La transformación tecnológica está reconfigurando tanto la naturaleza del empleo como las dinámicas laborales lo que cuestiona la velocidad de actualización del derecho del trabajo frente a la Era Digital, tema crítico y complejo. Actualmente, muchos sistemas legales se enfrentan a un desfase considerable entre la rapidez con la que evoluciona el mercado laboral y la capacidad de los marcos regulatorios para adaptarse a estas transformaciones, lo que pone en riesgo la capacidad para garantizar el bienestar de las personas.
Uno de los aspectos más preocupantes es la creciente inseguridad laboral. Esto no solo afecta la estabilidad económica de los trabajadores de plataformas digitales, sino que también arriesga su bienestar y calidad de vida, pues con la lentitud en la actualización de la ley se deja a muchos desprotegidos y vulnerables, convirtiéndolos en víctimas de un sistema que no se ha adaptado a las realidades del trabajo moderno, tal es el caso de “The Cleaners”.
“The Cleaners” es el nombre que se asocia con los trabajadores de moderación de contenido en la industria de internet, quienes se encargan de revisar, filtrar y eliminar contenido inapropiado o dañino en plataformas como Facebook, YouTube, Twitter, y otras redes sociales. Este fenómeno ha ganado atención debido a las condiciones laborales y el impacto emocional que puede tener en quienes realizan este trabajo mayormente ubicado en países en desarrollo, donde se externalizan muchas de estas tareas por el bajo costo de la mano de obra.
Los moderadores de contenido están expuestos diariamente a imágenes, videos y textos extremadamente perturbadores, como escenas de violencia, abuso infantil, terrorismo, y otros contenidos gráficos o traumáticos. Esta constante exposición puede tener efectos devastadores sobre la salud mental y emocional de estos trabajadores. Algunos estudios y reportajes han mostrado que muchos de ellos sufren de trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad y depresión debido a la naturaleza del material que deben revisar.
El trabajo de los moderadores es generalmente mal pagado, con pocas protecciones laborales y beneficios de salud mental, a pesar de los efectos adversos. A menudo, se les impone cumplir con tiempos de respuesta rápidos, revisando grandes cantidades de contenido en poco tiempo, lo que agrava aún más la presión y el estrés.
¿Qué hacen los "cleaners"?
Moderación de Contenido: Revisan y eliminan contenido inapropiado, ofensivo o ilegal, como pornografía, violencia extrema, discursos de odio y acoso.
Censura: Aplican políticas de la plataforma para garantizar que el contenido cumpla con las normas establecidas.
Impacto en los Trabajadores
Condiciones Laborales: Muchos "cleaners" trabajan en condiciones precarias, a menudo a través de empresas subcontratadas. Pueden enfrentar largas jornadas laborales y recibir salarios bajos.
Efectos Psicológicos: El trabajo puede ser emocionalmente desgastante. La exposición constante a contenido perturbador puede llevar a problemas de salud mental, como trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad y depresión.
En algunos casos, los trabajadores que realizan esta tarea pueden ser jóvenes o incluso menores, especialmente en países donde la regulación del trabajo infantil es débil. Esto plantea preocupaciones éticas sobre la explotación laboral y el impacto en su desarrollo psicológico y social.
La mayor parte de este tipo de trabajo se externaliza a países en vías de desarrollo, como Filipinas, India, y partes de África, donde los costos laborales son más bajos. Las grandes empresas tecnológicas subcontratan este servicio a empresas de terceros que emplean a trabajadores locales. Aunque existen moderadores en todo el mundo, el grueso de esta labor ocurre en regiones donde las leyes laborales y de protección de la salud mental son menos estrictas.
El fenómeno de “The Cleaners” refleja un problema más amplio sobre cómo las grandes plataformas digitales gestionan la moderación de contenido y la falta de atención adecuada hacia el bienestar de los trabajadores que realizan estas tareas. Al externalizar estas responsabilidades a países con menos regulaciones, las compañías tecnológicas ponen en riesgo la salud mental de miles de personas, mientras intentan mantener un entorno seguro para los usuarios, especialmente para los menores.
Lo anterior resulta paradójico, pues aun siendo lo suficientemente perturbador para adultos, al tratar de mantener una atmósfera digital segura especialmente para las infancias, el fenómeno va más allá, pues ya ha habido denuncias sobre la contratación de niños para realizar trabajos de moderación de contenido en plataformas digitales.
