Este diario publicó en su primera plana el viaje al espacio de la primera mujer cosmonauta. Las notas resaltaron comentarios de su valentía y coraje. 1963. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Texto: Miguel Ángel Teposteco Rodríguez
El viaje de una mujer al espacio causó toda clase de comentarios y polémicas cuando a sus 25 años, la teniente Valentina Tereshkova se convirtió en la primera en viajar al espacio y aún mantiene el título de haber hecho el primer viaje en solitario.
El 16 de junio de 1963 sobrepasó la atmósfera y salió de la tierra en la nave Vostok 6. Su misión fue dar 48 vueltas al globo terráqueo en un plazo de tres días, a la par de un vuelo gemelo pilotado por Valery F. Bykovsky. Con el nombre clave de “gaviota” o “chaika” en ruso, ella se convirtió, además, en el ser humano más joven en salir del planeta.
EL UNIVERSAL consignó que la astronauta era de origen proletario, pues laboró en una fábrica textil, y además era paracaidista por afición, lo cual fue fundamental para su elección entre 400 candidatos, además de ser miembro del Partido Comunista.
En las planas de este diario se lee que los cosmonautas soviéticos que precedieron a la cosmonauta la felicitaron diciendo: “Ahora tenemos una hermana del espacio. Todos tus amigos te abrazan tiernamente. Estamos orgullosos de usted. Hasta que nos reunamos en la Tierra” decía un radiograma enviado a la nave de la Tereshkova.
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La nota de EL UNIVERSAL de junio de 1963 en primera plana describió como fue el viaje de la rusa Valentina, así como los mensajes que envió desde el espacio y la polémica que causó que una mujer participara en estas misiones. En el recorte de periódico actual se observa a la joven ingeniera Katya Echazarreta, quien se convirtió, también en un mes de junio, pero de este año, en la primera mujer mexicana en realizar un viaje espacial. Ambas imágenes son de la Hemeroteca de EL UNIVERSAL.
El primer cosmonauta soviético Yuri Gagarin no se quedó atrás y expresó en Radio Moscú que “la hazaña de la astronauta es un regalo ofrecido a todas las mujeres del mundo” y que Valentina tenía en el más alto grado las virtudes de coraje y resistencia.
Dijo que la conocía desde hacía un año, cuando fue admitida a la escuela de cosmonautas y que nunca la vio desanimarse después de algún fracaso.
Visiones encontradas entre rusos y estadounidenses
En plena Guerra Fría y la carrera espacial, Estados Unidos mantuvo firme su postura de no lanzar una mujer al espacio en mucho tiempo y pese a la euforia mundial las notas de aquel junio del 63 señalaban que “prevalece la impresión de que al espacio cósmico solo deben ir los hombres”.
La Dirección Nacional de Aeronáutica estadounidense “nunca ha dado autorización oficial para que una mujer participe en el programa” de naves tripuladas. Para entonces al menos una docena de pilotos femeninos habían “salido airosas de los exámenes físicos que se requieren para aspirar a ser cosmonauta”.
“Navegan cerca, uno del otro, los dos cosmonautas”, se lee en la nota principal de esta plana de 1963. También se observa a una multitud rusa festejando el lanzamiento de la primera mujer astronauta, quienes sostienen carteles con fotografías de Valentina. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Los cables informativos referían que la joven Jeri Cobb varias veces había comparecido ante el Congreso con dicho propósito, sin lograrlo. En tanto que un funcionario de la Dirección de Aeronáutica declaró que “lo enferma oír hablar de disparates de cosmonautas femeninas al espacio”.
El elogio que la agencia rusa TASS publicó por el viaje de Valentina fue todo lo contrario a las expectativas norteamericanas, al decir que “su proeza ha eclipsado la fama de todas las mujeres más populares de la Tierra… nunca, en ningún país del mundo, mujer alguna alcanzó tal altura… esto es explicable igualmente al espacio y al estado social de la mujer en la Unión Soviética…la igualdad en la Tierra continúa en el espacio”.
El asombro por el lanzamiento de la primera mujer al espacio provocó que una niña rusa nacida en la casa de maternidad Kazakhstan, justo en el momento en que la astronauta fue lanzada al espacio, llevara el nombre de Valentina, según informó en su momento Radio-Moscú.
Tampoco faltaron en la prensa los rumores de idilios amorosos entre Tereshkova y el único compañero soltero de la tripulación, incluso de propuestas matrimoniales cuando regresara a la Tierra.
Mejor adaptación de las mujeres a la tensión de los vuelos cósmicos
Parte de la discusión que generó el viaje fue comprobar si había diferencias entre los efectos del espacio entre hombres y mujeres. “Adaptándose mejor las mujeres a los vuelos cósmicos” decía uno de los titulares de los textos publicados por el periódico. La afirmación era del científico alemán Heinz Kaminski, director del Instituto de Investigación de los Satélites y Espacio de Bochum, Alemania.
