“Yo noté que Google compró sólo porque mi correo de Hotmail ya no servía para mi cuenta y me hicieron abrir una en Gmail”, escuchamos hace tiempo en una conversación ajena e interesante.

Poco le preocupó al internauta del que su sitio predilecto para ver caídas o videoblogs hiciera su transición a otra flamante compañía de la red, pero para la internet fue una de sus transacciones más importantes.

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En octubre de 2006, Google adquirió YouTube por mil 650 millones de dólares, cuando ésta apenas tenía un año en línea. En la actualidad, ambos sitios se disputan los primeros lugares de visitas a nivel mundial, con billones de usuarios y un impacto imborrable en la época moderna.

Empresas como Microsoft y Yahoo! también realizaron compras de sitios para multimedia y mensajería, como una forma de consolidar sus imperios, pero ninguna alcanzó el éxito que Google y YouTube formaron desde 2006.

Video del 9 de octubre de 2006, minutos después de realizarse la venta de YouTube a Google por mil 650 millones de dólares. “Dos reyes se unieron. […] El rey de la búsqueda y el rey de los videos”, dijo Chad Hurley. Fuente: YouTube.

La era del YOU. y de la incertidumbre en YouTube

Los fundadores de YouTube fueron Chad Hurley, Steven Chen y Jawed Karim, entonces trabajadores de PayPal, otra empresa con gran presencia en internet. Aunque existen diferentes versiones sobre el surgimiento de la página, la realidad es que su modelo no era tan novedoso.

En su primer concepto, YouTube serviría para audiciones y ensayos grabados compartidos con facilidad a través de enlaces, en lugar de transferir pesados archivos. Se inspiró en el efímero sitio de citas, HotOrNot, donde los participantes subían sus propios videos para impresionar a alguien.

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También se parecía a broadcast.com, un servicio de transmisión audiovisual por internet que tuvo muy buenos resultados en los 90, hasta que Yahoo! lo adquirió en 1999 por 5 mil millones de dólares y sólo permaneció activo hasta 2002.

Hurley, Chen y Karim obtuvieron el dominio youtube.com en febrero de 2005, pero el sitio estuvo en línea hasta abril de ese año. Acuñaron el lema “broadcast yourself” o “transmítete a ti mismo”, para que sus usuarios consumieran miles de y contribuyeran con su propio contenido.

Fotografía de Chad Hurley y Steve Chen, dos de los fundadores de YouTube. En su edición del 22 de octubre del 2006, EL UNIVERSAL recuperó una entrevista que Chen dio sobre su revolucionario sitio web; “proporcionamos un escenario donde todo el mundo puede participar y ser visto”, dijo el co-fundador. Foto: Tony Avelar/AP.
Fotografía de Chad Hurley y Steve Chen, dos de los fundadores de YouTube. En su edición del 22 de octubre del 2006, EL UNIVERSAL recuperó una entrevista que Chen dio sobre su revolucionario sitio web; “proporcionamos un escenario donde todo el mundo puede participar y ser visto”, dijo el co-fundador. Foto: Tony Avelar/AP.

En pocas semanas, se convirtió en un fenómeno internacional por su creciente catálogo de videos caseros, proyectos personales, películas, canciones y todo lo que sus usuarios compartieron. Otro acierto de YouTube fue que sus enlaces podían agregarse a perfiles de MySpace u otros sitios, lo que alborotó el consumo audiovisual en la internet.

También comenzó el dolor de cabeza para empresas de entretenimiento, pues los internautas incurrieron en múltiples violaciones a derechos de autor. Como la página de Hurley, Chen y Karim permitía subir, compartir y visualizar videos sin restricciones, era difícil combatir las irregularidades.

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Algunos expertos pronosticaron que YouTube desaparecería pronto, pues su funcionamiento era poco rentable. Ni siquiera la publicidad cubría todos los gastos y necesidades del sitio.

Durante sus primeros meses, el creciente monstruo de los videos operó con apenas 65 empleados y Jawed Karim renunció a su participación. Para finales de 2005, el tráfico de visualizaciones se disparó con 100 millones de visitas por día, siendo el 14° sitio más visitado de internet de ese año.

Aunque el éxito era evidente, también lo fueron las demandas de empresas de entretenimiento por infracciones contra su propiedad creativa, solicitando regalías o indemnizaciones.

Oficinas actuales de YouTube, en San Bruno, California. En abril del 2018, una mujer abrió fuego contra trabajadores e instalaciones del sitio web, aparentemente porque “odiaba” la plataforma. Foto: BrokenSphere/Wikimedia Commons.
Oficinas actuales de YouTube, en San Bruno, California. En abril del 2018, una mujer abrió fuego contra trabajadores e instalaciones del sitio web, aparentemente porque “odiaba” la plataforma. Foto: BrokenSphere/Wikimedia Commons.

A pesar de ese conflicto legal y con apenas 20 meses después de obtener el dominio, el 9 de octubre del 2006, YouTube vendió su sitio a Google, otro titán de la internet. Algunos aplaudieron la transacción, otros la analizaron con recelo.