En particular, algunos informes han destacado casos en Filipinas, donde se han revelado prácticas laborales poco éticas. En estos casos, se ha informado que adolescentes, e incluso menores, trabajan en empresas subcontratadas que realizan tareas de limpieza y moderación de contenido.
Casos Notorios
Algunas fuentes han abordado el tema de la contratación de mano de obra infantil para la moderación de contenido destacando la falta de regulación y protección en el sector.
The Verge, publicó un artículo titulado "The terrible price of content moderation" que examina las condiciones de trabajo de los moderadores en Filipinas, mencionando la contratación de jóvenes. The Guardian, ha realizado varias investigaciones sobre las condiciones laborales en la moderación de contenido, incluyendo reportes sobre el uso de mano de obra infantil. Por su parte “NYU Stern, Centro de Negocios y Derechos Humanos”, realizó un informe titulado "Who Moderates The Social Media Giants? A Call To End Outsourcing" en el que se abordan las prácticas laborales en la moderación de contenido y se hace mención de la explotación laboral infantil en algunos casos, destacando los riesgos y la falta de regulación.
Estos esfuerzos de visibilización, han llevado a un llamado a la acción por parte de organizaciones de derechos humanos y grupos de defensa de las infancias para exigir mejores regulaciones, mayor transparencia y la protección de los menores en el ámbito laboral. La atención mediática y las denuncias han comenzado a forzar a algunas plataformas a reevaluar sus prácticas de contratación y moderación.
El término ha ganado notoriedad a medida que se ha puesto de relieve la carga emocional y los desafíos que enfrentan estos trabajadores en su día a día. El documental canadiense "The Cleaners" (2018) explora el trabajo de los moderadores de contenido en plataformas digitales, centrándose en sus experiencias y los efectos psicológicos de su labor. Se centra en los "cleaners" y sus roles, mostrando cómo se encargan de limpiar las plataformas de contenido violento, pornográfico y de odio. A través de testimonios, el documental destaca el trauma emocional y mental que enfrentan estos trabajadores debido a la exposición constante a contenido perturbador. Examina las implicaciones éticas de la moderación de contenido, incluyendo la falta de regulación y la explotación laboral, lo que refleja preocupaciones más amplias sobre la industria de internet. También se aborda cómo este trabajo se subcontrata en diferentes países, revelando una dinámica de explotación y condiciones laborales precarias.
Contexto en América Latina
Desde esta perspectiva, la función de "cleaners" o moderadores de contenido también existe en América Latina, aunque el contexto y las condiciones pueden variar de un país a otro. En esta región, empresas de tecnología y plataformas digitales contratan moderadores para revisar y filtrar contenido en línea, similar a lo que ocurre en otras partes del mundo, pues en todos los sitios, las plataformas digitales emplean moderadores para gestionar contenido que puede ser inapropiado, ofensivo o que infrinja las políticas de la comunidad. Esto incluye redes sociales, plataformas de video y aplicaciones de mensajería.
Existen preocupaciones sobre las condiciones laborales de estos moderadores aqui, incluyendo largas jornadas, salarios bajos y falta de apoyo psicológico, similar a lo que se ha denunciado en otras partes del mundo. En muchos países de la región, la regulación sobre la moderación de contenido es escasa, lo que puede llevar a una falta de derechos laborales y protección para los trabajadores involucrados. Por tanto, la naturaleza del trabajo puede ser emocionalmente desgastante, ya que los moderadores a menudo se enfrentan a contenido perturbador.
La función de moderadores de contenido, similar a los "cleaners", es una realidad en América Latina, con desafíos significativos en términos de condiciones laborales y regulación. La atención sobre estos temas está en aumento, pero aún hay un largo camino por recorrer para mejorar la situación de estos trabajadores.
Visto así, los moderadores de contenido enfrentan una serie de desafíos específicos en nuestra región, que tienen implicaciones profundas en términos de justicia laboral, regulación, y protección de derechos humanos.
Desafíos de justicia para los moderadores de contenido en México
1. Condiciones laborales precarias: Los moderadores suelen ser contratados a través de terceros, lo que limita su acceso a beneficios laborales básicos, como seguro social, vacaciones pagadas o incluso estabilidad en el empleo. Además, enfrentan largas jornadas laborales con exposición constante a contenido perturbador.
