Evaluar la productividad de los colaboradores y su impacto en la competitividad es esencial para el logro de los objetivos de las organizaciones. En este proceso se requiere el análisis profundo de diversos factores, entre los más importantes está el desempeño del talento humano.

Si uno de los propósitos es generar procesos productivos ágiles y eficientes para que los productos y servicios sean altamente valorados por el mercado, es necesario alinear las competencias de los colaboradores con las necesidades estratégicas para tu negocio; sobre todo, en un momento en el que la convergencia tecnológica, reta nuestra capacidad de adaptarnos a las nuevas exigencias de los clientes y de un mercado altamente demandante.

El concepto de productividad se ha reconfigurado en los últimos tres años, cambiando de forma radical la visión del siglo XVIII, creada por Adam Smith, que lo concebía como un proceso de especialización; pasando por los ingenieros Frederick Taylor y Henri Fayol de los siglos XIX y  XX, quienes impulsaron la gestión científica del trabajo, bajo la medición y control de tiempos y movimientos, la división laboral por tareas y la reducción de los tiempos de ocio, conocidos como tiempos muertos, hasta llegar a la Cuarta Revolución Industrial, en que ser productivo implica no sólo la forma de realizar una tarea, sino sobre todo, las competencias clave que se requieren para ser exitoso en un rol o función, ante eventos inesperados, produciendo resultados eficientes y rentables.

Actualmente, estas competencias están relacionadas con habilidades STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés) y habilidades blandas (estrategias de aprendizaje continuo, liderazgo, creatividad, originalidad, resiliencia, flexibilidad, agilidad, tolerancia al estrés, influencia social, comunicación, entre otras).

Por ello, es importante identificar los desafíos de desarrollo de competencias del talento humano y a partir de ello, generar estrategias que impacten positivamente en la productividad de los colaboradores y la competitividad de la empresa.

Para comprender su importancia, tomemos en cuenta el alcance de estas iniciativas de acuerdo con algunos estudios globales: las empresas que invierten en el desarrollo de competencias de sus colaboradores, tienen 32% más probabilidades de alcanzar sus metas financieras. La Inteligencia Artificial y el Análisis de Datos son recursos valiosos para asegurar que las estrategias de transformación del talento humano estén realmente enfocadas en solucionar sus necesidades estratégicas.

Instituciones como el Digital Reskilling Lab de Harvard Business School han desarrollado metodologías científicas, basadas en la analítica de datos, para realizar diagnósticos puntuales en diversas organizaciones, indispensables para identificar factores críticos que inciden en la productividad de los colaboradores; definir sus competencias críticas, a partir del mapeo de necesidades de talento y referentes internacionales; así como profundizar en las áreas de mejora que podrían elevar el desempeño de las empresas.

Implementar un diagnóstico de este tipo es una estrategia que permite medir y cerrar las brechas de competencias en el talento humano y alcanzar un desempeño más efectivo, a la vez que se generan ventajas competitivas sostenibles en el tiempo mediante procesos de movilidad interna, alineación con las metas de la empresa, generación de equipos de alto desempeño, fortalecimiento de la identidad corporativa.

Las empresas con colaboradores comprometidos tienen 21% más de rentabilidad y 17% más de productividad y aumento de la retención laboral, en donde al respecto, LinkedIn afirma que 94% de los profesionales invierten más tiempo con aquellas empresas preocupadas por su crecimiento profesional.

La necesidad de una transformación profesional es inminente, diversos informes internacionales coinciden en que los procesos de adopción tecnológica están generando un nuevo contexto laboral en donde para el 2025, será vital realizar procesos de recapacitación en 60% de los colaboradores.

Estos datos resaltan la urgencia de las organizaciones para aliarse con socios estratégicos, empresas especializadas en la implementación de programas de desarrollo de talento, partiendo de diagnósticos confiables y profesionales sobre las competencias clave de última generación, relacionadas al sector, lo que te permitirá tener un alto impacto en la productividad de tus colaboradores y por ende, en la competitividad de las organizaciones.

Nelson Amparán es Presidente del Consejo y Director General de Academia Global.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.


Google News

TEMAS RELACIONADOS