenaza creciente del Zika, al final se logró controlar, se hizo una inversión extraordinaria y los Juegos se llevaron a cabo.

Hoy estamos en manos de la ciencia y sus habilidades para controlar el virus, que esta semana llegó a Latinoamérica por Brasil; además, Italia está en jaque por su expansión, sabemos de ministros y personal de salud contagiados; lo único que nos resta es pedir por el bien de la humanidad y que se realice la fiesta de la alegría, de la unión y de la hermandad, como fue concebida por el gran barón Coubertin.

Profesor

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