2. Impacto en la salud mental: La exposición prolongada a contenido violento, explícito o perturbador tiene consecuencias graves en la salud mental de estos trabajadores. Sin embargo, muchas empresas no ofrecen apoyo psicológico adecuado ni políticas claras para mitigar estos efectos.
3. Falta de reconocimiento legal: La figura del moderador de contenido no está claramente regulada en la legislación mexicana. Esto dificulta su acceso a derechos laborales básicos y genera una brecha en su protección frente a condiciones abusivas.
4. Desigualdad en el acceso a derechos: Mientras las empresas de tecnología obtienen grandes beneficios económicos, los moderadores, que desempeñan un rol crucial para garantizar la seguridad digital, no reciben una compensación justa ni proporcional.
Legislación mexicana y oportunidades de justicia
En México, la Ley Federal del Trabajo (LFT) establece principios generales para proteger a los trabajadores, pero no aborda aún directamente las condiciones específicas de los empleados de plataformas digitales, y aunque ya se firmó una iniciativa por la Presidenta Claudia Sheimbaum, dando con ello un paso sin precedentes en la protección de los derechos de las personas que trabajan en plataformas digitales, para los moderadores de contenido persiste un vacío importante que requiere atención.
1. Reconocimiento del trabajo digital: La LFT debería incluir disposiciones específicas para regular las nuevas formas de trabajo digital, como los moderadores de contenido. Esto incluye definir claramente sus derechos y obligaciones, así como las responsabilidades de las empresas contratantes.
2. Acceso a seguridad social y salud mental: Es esencial que los moderadores tengan acceso garantizado a seguridad social, atención psicológica y programas de prevención para proteger su salud mental. Las empresas deben estar obligadas a proporcionar estas medidas como parte de su responsabilidad social.
3. Inspección laboral y cumplimiento: El gobierno debe fortalecer las inspecciones laborales en empresas que emplean a moderadores de contenido, especialmente aquellas que operan mediante contratos tercerizados, para garantizar el cumplimiento de las leyes laborales.
4. Regulación de intermediarios: Muchas empresas utilizan intermediarios para contratar moderadores, lo que diluye la responsabilidad. Es necesario que la legislación exija transparencia en estos contratos y haga responsables a las empresas matrices.
Desafío ético y global
Los moderadores de contenido son fundamentales para la seguridad digital y la salud mental colectiva, ya que filtran material dañino que podría impactar a millones de personas. En este contexto, la justicia para ellos no solo es una cuestión laboral, sino también un tema ético. Garantizar condiciones dignas para estos trabajadores refleja un compromiso con el respeto a los derechos humanos en el mundo digital.
Hacia una solución global
México podría liderar en América Latina al proponer un marco regulatorio que equilibre los intereses de las empresas tecnológicas con la protección de los derechos laborales y humanos de los moderadores. Esto incluiría colaborar con organismos internacionales y empresas para establecer estándares globales que reconozcan la importancia del trabajo de los moderadores (The Cleaners) y promuevan su bienestar.
La regulación del trabajo, tal como se ha entendido históricamente, debe ser reexaminada. Preguntas fundamentales emergen: ¿Qué queremos proteger en el mundo laboral actual? ¿Cómo garantizamos que el bienestar de las personas esté en el centro de las políticas laborales? La literalidad de la regulación no siempre se traduce en protección efectiva; en ocasiones, su aplicación puede dar lugar a situaciones que contradicen el espíritu del derecho del trabajo, llevando a condiciones que socavan la dignidad del trabajador.
En este contexto, es crucial repensar los objetivos de la regulación laboral. En lugar de centrarse únicamente en la protección de derechos preexistentes, es necesario desarrollar un enfoque más holístico que considere la naturaleza cambiante del trabajo y promueva modelos que prioricen el bienestar humano. Esto puede incluir la implementación de políticas que fomenten la capacitación continua, la adaptabilidad y la inclusión, así como el desarrollo de nuevas formas de empleo que respondan a las necesidades emergentes del mercado laboral.
La Era Digital plantea desafíos complejos que requieren una revisión profunda del derecho del trabajo. La transformación tecnológica no solo está alterando la estructura del empleo, sino que también invita a repensar cómo se puede garantizar el bienestar de las personas en un entorno laboral en constante evolución.