Texto: Elisa Villa y Susana Colin
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Miguel Ángel Garnica
Cerca de la Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente, mejor conocida como la TAPO , alguna vez descansaron los trenes de la estación San Lázaro , justo frente al barrio de La Candelaria de los Patos.
Ahí, entre 1979 y 1981, se erigió un palacio de tezontle, madera y cantera de 15 hectáreas y 150 mil metros cuadrados de construcción: el Palacio Legislativo de San Lázaro.
El proyecto del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez , en sus propias palabras, buscaba ser detonador del desarrollo urbano en la zona; sin embargo, no se logró. Su monumentalidad aún contrasta con las sencillas casas y unidades habitacionales que lo rodean.
Al celebrarse el Día de la Bandera, los alumnos de la estancia infantil de la H. Cámara de Diputados rindieron solemne homenaje al Lábaro Patrio, que se encuentra en la explanada del Palacio Legislativo de San Lázaro. Febrero de 1989. Archivo de EL UNIVERSAL.
Palacio legislativo poco antes de la toma de protesta de Andrés Manuel López obrador como presidente de la República, en 2018. Archivo de EL UNIVERSAL.
Esta historia comenzó a finales de los años 70, cuando los diputados sesionaban en el cruce de las calles Donceles y Allende , en el edificio que hoy alberga al Congreso de la Ciudad de México.
EL UNIVERSAL reportó en agosto de 1979 que el espacio de la entonces Cámara de Diputados era insuficiente: la Reforma Política de 1977 había incrementado el número de legisladores.
No era la primera vez que se intentaba construir un recinto para el Congreso de la Unión: durante el Porfiriato se comenzó un proyecto arquitectónico en línea directa a Palacio Nacional , siguiendo la calle de Madero y luego Juárez, según el libro 35 aniversario. Palacio Legislativo de San Lázaro.
La Revolución interrumpió su construcción, inspirada en el Capitolio de Washington, la cual se retomó años más tarde para convertirla en el actual Monumento a la Revolución.
La avenida Juárez en los años veinte. Al fondo se alcanza a ver la estructura inconclusa del fallido Palacio Legislativo, hoy Monumento a la Revolución. Esta animación aventura cómo luciría el edificio si se hubiese terminado de construir: https://youtu.be/Va7B3lPyJ_Q. Imagen: Colección Villasana - Torres.
El nuevo proyecto de finales de los 70, también se ubicó en línea recta al Palacio Nacional, pero hacia el oriente , a través de la calle de Corregidora . Los terrenos elegidos para tal fin fueron por casi 100 años los patios de maniobras de la estación del Ferrocarril Interoceánico San Lázaro.
Para ese entonces, el área era un espacio ocupado por viviendas de madera y lámina donde residían extrabajadores del ferrocarril.
Casas ubicadas dentro del terreno actual del Palacio Legislativo de San Lázaro, 1980. Archivo de EL UNIVERSAL.
Fragmento de un mapa de 1907. Donde ahora se localiza el Palacio Legislativo de San Lázaro, marcado con un rectángulo azul, fue por muchos años uno de los patios de maniobras del tren que conectaba a la capital con los pueblos del Volcán. El Palacio Nacional está señalado con un círculo.
“Sobre esta tierra que olía a tren , sobre esta tierra con pedazos de vías por todas partes, desde donde se veía la Torre Latinoamericana, los hombres trabajan a destajo”, se escribió en este diario la Nochebuena de 1979.
Las obras continuaron hasta 1981 , año en que por primera vez se utilizó el recinto. Aunque el plan original contempló las Cámaras de Diputados y de Senadores, sólo se logró la primera a causa de las crisis económicas de los años ochenta, afirmó Pedro Ramírez Vázquez en el texto El Palacio Legislativo de San Lázaro.