“La actitud fisiológica y psicológica de las mujeres es evidentemente diferente a la de los hombres”, dijo, “es obvio que deben responder mejor ante la enorme tensión de estar en órbita”. El científico argumentaba que esta hipótesis ya se sospechaba desde la “medicina clásica” y que los viajes espaciales la confirmaban.
Notas publicadas el 17 de junio de 1963 relatan que la adaptación de las mujeres a los vuelos cósmicos es mejor que la de los hombres. En esta plana se observan también fotos del teniente coronel ruso Valery F. B, quien fue enviado fuera de la Tierra el 14 de junio, dos días antes que Valentina. La información dice que la mujer trataría de reunirse con él en el espacio. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
En la actualidad se sabe que las afectaciones son similares a nivel fisiológico entre mujeres y hombres. No obstante, sí se discuten los retos que presenta la menstruación en los vuelos en órbita, como cuestiona Varsha Jain, ginecóloga espacial, en entrevista para la BBC.
Los mensajes desde el espacio
Ya en órbita, Tereshkova tuvo una conversación con el primer ministro de la URSS, Nikita Khrushchev: “Hemos comenzado con Bykovsky nuestro vuelo cósmico gemelo. Entre las dos naves se ha establecido una comunicación radiofónica segura”. “Nos encontramos perfectamente”, aseguró.
El líder soviético expresó estar muy contento por el éxito de la teniente: “me siento orgulloso, paternalmente, de que una hija nuestra, una hija de los ‘soviets’, sea la primera que vuela en el espacio, en posesión de los medios técnicos más perfeccionados”. “Es el triunfo de las ideas de Lenin”, sentenció.
Finalmente, ella agradeció a los soviéticos por sus votos. “Yo le aseguro, Nikita Khrushchev, que haré todos los esfuerzos posibles para llevar a cabo mi misión”. “Hasta la vista y pronto en nuestro suelo soviético”.
El revuelo de este viaje fue tal que la reina Isabel II de Reino Unido expresó sus felicitaciones a la cosmonauta: “Deseo expresar a vuestra excelencia (Nikita Khrushchev) y a Valentina Tereshkova, mis felicitaciones más cordiales por su hazaña como primera mujer en el espacio. Le deseo un vuelo sin incidentes”.
La primera mujer cosmonauta, la rusa Valentina Tereshkova (izq), toma del brazo a la primera astronauta surcoreana y estudiante de ingeniería de biosistemas, So-Yeon Yi, antes de embarcar en el cochete ruso Soyuz, en el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, 8 de abril 2008. La joven realizó un pequeño vuelo junto a sus compañeros de tripulación. Crédito: Agencia EFE.
Al volar sobre la Unión Soviética, la misma Terechkova hizo llegar un mensaje: “A bordo de la nave cósmica Vostok 6 dirijo mi saludo y mis mejores votos al pueblo soviético, pueblo creador del porvenir, así como a todas las mujeres soviéticas.
Cuando la nave sobrevoló África dijo: “Mensaje cordial a los pueblos africanos” deseándoles paz y felicidad.
La agencia rusa TASS informó también que antes de emprender el viaje expresó su gratitud al Comité Central del Partido y al gobierno ruso, así como al pueblo, por la misión de confianza…”estoy contenta de que yo ciudadana soviética, haya sido llamada a ser la primera mujer del espacio”.
Durante los tres días que duró el vuelo soportó fuertes jaquecas, náuseas y dolor de cuello por el peso del casco, lo cual no impidió que realizara su misión con éxito, pese a que su nave presentó problemas al momento de regresar a la Tierra, situación que corrigió sobre la marcha.
Así, la rusa protagonizó el doceavo viaje espacial que realizó la humanidad, luego de esta misión pasaron 19 años para que otra mujer saliera en un vuelo fuera de la Tierra. Más tarde Valentina estudió ingeniería, se tituló en 1969 y en décadas recientes, a sus más de 70 de edad, externó su interés por ir al planeta Marte, aun cuando el viaje fuera sin regreso.
Así, la valentía y determinación de la Tereshkova abrió el camino para que otras mujeres llegaran al espacio, como la física estadounidense Sally Ride, la pilota rusa Svetlana Savítskaya y la joven mexicana Katya Echazarreta , quien ascendió fuera de la tierra el pasado 4 de junio.
Al terminar su viaje al espacio, la ingeniera mexicana Katya Echazarreta compartió en redes sociales: “El espacio es hermoso y la Tierra es la mejor vista”. Foto tomada de Twitter.
Fuentes:
- Museo Nacional de Ciencias Naturales de España: https://www.mncn.csic.es/es/quienes_somos/presentacion
- Cómo los viajes espaciales afectan de manera diferente a mujeres y hombres según una ginecóloga de la NASA: https://www.bbc.com/mundo/noticias-50139703