Postal de 1972. Edecanes posan poco después de la inauguración de la línea Azcapotzalco hacia el Metro Chapultepec. Destaca una unidad del trolebús marca "Brill" estrenando su nueva cromática naranja. INAH/SINAFO.
Texto: Carlos Villasana
La presencia de mujeres uniformadas en estaciones del naciente Sistema de Transporte Metro y en varias rutas del trolebús buscaba dar otra imagen de modernidad y seguridad a estos servicios, lo que ganó la atención y tuvo éxito entre los usuarios.
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Entre las diferencias evidentes pero trascendentes que hay entre los primeros cuerpos policiacos de mujeres y los actuales, se distingue el moderno uso de uniformes con pantalón, sin duda más adecuados para sus actividades, como se ven en esta imagen de las llamadas "Ateneas" de la CDMX. Fotos: Archivo EL UNIVERSAL.
De acuerdo con el libro del gobierno capitalino “La gran ciudad: 1966 -1970”, justo en marzo de 1969 se creó la policía femenina en el entonces llamado Distrito Federal:
“Entre las más originales disposiciones tomadas por el Departamento del Distrito Federal, figura la creación del cuerpo femenino de vigilancia y protección, que desde marzo de 1969 comenzó a funcionar en el bosque de Chapultepec”.
La misma publicación describe que a pesar de que se auguraban dificultades “el éxito fue completo”. El secreto radicaba en la formación de las vigilantes, pues se explica que se trataba de “Jóvenes adiestradas en el arte defensivo: karate y judo”.
Una de las zonas que cubrió el cuerpo femenino de vigilancia fue la Alameda Central, el área verde más prominente del primer cuadro de la ciudad. Imagen: La Gran Ciudad DDF 1964 – 1970.
Como no todo es cuestión de fuerza tenían “una preparación cultural suficiente, disciplinada, de buena presentación; uniformadas con un sentido moderno”.
Es decir, el proyecto contemplaba cierta preparación en imagen, conocimientos, primeros auxilios, estudio de idiomas, historia de México y datos relacionados con los lugares para cuya vigilancia fueran seleccionadas.
A diferencia de las policías que llegaron al DF un año después, las edecanes de la justa olímpica iban uniformadas con playeras estampadas con el diseño oficial del evento. Colección Carlos Villasana.
También estaban equipadas con radios portátiles, de modo que les fue posible establecer una red de intercomunicación que abarcaba distintas zonas, según refiere el texto.
De acuerdo con el libro citado, los resultados de la implementación de esta “policía femenina”, en el bosque de Chapultepec, recibieron más que un visto bueno: eran excelentes.
El “esmerado” desempeño de las policías redujo en gran medida los “incidentes de alteración del orden”, así como problemas por actos de por grupos juveniles; por ello se pensó en ampliar esta medida de mujeres policía a los demás parques y jardines de la ciudad.
Esta foto de una de las vigilantes capitalinas de finales de los años 60 permite apreciar el uniforme confeccionado a la moda de la época, con botas y traje de dos piezas: falda y saco. Esta agrupación duró poco tiempo y surgió para dar servicio durante las Olimpiadas de México 68. Imagen: La Gran Ciudad DDF 1964 – 1970.
Además de las labores en favor del orden, se dio mayor atención a los visitantes tanto extranjeros como de la provincia mexicana. Este grupo, los viajeros, encontraba en este organismo “informaciones relacionadas con el interés histórico y de los lugares bajo su custodia”.
Un caso que no puede faltar en esta entrega de Mochilazo en el Tiempo es el de las mujeres que integraron la policía auxiliar de la conocida unidad habitacional de Tlatelolco. Para saber más de este tema entrevistamos a la doctora Pilar Rey, especialista en el estudio de historia urbana.
Fotografía de las integrantes de la Policía Auxiliar en la Unidad Nonoalco Tlatelolco en 1972. Colección Villasana.
La doctora Rey comenta acerca del entorno social que caracterizaba a este conjunto de departamentos a finales de la década de 1960:
“No hay que olvidar que el proyecto está dividido en tres secciones con diferentes tipos de departamentos, desde unos muy sencillos hasta otros de lujo”, señala.
Le preguntamos acerca de la imagen que tenían los inquilinos sobre la policía femenina de esta unidad de departamentos y explica que “desde su inauguración, Tlatelolco contaba con un cuerpo policiaco dedicado a su vigilancia”. Acerca de dicha policía, dice que fue responsabilidad de Administradora Inmobiliaria S.A. (AISA) hasta los años ochenta.
Mujer de la agrupación de la Policía Auxiliar con un niño en la Unidad Nonoalco Tlatelolco de esta capital. Colección Villasana.
La doctora Rey agrega que, en vista de que este cuerpo de vigilancia se presentaba como una forma más cómoda, más moderna y también más segura de vivir en la ciudad, “es razonable pensar que los habitantes de Tlatelolco estuvieran acostumbrados a este tipo de policía privada, más asociada a la seguridad cotidiana”.
De la creación de esta agrupación, Rey afirma que aunque es necesario indagar más, “podría manejarse como hipótesis el hecho de que un cuerpo policial femenino podría generar tranquilidad tanto al interior del multifamiliar, como hacia el exterior, es decir en la imagen que este proyectaba a la ciudad, después de la masacre de 1968”.