Según el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez la cimentación se realizó por sustitución, aunque en algunas partes fue necesario hincar pilotes a 25 y 30 metros de profundidad para controlar movimientos, pues la zona fue parte del lago de Texcoco. Fotografía tomada del libro "Palacio Legislativo de San Lázaro: XXX Aniversario". Se distinguen dos niños con carretilla entre los obreros. Acceso: https://bit.ly/2FYZVbS
Imágenes de la construcción del Palacio Legislativo en cuestión, 1980. Meses después se advertía sobre la presencia de cuerpos de agua bajo los terrenos del recinto: "en algunos sitios es posible encontrar agua a 1.50 metros de profundidad. Es una superficie relativamente débil. Sin embargo, la estabilidad de la construcción está garantizada”, publicó esta casa editorial durante la construcción del recinto. Foto: Archivo de El UNIVERSAL.
“La construcción del Palacio Legislativo en el área comprendida entre Morazán, Zaragoza y Francisco del Paso, dará pie a la remodelación integral de la zona, especialmente en la calle de Corregidora, avenida que unirá en forma directa a los palacios nacional y legislativo”, se escribió en una nota de este diario el 5 de abril de 1980.
Una inauguración que no fue inauguración
Mientras los ferrocarrileros despedían con tristeza los terrenos que por muchos años fueron sus áreas de trabajo, los legisladores cerraban las puertas de la antigua Cámara de Diputados en una sesión poco memorable, según las crónicas de EL UNIVERSAL.
Era el lunes 31 de agosto de 1981 y las luces se apagaron dejando atrás 70 años de historia que pasaron inadvertidos por los funcionarios públicos. Los diarios de la época reportaron que la última sesión fue “gris, fría e indiferente”.
La antigua Cámara de Diputados, donde ocurrieron hechos trascendentales como la expropiación petrolera, el voto femenino, la declaratoria con la que México entró a la Segunda Guerra Mundial, la expedición de la Ley Federal del Trabajo, entre otras cosas. Colección Villasana - Torres.
Al día siguiente, el 1° de septiembre de 1982, el presidente José López Portillo, dio su penúltimo informe de gobierno ya en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Desde Palacio Nacional, a través de la calle-corredor Corregidora, el auto descubierto —flanqueado por cadetes del Colegio Militar — atravesó el oriente del Centro Histórico para llegar al nuevo recinto de la Cámara de Diputados, aún en construcción.
“Por el cine “Mundial” , en Corregidora [...] El Presidente pasó por ahí. Por el barrio de los judíos que explotan a las costureras. Por el almacén de los estambres. Por las viejas boneterías que venden encaje de espiguilla o de bolita y broches. Y agujas. Y alfileres de cabecita ”. Así relató este trayecto el periodista de EL UNIVERSAL, Miguel Reyes.
Las notas en su libro Mis Tiempos (publicado en 1988), dan cuenta de los pensamientos que tuvo durante aquel informe de gobierno:
“Fue un documento particularmente importante y delicado. Tenía que informar sobre los efectos en nuestra economía, de la baja en el precio del petróleo y el alza de los intereses, con objetividad, pero cuidando no desalentar a la sociedad; no precipitarla en el desánimo”.
Juan Arvizu, periodista y cronista de este diario, recuerda que estuvo en San Lázaro el día del informe, pero el edificio no le causó asombro alguno: “Era como algo más; estábamos en tiempos de grandes construcciones ”.
Su admiración comenzó cuando pudo entrevistar, vía telefónica, a Pedro Ramírez Vázquez, el arquitecto .
Algunas de las cosas que Arvizu resalta de la construcción son: el mural de la fachada principal de José Chávez Morado, “Pluralismo Político”, los relieves de maderas finas del vestíbulo , y la alineación al interior del sala de sesiones (la sala principal de debates):
“Si te paras en la entrada principal, hacia adentro del recinto está el pasillo, la mesa directiva , la tribuna , que es donde se para el presidente a leer su informe. Para que llegues ahí debes subir escalones, lo que es una concepción de poder , metáfora de una pirámide; hasta arriba está el tlatoani”, afirma el cronista.
La tribuna del Palacio de San Lázaro, septiembre de 1993. Archivo de EL UNIVERSAL.
El candil
del recinto es un ejemplo de la predilección por las grandes obras. Nació como reproducción del original en la antigua Cámara, aunque éste no es de cristal cortado, sino de acrílico ligero para evitar problemas de carga en el techo. Tiene 490 prismas cada uno de 19 kilogramos de peso y está suspendido a 25 metros de altura.