Un día después de la compraventa, YouTube llegó a un acuerdo con Universal Music Group, Vivendi y Sony BMG Music Entertainment para subir contenido de sus artistas, además de compartirles parte de las ganancias por publicidad y eliminar videos de su propiedad que otros usuarios subieron.

Gracias a los convenios que Google tanto buscó y a las innovaciones dentro de su algoritmo, el famoso sitio de videos obtuvo legitimidad y las demandas por derechos de autor disminuyeron, además de aumentar los ingresos por comerciales.

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Tanto fue el impacto de YouTube y la creciente era de las redes sociales –Twitter y Facebook ya tenían algunos meses en la red mundial– que la revista estadounidense TIME nombró como Persona del Año 2006 a YOU., es decir, cualquier usuario que interactúa por los novedosos sitios web.

El semanario aseguró que, con páginas como YouTube y MySpace, la transformación de la red no vendría de grandes empresas o cadenas de entretenimiento, sino del ciudadano promedio que compartió un video desde su hogar y formó su propia experiencia en la internet.

Imagen de diciembre de 2007, con la antigua interfaz de YouTube en el entonces canal oficial de la Corona Británica. Con el paso de los años, la distribución y funciones del sitio mejoraron su interacción con el usuario. Foto: AP.
Imagen de diciembre de 2007, con la antigua interfaz de YouTube en el entonces canal oficial de la Corona Británica. Con el paso de los años, la distribución y funciones del sitio mejoraron su interacción con el usuario. Foto: AP.

El editor de TIME durante 2006, Richard Stengel, sostuvo que la Persona del Año eran “los consumidores y creadores de contenido quienes transforman la era de la información. Desde YouTube hasta MySpace, individuos de diferentes partes del mundo cambian la forma en que nos percibimos”. Fuente: YouTube.

Pasos mal dados en el camino de YouTube

YouTube renovó y revitalizó los medios audiovisuales. Permitió que los videos musicales, que pasaron por un momento oscuro en los 90, regresaran como un producto atractivo para los usuarios.

Entre los videoclips más exitosos de la plataforma está Despacito, de Luis Fonsi; Gangnam Style, de PSY; y en la cúpula, por sorprendente que parezca, permanece de Pinkfong, con más de 13 mil millones de reproducciones.

Incluso algunos usuarios que subieron un simple video cantando, bailando o sólo siendo graciosos, encontraron el camino al éxito, como ocurrió con Justin Bieber o Werevertumorro, luminarias que deben agradecerle a YouTube por darles su espacio para brillar.

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Pero no todo fueron rosas entre los usuarios y YouTube. En los últimos años, con competencia más reñida entre redes sociales y exigencias cada vez más difíciles, el sitio de videos tuvo varios tropiezos, algunos de gravedad.

Uno de los más recordados fue su polémico –y ahora desaparecido– Rewind, un concepto que enlistó lo “más importante” de YouTube a finales de cada año. Las primeras entregas, entre 2010 a 2016, tuvieron buena recepción, pero la gran mayoría del público rechazó las últimas ediciones, al grado de llevar a la cancelación del proyecto.

El Rewind de 2018, “Everyone Controls Rewind”, fue uno de los videos con más “No Me Gusta” en la historia de YouTube. Al menos 19 millones de usuarios desaprobaron el contenido, siendo uno de los posibles factores que llevaron al sitio a quitar el botón de “Dislike”. Fuente: YouTube.

La libertad para subir contenido sin revisión previa logró que los usuarios eligieran el algoritmo de YouTube por encima de otros sitios, pero también fue contraproducente en casos donde se compartían videos inapropiados, , ofensivos o peligrosos.

En repetidas ocasiones se denunció la presencia de canales que promovieron el odio, racismo, conductas ilícitas o fraudes y que no eran eliminados de la plataforma, lo que provocó que múltiples empresas finiquitaran contratos de publicidad e hicieran temblar a la subsidiaria de Google.

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Los escándalos siguen, con presuntas redes de pederastia descubiertas en los comentarios de YouTube, censura a contenido de ultraderecha y preferencia por creadores de contenido “inadecuados”, mermando el tono de autenticidad que la página tuvo en sus inicios.

Gracias al soporte económico de Google y a la explosión en el uso mundial de internet, YouTube ya no es un concepto efímero, sino una plataforma que nunca desaparecerá de nuestros ordenadores y celulares, aunque le tocará una dura batalla para adaptarse a las exigencias de su público.

Situaciones similares se vieron con la fusión de Facebook, Messenger, WhatsApp e Instagram bajo META, donde cada aplicación continuó con su base fiel de usuarios, pero incrementaron sus irregularidades e inconformidades.

A 18 años de su creación y 17 de su compraventa, YouTube continúa como la página de videos más solicitada y con mejor catálogo de la web. En 2022, fue el segundo sitio con más visitas, sólo detrás de su “jefe”, Google.

Para celebrar su décimo aniversario, YouTube lanzó un “A-Z” de su sitio, mostrando tendencias y categorías populares. La página más visitada para contenido audiovisual se inspiró en algunos de los estilos y usuarios más populares para su conmemoración. Fuente: YouTube.


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