La estrategia se habría apoyado en “los tradicionales roles asociados al género, entonces mucho más normalizados”, explica. De este modo, entendemos el papel que jugó la percepción social de las mujeres, que en la época eran más asociadas con cualidades pacíficas y maternales.
Haciendo alusión al popular álbum de estampas de los años setenta “Amor es…”, publicidad de la creación del Cuerpo de Policía Auxiliar Femenino de Tlatelolco. Colección Villasana.
A final de cuentas, para Pilar Rey “no parece haber sido un cuerpo de seguridad que marcara una época, y puede haber sido parte de una estrategia publicitaria efímera por parte del Banco BANOBRAS”.
Para cerrar su participación, nos dice que sin duda es un tema “que requiere de mucho más estudio, no sólo para Tlatelolco, sino para otros conjuntos residenciales similares durante el siglo XX”.
Otra agrupación de seguridad capitalina que vio la llegada de elementos mujeres fue la policía de Tránsito. Portaban guantes, falda corta y camisola de manga corta como se puede ver en la imagen. ESPECIAL.
Regresando al sistema de transportes del DF, un caso más tuvo lugar en los primeros años del Metro. Durante la inauguración de las tres primeras líneas del Metro, se contó con la participación de edecanes que guiaban y asesoraban a funcionarios e invitados especiales del gobierno, según describe Kevin Cruz, administrador de la página “Metronomía”.
Las edecanes del Sistema de Transporte Colectivo Metro captadas en una de las puertas del denominado “Vagón Presidencial” durante la inauguración de este medio de transporte a favor de los habitantes de la Ciudad de México. La fotografía fue tomada el 4 de septiembre de 1969. Imagen Colección Casasola.
El también estudiante de ingeniería del IPN nos comenta que, al igual que sucedió con el Metro, en marzo de 1971 se incorporó a la red del trolebús un grupo de mujeres edecanes portando un uniforme emblemático y distintivos del Servicio de Transportes Eléctricos, la empresa operadora.
“Recibieron capacitación para cumplir su misión de atender, orientar y dialogar con el público principalmente cuando se incorporaban a la red nuevas líneas de trolebús”. Kevin agrega que además se buscaba también fortalecer la relación entre los trabajadores y los usuarios.
Uno de los casos que más fácil será recordar para los “defeños” que conocen la ciudad de México desde hace más tiempo es, sin duda, el de los trolebuses “equipajeros”. Este transporte, más práctico para usuarios que viajaran con equipaje o bultos, también incorporó edecanes para orientar y guiar a los pasajeros.
Una edecán del Metro da indicaciones a través del sistema de voceo del tren. Esta fotografía fue tomada en la estación Candelaria poco después de la inauguración de la línea 1, el 04 de septiembre de 1969. Se aprecia también uno de los "paraguas" de concreto que diseño el arquitecto español-mexicano, Félix Candela. El tren que aparece retratado (M.0065) continúa circulando en la línea B que corre de Ciudad Azteca a Buenavista. Imagen: "Mexico on the move".
En ese mismo 1971, en la época de las fiestas decembrinas, el gobierno de la ciudad inauguró el primer tranvía turístico que recorría de la glorieta de Chilpancingo hasta el cine México. El vehículo era un antiguo modelo de 1902, que lució pintoresco gracias a su remodelación y que para sus operaciones conformó equipos de dos edecanes por cada chofer.
Hacia la víspera del fin de año nuevo, tras sólo dos semanas de labores, se reportó en nuestras páginas que el servicio de trolebús y tranvía en el sur de la ciudad, ya se consideraba de lo más novedoso, tanto por la capacitación que recibieron los conductores como por las actividades de las edecanes que apoyaban a lo largo de los viajes.
Este cuerpo especial de edecanes funcionó hasta diciembre de 1974, cuando se tomó la decisión de disolverlo, al considerarse que su trabajo había cumplido su objetivo.
En marzo de 1971 se creó un cuerpo de mujeres edecanes cuya misión principal fue fortalecer la imagen de Servicio de Transportes Eléctricos y enlazar con humanismo a los trabajadores y los usuarios. La edecán utiliza botas y vestimenta naranja que hacía juego con el color de la unidad. Imagen: Libro "Historia del Transporte Eléctrico en México".
Aunque ya quedó atrás la época en que la ciudad contaba con estos equipos de trabajo que colaboraban para mantener el orden en la ciudad y sus redes de transporte, hoy para nada es extraño ver personal femenino en los cuerpos policiales más actuales.
Justo la semana pasada, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX desplegó una fuerza de 800 mujeres policías destinadas a los operativos de seguridad ante la marcha del Día Internacional de la Mujer el pasado miércoles 8 de marzo. Nunca estará de más recordar que hace unos ayeres, también era noticia que el cuerpo policiaco recibiera a sus primeros elementos femeninos.
Cuerpo de policía femenil captado en julio de 1973. Falda corta y zapatos de tacón bajo. En aquel entonces algunas lucían el pelo largo, aún no comenzaba la práctica de estandarizar el peinado que ahora se ve en general recogido en "chongo". ESPECIAL.