El Milagro Mexicano o también llamado Desarrollo Estabilizador abarcó de 1948 a 1975, es decir, los sexenios de los presidentes Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz.
Mandatarios que supieron aprovechar el impulso que tuvo la economía nacional, luego de la Segunda Guerra Mundial, para consolidar el mercado interno e insertar a nuestro país en el comercio internacional.
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En esta etapa, de la cual aún hay polémica acerca de la fecha exacta en la que se registró, pues varios afirman que fue de 1940 a 1970, se buscó fortalecer el mercado interno favoreciendo el consumo de productos hechos en México. Este crecimiento fue hacia adentro, pues nuestro país debía producir lo que consumía, es decir, se sustituyeron las importaciones.
Consistió en la industrialización de país, en la generación empleos, un incremento de créditos bancarios al sector privado mexicano, un tipo de cambio fijo y riquezas materiales requeridas por la población proporcionando mayores y mejores servicios asistenciales a la sociedad, según el artículo Tres modelos de política económica en México durante los últimos sesenta años; esto provocó una intervención del Estado sobre los bienes y servicios en la industria privada.
Fue por ello que, en 1960 también se registró la llamada mexicanización de la Industria eléctrica, paso esperado y celebrado por los mexicanos.
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Entonces se respiraba un aire de júbilo y progreso económico, mientras que las empresas extranjeras no llenaban las expectativas esperadas y sus inversiones eran insuficientes. El presidente Adolfo López Mateos encabezó la ceremonia, considerado por muchos el último paso para concretar la Revolución Mexicana.
Desde la década de los 40, el Estado Mexicano se esforzó por apoyar a la industria eléctrica; sin embargo, el crecimiento de este sector se había estancado en 1950 y aunque mantuvo un crecimiento, aún se consideraba en rezago. Hubo quienes estaban a favor y en contra, porque no se tenía la certeza de que, al pertenecer al Estado, el costo de la energía eléctrica pudiera ser menor para el consumidor.
Así la economía mexicana logró colocarse entre las potencias financieras de la época y con ello sorprender a varias naciones.
En este periodo se registró un crecimiento poblacional, sobre todo en las grandes ciudades del país, y se desarrolló infraestructura a gran escala como carreteras, escuelas, hospitales en beneficio social y de salud de los mexicanos; por ello surgieron instituciones como el IMSS y el ISSSTE, así como zonas de recreación como la hoy extinta Feria de Chapultepec y muchas importantes carreteras.
Entre 1947 y 1952 el PIB creció en promedio anual 5.7%
Para tener una idea de este crecimiento económico, tan sólo entre 1947 y 1952 el Producto Interno Bruto (PIB) creció en promedio anual en un 5.7%, mientras que en años anteriores había alcanzado hasta el 7.3%, gracias a la gran producción petrolera, de energía eléctrica, así como de las industrias de la construcción y manufacturera.
En cuanto a los precios en 1960 de algunos productos básicos, tomamos como referencia una plana de este periódico con anuncios del Centro Satélite, del estado de México.
La cebolla blanca estaba en 1.90 pesos el kilogramo, 50 tabletas de chocolate en 5.75 pesos, los calcetines de nylon para hombre a 7.90, mientras que el kilo de chuletas de res a 9.50 y el menudo, también de res, en 5 pesos el kilo, entre otros.
En materia de transporte, el pasaje de algunas rutas de camiones en la capital era de 30 centavos, según la página de Facebook La Ciudad de México en el Tiempo en la cual se compartió la foto de un autobús con dirección a Circunvalación que circulaba por las vías de Chapultepec, Nonoalco y San Juan de Aragón, cortesía de Antonio Vargas Maldonado.
Otro usuario cuestiona: “¿Quién no recuerda los pistaches que se compraban con 30 centavos?; “Yo tomaba diario el (camión) Peralvillo Tlaxpana para ir la secundaria 16 de Tlatelolco. El viaje más caro en camión salía en 50 centavos”.
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Con el paso de los años muchos criticaron el llamado Desarrollo Estabilizador, pues al no haber mucha competencia surgieron oligopolios, tampoco hubo una adecuada distribución de la riqueza, por lo cual no llegó a las poblaciones más vulnerables; se invirtió poco en el sector agropecuario y a la larga el problema estalló en la administración de Luis Echeverría.
Al final, el abuso de medidas proteccionistas hacia las empresas nacionales terminó por agotar el mismo modelo económico provocando un considerable endeudamiento externo.
- Fuentes:
- Hemeroteca EL UNIVERSAL
- Mochilazo En El Tiempo
