Texto: Ruth Gómez y Carlos Villasana
Uno de los pasatiempos que hemos compartido por generaciones es llenar los álbumes de estampas . Existen aquellos de caricaturas, de fútbol, de películas o de animales, por lo que cualquiera podría tener la posibilidad de elegir en cuál de ellos quería invertir, y decimos invertir porque una vez adquirido el álbum, lo que seguía era comprar las estampas.
El llenado de álbumes es una actividad que pasa desde lo individual hasta lo colectivo, es decir, inicia con una persona comprándolo con la intención de dejarlo completo, hasta el intercambio de estampas con otras personas dispuestas a hacer un trueque o venta de las estampas faltantes.
Sócrates Vera, cronista de la alcaldía Gustavo A. Madero, comenta que su primer acercamiento con un álbum fue en su infancia: “Abrirlo, hojearlo y ver los textos que en los lugares de las estampas tenían algunas ediciones. Era emocionante ir visualizando qué estampas podían venir; si eran sencillas o dobles y luego, poco a poco, ir comprando los sobres y abrirlos para ver qué te había tocado”.
Estampas de Dragon Ball Z con sus sobres. Cortesía del Grupo de Coleccionistas de álbumes clásicos y actuales de México. Crédito: Santiago Reyes.
Aunque claro, el inicio era muy similar para todos: Las estampas de los primeros sobres siempre servían. Recuerda que con el paso de los días, las estampas ya se empezaban a repetir y venía la emoción de encontrar quién quería intercambiarlas contigo o cuando aparecían las “difíciles”, las últimas que faltaban en tu álbum.
Cuando se canjeaban con amigos era común que el que ofrecía las pasaba rápido, mientras que el interesado que buscaba con ansia una estampa nueva decía: “ya, ya, ya, ya…”, o bien “no, no, no…”, cuando por fin aparecía alguna que no se tenía y que se tomaba con emoción para integrarla lo más pronto posible al álbum.
En el aniversario 80 del personaje Batman, la editorial Panini sacó a la venta un álbum.
Sócrates compró sus primeros álbumes en la tiendita de la esquina de su primaria, aunque también a través de repartidores de refrescos, pues las empresas imprimían álbumes que se podían conseguir con el canje de corcholatas, como uno de ciencia de una marca de refrescos o un álbum de banderas que fue iniciativa de una marca de pastelillos.
“Esas imágenes estampadas en las nuevas “plastilatas” de la época, las conseguías comprando tus refrescos o haciéndote amigo del encargado de la tienda que te permitía tomar las “fichas” o tapas de las grandes “hieleras” donde se ponían los refrescos a enfriar con bloques de hielo y en donde había un aditamento colector con su destapador incorporado en donde caían las corcholatas cuando se abría alguno para consumirse ahí mismo”, compartió el cronista.
Tapas de refrescos con imágenes coleccionables en la parte superior. En décadas pasadas las chorcolatas tenían figuras por dentro y eran de bebidas gaseosas en embases de cristal. Crédito: Óscar Larranga.
Sin embargo, había álbumes que contenían sus propias estampas, como la colección del “Libro de Oro de Estampas” de Editorial Novaro.
Entre sus álbumes preferidos estaban el de “Animales Jóvenes”, “Carnaval” de Hanna-Barbera y uno de actores de televisión y cine, en el que se podían encontrar desde Jaqueline Andere, Ricardo Blume, Graciela Mauri, así como todos los actores de “Hechizada”, “Mi Bella Genio”, de la
“Familia Adams”, de “Los Monsters”, Batman y muchos artistas más. Uno que quería tener pero nunca lo logró, fue el llamado “Amor es…”.
El álbum de “Amor es…” presentaba distintos aspectos de la vida y los detalles que debe tener la pareja entre uno y otro para mantener vivo el amor. Los simpáticos personajes lucen desnudos. El lugar para pegar cada estampa estaba adornado con un singular marco de flores. Foto: Carlos Mejía/EL UNIVERSAL.
Álbum de los personajes de Hanna-Barbera. Benito de la pandilla de Don Gato, Pedro Picapiedra y el Oso Montañés, entre varios otros. Cortesía Sócrates Vera.
En el ritual del intercambio, siempre había partes interesadas en conseguir una estampa faltante, por lo que se tienen que establecer acuerdos para cambiar o, en caso de las estampas más difíciles de conseguir, aceptar que tenían un valor más alto y para tenerla, había que dar más de dos, cinco o más:
“Así empezabas a captar la importancia de la oferta y la demanda. También había volados y pago en efectivo, pero esa es otra historia”, dijo.