El candil central causó alarma durante el terremoto del 19S y fue removido temporalmente por seguridad de los legisladores, de acuerdo con una nota publicada por esta casa editorial. Acceso: https://bit.ly/2kLhMvf. Fotografía del 12 de febrero de 2014. Archivo EL UNIVERSAL.
La fiesta que caracterizaba al día del anual Informe Presidencial se trasladó a esta zona de la Ciudad.
Arvizu recuerda el recorrido: el presidente salía de Los Pinos hacia la plaza de Tlaxcoaque , donde se colocaba la banda presidencial y abordaba un automóvil convertible de lujo que lo paseaba por la calle 20 de noviembre hasta Palacio Nacional.
Luego, en línea recta por la calle de Corregidora , se dirigía finalmente al Palacio Legislativo .
Este recorrido era televisado en tiempo real, una procesión donde el mandatario saludaba a los cientos de trabajadores que le lanzaban ovaciones y papelitos de colores.
Así lo refiere María Luisa Espinoza, vecina de la zona:
“Por aquí pasaban los presidentes, vimos a López Portillo , De la Madrid y a Salinas . Unos días antes venía el Estado Mayor , cuando existía. Se subían a las azoteas y no nos permitían subir a nosotros. Cerraban las calles y el metro, era un búnker”.
Un día, caminaba a su casa desde la estación del Metro Morelos y al llegar a su calle notó que estaba cerrada. “Me tuve que chutar el informe [parada en la calle]. Así se las gastaba el Estado Mayor Presidencial”, recuerda.
Sólo ese día y en ese corredor, el barrio parecía otro ; pintaban las paredes, arreglaban las ventanas, “era una escenificación. La estructura clientelar se repartía los espacios para llevar acarreados: de aquí a allá le toca al líder de los boleros , de allá a tal lugar al líder de los vendedores de boletos de lotería , etc.”, afirma Juan Arvizu.
El circo político
En el 35 aniversario del Palacio Legislativo, Pedro Ramírez Vázquez escribió:
“En los accesos a la galería se han puesto plantas y un surtidor de agua, con el propósito de transmitir un ambiente sedante . Suponemos que los asistentes entran apasionados , deseosos de hacer oír su opinión, de manifestar su aprobación o rechazo a las propuestas. Por ello, se ha creado una atmósfera que facilite un estado de ánimo más sereno”.
El nuevo recinto representó un cambio no sólo de lugar, sino también de dinámicas en su interior, como refiere Juan Arvizu.
“La gente [los legisladores] se apasiona. Es un lugar tan grande, tan grande que puedes exteriorizar y decir muchas cosas, se convierte en un lugar de gritar ”. En los casi 20 años que lleva cubriendo diariamente los sucesos del Congreso de la Unión ha estado presente en sucesos históricos.
“Imagínate a un gordote dando de manotazos, poseído por la ira y rodeado de reporteros”. Así describe el periodista a Manuel J. Clouthier, entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial cuando, un primero de septiembre de 1982, José López Portillo anunció la nacionalización de la banca.
Diputados panistas y perredistas quienes defendían cada grupo la toma de la tribuna, unos para la toma de protesta de Felipe Calderón, como presidente constitucional y otros para evitarla. Noviembre de 2006. Archivo de EL UNIVERSAL.
No siempre fue así. En los tiempos en que el PRI tenía el control casi total del Congreso, relata el periodista, todo era uniforme: todos hombres , vestidos de negro , coordinados en aplausos, monolíticos , adiestrados pero con vocación política.
A partir de la Reforma Política de 1977, continúa, se abrió el espacio a líderes de izquierda , llegando así la pluralidad . Con el tiempo la oposición fue creciendo, trayendo consigo otras formas de manifestaciones: mantas , gritos , tomar la tribuna . “Muchos decimos que esto es un circo . Es una actuación”.
Aquello que disparó a la oposición, aventura Arvizu, fueron las acusaciones de fraude electoral contra Cuauhtémoc Cárdenas , en 1988.
