Texto: Carlos Villasana y Ruth Gómez

Uno de los géneros teatrales preferidos en México son los musicales ; los motivos son diversos y van desde la trama, la música, el baile o la mezcla de todos. Muchas generaciones han sido marcadas por un musical y, en algunos casos, el gusto se ha ido transmitiendo de generación en generación.

Para comprender un poco más sobre este género, nos acercamos a Daniel Escoto, maestro en Historia del Arte por la UNAM, doctor en Comunicación por la Ibero e integrante del Consejo Ciudadano de Radio y TV UNAM, quien habló del desarrollo de este entretenimiento en México.

Como punto principal platicó que tanto los musicales como las “ óperas rock ” cuentan con una trama con música, se auxilian de elementos teatrales y probablemente la diferencia más clara entre una y otra — aunque tenue— es que en las óperas rock no hay partes donde los personajes “hablen”, todo es interpretado a través de canciones que generalmente se acercan a lo que se conoce como el género rock de la música y sus características. En su composición original tanto Jesucristo Superestrella o Evita fueron pensadas como óperas rock.

En cambio, en los musicales existen canciones de diversos géneros como pop, dancehall, pueden tener partes habladas o recitadas, en las historias de la ópera las partes habladas pueden aparecer o no, dependiendo del contexto de la trama, pero en los musicales está bastante normalizado. Algunos musicales con fama mundial son Cats , Sunset Boulevard , El Fantasma de la Ópera , Anita la huerfanita o Mame .

“Una diferencia importante radica también que, en sentido sociocultural, la ópera desde hace mucho se asocia a una noción de alta cultura , mientras que el musical es primordialmente cultura popular en el imaginario, y con él sus hits . No hay que perder que nada de esto es esencialmente alto o bajo, pues se ha estudiado que la ópera fue, por ciertos momentos de su historia, un espectáculo para todas las clases sociales”, narró el experto.

En el siglo XX, el teatro musical tomó fuerza en Inglaterra con el West End en Londres y en Estados Unidos en Broadway , Nueva York y para 1940 se empezaron a consolidar hitos culturales del género como: Oklahoma! (1943), Annie Get Your Gun (1946), The King and I (1951), My Fair Lady (1956), West Side Story (1957), The Sound of Music (1959), Gipsy (1959), Fiddler on the Roof (1964), Man of La Mancha (1965) y Cabaret (1966), por mencionar solo algunos.

Nuestras imágenes comparativas son: el antiguo un recorte de la nota de cobertura publicada en  EL UNIVERSAL sobre dos montajes de “Jesucristo Superestrella” en México,  el primero en 1975 y el otro en el 2020, en ambas ocasiones un éxito entre los espectadores. Crédito: Archivo /EL UNIVERSAL. Diseño web: Luis Morales Méndez

Las obras de teatro donde no hay diálogos, solo rock
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Su llegada a México

Las obras de teatro donde no hay diálogos, solo rock
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  1. Hemeroteca de EL UNIVERSAL
  2. Daniel Escoto, maestro en Historia del Arte por la UNAM y doctor en Comunicación por la Ibero; forma parte del Consejo Ciudadano de Radio y TV UNAM.


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