Para Sócrates, los álbumes de estos tiempos son muy diferentes a los de su época, tienen distintas portadas, dibujos y hasta colores. Además, las redes sociales siempre permiten encontrar a gente con el mismo pasatiempo que tú y pactar intercambios de estampas de manera más fácil y desde la comodidad de tu hogar.
Álbumes de décadas recientes. Los temas son tan variados como de Dinosaurios o de películas que se hicieron muy populares entre chicos y grandes. Cortesías: Tamara Fontecilla y Roberto Ruiz.
Sin embargo, los álbumes siguen generando el mismo interés que hace décadas. Niños y niñas siguen buscando llenar los álbumes de las caricaturas de moda y, por otro lado, personas adultas han encontrado también en las redes sociales un lugar en el que puedan platicar sobre los álbumes que algún día tuvieron y quizás la posibilidad de conseguirlo en caso de ser significativo para ellos.
Álbum del popular programa de televisión "La Familia Telerín", que inició en España en 1964 y logró difusión por Latinoamérica. Colección Carlos Villasana.
En un sondeo hecho por Mochilazo en el tiempo a 25 personas, todas afirmaron haber tenido al menos un álbum de estampas cuando estaban en la primaria o la secundaria, pasatiempo que compartían con sus familiares o amigos de la época.
Colecciones de álbumes de Historia Natural, Árboles y Ecología. Cortesía Sócrates Vera.
Ana Segoviano dijo que aún tiene el hábito de comprar álbumes. Entre sus primeros álbumes estuvieron uno de la primera película de Harry Potter o de una caricatura llamada “Precious Moments” y que recientemente compró una compilación también de las películas de Harry Potter:
“Me gusta mucho todo el proceso de comprar los sobres, abrirlos, acomodarlos y pegarlos, como que me da paz y me clavo mucho en buscar las estampas que faltan. Llenarlo me da mucha alegría”.
Es común que algunas marcas comerciales patrocinen álbumes como este de banderas de una muy conocida fábrica mexicana de pastelillos Cortesía. Sócrates Vera.
Para Roberto Ruiz la emoción empezaba desde el primer sobre, que costaba entre 2 o 3 pesos, y que él compraba con una señora que vendía dulces. Dice que en su experiencia siempre le pareció tener mucha suerte cuando, en la primaria, sus amigos estaban llenando el mismo álbum que él porque “era más fácil hacer trueque”.
Recuerda que por la primaria luego había cartulinas que decían “si tienes este álbum, a tal hora vamos a intercambiar estampas”, lo que te permitía conocer a otras personas.
"Los caballeros de zodiaco" fue una caricatura que tuvo muchos televidentes en la segunda mitad de los 80, aquí un álbum de sus personajes. Cortesía Grupo Coleccionistas de Álbumes Clásicos, antiguos y actuales de México. Crédito Rosalía Hernández
El personaje de Ben 10 y su reloj, caricatura que surgió en 2005, también fue motivo para la creación de un álbum de estampas coleccionables. Cortesía: Tamara Fontecilla.
En entrevista menciona que él solía llenar más de un álbum al mismo tiempo, por lo que tenía una cajita donde guardaba sus estampas repetidas y éstas estaban separadas por álbum:
“A veces, por la emoción de abrir el sobre, rompí algunas de las estampas. Recuerdo que se tenían que agitar porque las estampas estaban como muy justas y el agitarlo ayudaba, pero a veces pues no salía el truco y sí rompías varias… Me llegó a pasar con repetidas, pero también con estampas que no tenía”, recuerda con emoción.
Una de los aprendizajes que los álbumes le dejó a Roberto es el tomar decisiones para administrarse: “me daban 10 pesos para el receso, entonces desde ahí decido qué tanto gasto para comida y cuánto para mis gustos que, en ese tiempo, eran mis sobres de estampitas”.
Deportes como el Futbol es un buen tema para coleccionar estampas con el rostro de los jugadores. Grupo Coleccionistas de Álbumes Clásicos, antiguos y actuales de México. Crédito García Leo.
Este cuadernillo de estampas de automóviles salió a la venta en el año 2002. Cortesía Tamara Fontecilla.
- Fuentes:
- Sócrates Vera, cronista de la alcaldía Gustavo A. Madero.
- Ana Segoviano, gestora cultural.
- Roberto Ruiz, administrador.