Disturbio de la bancada panista con la bancada perredista por la toma de la tribuna de ambos partidos, noviembre del 2006. Archivo de EL UNIVERSAL.
Otro de los hechos relevantes dentro de este recinto fue una explosión ocurrida en mayo de 1989 . Jesús Fonseca, entonces fotógrafo de EL UNIVERSAL, tiene recuerdos que permanecen intactos en su memoria.
“Estuve desde antes de la inauguración para ver la estructura de hierro. Está revestida con concreto y otros materiales; es una estructura muy fuerte ”, dice. Pero la resistente estructura quedó severamente dañada debido a una explosión que vino de la parte baja del recinto, aunque la versión oficial dijo que se había tratado de un incendio .
“Ahí estaban resguardadas las boletas de la sucesión presidencial [ de 1988]. Se supone que querían destruir la evidencia para que no hubiera forma de acceder a ellas”, refiere.
Imágenes posteriores al incendio del recinto, en 1989. Archivo de EL UNIVERSAL.
Para el señor Fonseca, no fue coincidencia que unos días antes de la explosión, a la entrada de la Cámara fuera detenido un hombre que quiso entrar al recinto con una bomba en un maletín , por la puerta de acceso para la prensa.
“Tomé una fotografía donde están deteniendo a ese tipo, habiendo sesión. Afuera había una protesta donde estaba Cuauhtémoc Cárdenas . Todo estaba maquinado para que si estallaba esa bomba, pues, ¿quién sería el culpable? ”.
Entonces suspendieron la sesión sin dar explicaciones. Mientras tanto, al señor Fonseca lo buscaron de distintos medios, pues asegura que él fue el único que tomó una fotografía del hombre detenido. “Aunque siempre nos ayudamos unos a otros, esa foto fue exclusiva y nadie más la tuvo”.
En 1986 EL UNIVERSAL donó a la Cámara de Diputados la rotativa llamada “La Constituyente”, aquella que imprimió por primera vez algunas de las páginas de la Carta Magna en 1917. La máquina aún se conserva en el recinto.
En la actualidad, San Lázaro sigue funcionando como Palacio Legislativo, sede de la Cámara de Diputados en sesiones ordinarias y del Congreso de la Unión (diputados y senadores) durante los informes y tomas de protesta de los presidentes.
Su barrio vecino, La Candelaria de los patos , sigue siendo una zona popular y peligrosa, a pesar de que en múltiples ocasiones se afirmó que se rehabilitaría.
“Al final hubo mejoramiento pero en esta área, desde el Congreso de la Unión hasta Palacio Nacional, no. Cruzas la avenida y esa zona te da ñáñaras ”, afirma Juan Arvizu.
San Lázaro ya no es la estación del ferrocarril donde viajaba todo el pueblo. Es el palacio donde sólo entran unos cuantos . Aunque la construcción fue diseñada para mirar hacia las colonias populares, “parece que los que están adentro del palacio no se dan cuenta de la pobreza aunque la tienen enfrente todo el tiempo, es su vecina ” opina el periodista.
Durante una manifestación, una niña reposa sobre las escaleras frente al Palacio Legislativo de San Lázaro, noviembre de 1987.Archivo EL UNIVERSAL.
Nuestra foto principal muestra al presidente José López Portillo tras su penúltimo informe de gobierno, en 1981. Las fotografías comparativas son del interior del sala de sesiones del recinto. Todas pertenecen al acervo de este diario.
Para saber más sobre esta zona de la ciudad, te recomendamos leer estos Mochilazos en el tiempo:
Fuentes:
Entrevistas a Jesús Fonseca, Juan Arvizu, María Luisa Espinoza y otros habitantes de Candelaria de los Patos.
“El Palacio Legislativo de San Lázaro” (2003) de Pedro Ramírez Vázquez.
“San Lázaro, una sede para el legislativo” (2016) de Adriana Konzevik y Gabriela Vélez en 35 aniversario. Palacio Legislativo de San Lázaro.
Palacio Legislativo de San Lázaro: XXX Aniversario.
Mis tiempos
, de José López Portillo.
Hemeroteca y Fototeca de EL UNIVERSAL.