"Culminó la madre Teresa una vida de entrega a los pobres" se leía el 6 de septiembre de 1997 en la primera plana de esta casa editorial. Su salud era noticia desde 1993, tras pasar días internada en un hospital de la India por malaria y problemas cardiacos.
Las monjas del convento que fundó en Calcuta informaron por teléfono que su corazón falló en dicho recinto, según comentó su médico personal en el Vaticano, Vincenzo Bilotta.
En aquella ocasión, la Sala de Prensa del Vaticano expresó que "en una muestra de profundo dolor", el Papa Juan Pablo II pasó el día en oración, puesto que se sentía "muy unido" a la monja que se inclinó ante el sufrir de "los desheredados de la tierra".
El mundo entero se conmovió al enterarse de la partida de "la pequeña monja de corazón grande", por el gran legado humanista que dejó y que permanece hasta hoy a través de su congregación.
Una vida entregada a ayudar a los más necesitados
Sus padres eran de origen albanés, ella nació en la antigua Yugoslavia el 26 de agosto de 1910. Al morir su padre cuando tenía apenas 8 años, su madre la educó en el camino de la religión, por lo que participaba en el coro de la Iglesia de su comunidad como soprano solista e incluso sustituía al director en su ausencia.
De pequeña se formó en una congregación mariana, pero pronto se interesó por la vida de los misioneros de Yugoslavia a quienes admiraba y hasta quería hacer lo mismo que ellos. A los cinco años hizo su primera comunión y al año la Confirmación, al cumplir los 12 ya quería ser religiosa.
A los 18 años ya había decidido ser monja y se alejó para siempre de su madre y de su hermana para seguir el camino religioso en Irlanda; para el 6 de enero de 1929 llegaría a la India. En un colegio mariano de Calcuta eligió el nombre religioso de Teresa y se dedicó 20 años a enseñar en el convento de Loreto, en una de las áreas más pobladas de Calcuta, las materias de historia y geografía; en 1944 se hizo directora del plantel.
La hambruna registrada en 1943 en Bengala, India, recrudeció la miseria y muerte, al igual que la violencia de origen musulmana e hindú registrada en 1946 que trajo consigo desesperación, en este marco su principal preocupación fueron los pobres y sin hogar de la India.
Nace la congregación de la caridad y luego los reconocimientos
En 1948 pidió ayuda al Vaticano para iniciar una congregación, pero la India atravesaba por su independencia y todo se dificultó. En 1949 inició con la formación de su congregación luego de que un grupo de mujeres se unieron a su labor y que pronto llamaron la atención de funcionarios hindúes.
Al inicio pidió donaciones, alimentos y suministros, ella misma dijo que le fue tan difícil que llegó a pensar en regresar a la vida conventual, pero que luchó para vencer la tentación y seguir el camino que Dios le había encomendado.
En 1950 se naturalizó india y, a la par que recibió educación como enfermera, se enfocó en los barrios más pobres para ayudar a personas sin hogar, a indigentes, a desnudos y hambrientos.
El 7 de octubre de 1950 el Vaticano le autorizó formar su congregación a la que llamó Misioneras de la Caridad que décadas más tarde fue creciendo en integrantes y organizaciones de ayuda. El apoyo internacional y de la misma Santa Sede tampoco se hizo esperar.
Para 1970 su fama ya era mundial y su trabajo le fue ampliamente reconocido a través del Nobel de la Paz en 1979 y por la misma India en 1980 al serle entregado el máximo galardón, el Bharat Ratina, luego vinieron más premios a nivel internacional.
Durante más de 45 años ayudó a enfermos, huérfanos y moribundos con apoyo de su congregación que pronto se extendió a varias partes del mundo.
Sin embargo, a la par de los reconocimientos, las polémicas y críticas hacia sus acciones no se hicieron esperar, pues al tiempo que recibía elogios también generó críticas de varios personajes e incluso del mismo Consejo Mundial Hindú, que la calificaron como reaccionaria y criticaron sus centros de atención.
Su corazón se cansó antes de su ímpetu, solo así se detuvo y murió a los 87 años en septiembre de 1997. Al año de su muerte se demostraron varios hechos inexplicables de personas desahuciadas que tuvieron una completa sanación y que se atribuyeron a la intervención de la religiosa, por ello casi dos décadas más tarde fue beatificada por el papa Juan Pablo II, su canonización la aprobó el actual Sumo Pontífice Francisco, en 2015, y se llevó a cabo en septiembre de 2016 en Roma, Italia.
En septiembre de 2017 la madre Teresa de Calcuta recibió el nombramiento de copatrona de la Arquidiócesis de Calcuta, India, junto con San Francisco Javier, quien ya lo era desde 1986.
Varias han sido las producciones cinematográficas, series, documentales y libros que han descrito la vida de esta mujer entregada a la ayuda y al consuelo de los más necesitados, también se hicieron estatuas de su figura que la representan en varios países para reconocer y recordar su labor.
- Fuente:
- Hemeroteca de EL UNIVERSAL e internet.
- Fotos de agencias