Mujeres de Atotonilco de Allende, Guanajuato, todas con sus rebozos, entrando a una iglesia en el año de 1959. Cortesía Bob Schalkwijk.
Texto: Ruth Gómez y Carlos Villasana
El rebozo es uno de los elementos más icónicos de la vestimenta mexicana que se puede ver en cualquier época del año. De acuerdo con la cronista de San Miguel Topilejo y Alcaldía Tlalpan, Beatriz Velásquez Inclán, esta prenda tiene su origen en la unión de dos culturas.
Afirma que en el Códice Boturini se hace referencia al uso de un manto en la época prehispánica. En un fragmento se puede observar a tres sacerdotes y al final de ellos una mujer; el primero carga sobre la espalda con la ayuda de un lienzo al dios Huitzilopochtli y los hombres y la mujer que les siguen también portan una tela similar.
En el Códice Mendocino se representa a una amanteca -persona encargada de elaborar vestimenta y accesorios cargando en la espalda -con la ayuda de un mamatl o lienzo elaborado de algodón- a una novia que, a su vez, también porta uno sobre la cabeza a modo de velo .
Jóvenes mujeres de Tarecuato, Michoacán, portan el clásico rebozo negro con azul michoacano en un puesto de zapatos para niños. El colorido de los hilos que rematan los extremos son distintos en cada caso, incluso el rayado de uno de los rebozos (derecha). Año de 1991. Cortesía de Bob Schalkwijk.
Desde ese entonces lo que hoy se conoce de manera popular como “ rebozo ”, tenía el mismo uso que en la actualidad: cargar objetos o personas.
La cronista menciona que rebozo “es una palabra castellana que, de acuerdo con investigadores, quiere decir el que cubre el bozo”; sin embargo, en diferentes lenguas mexicanas , el nombre es: en otomí es mmojni ; en mazateco nacnio o pañu ; mazahua ballo ; mixe yugop; mexicano pallo; mixteco pañhúz; náhuatl nopaño , ñhañhú bayo o zanjua; totonaco nochibal; zapoteco bay ; y para otros grupos es paño o pañoha .
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En la primera foto destacan varias mujeres con sus rebozos en 1959, cortesía de Bob Schalkwijk, al parecer vendedoras de comida, y en la segunda dos vendedoras ambulantes en el 2013 que lo usan para cargar. Archivo EL UNIVERSAL.
Su valor va más allá de lo artesanal
Los rebozos se elaboraban en telar de cintura , pero después de la Conquista, se introdujo el telar de pedal . Uno de los principales choques culturales fue que en la época prehispánica se creía que la diosa Xochiquetzal había inventado el hilo y el tejido y que había pasado esa tarea a las mujeres. En tanto que el mundo español, eran los hombres quienes estaban a cargo de los telares.
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Canción Rebozo de Santa María, interpretada por Lola Beltrán, que hace referencia a Santa María del Río, San Luis Potosí, considerada por muchos la cuna del rebozo.
“Un lienzo rectangular es el que se elabora en los telares; sin embargo, para convertirlo en un rebozo, deberá pasar por las manos de las empuntadoras ; mujeres que anudan artísticamente los sobrantes de hilos que el lienzo tiene en ambos extremos…
“Después de varios siglos, en las comunidades de artesanos indígenas, el telar de cintura se sigue utilizando, además de que es uno de los muchos oficios que se heredan de generación en generación”, explicó la cronista.
El colorido de los hijos y textura de los materiales con los que se elaboran los rebozos es muy variado. Aquí dos indígenas de Veracruz ganadoras de un concurso de rebozos a nivel nacional. Archivo EL UNIVERSAL.
Durante sus investigaciones, Velásquez Inclán ha visto que para algunas personas es meramente ornamental , pero para otras el rebozo es parte de su vida cotidiana para cargar a sus hijos, transportar diferentes objetos, acudir a las celebraciones, protegerse del clima o, también, en la medicina tradicional y los partos naturales para la llamada “ reboceada ”, técnica para sanar dolencias en las articulaciones, columna vertebral o esguinces.
Existen diversos materiales con los que se elabora un rebozo y ellos dictan el costo monetario de cada prenda. Aquí una niña luce su pequeño rebozo, igual que su madre, en la Villa de Guadalupe, año1959. Cortesía Bob Schalkwijk.
Engalanarse preservando su uso
La cronista considera “imposible” encasillar a la prenda en categorías, ya que su uso varía y los diseños y procesos de producción hacen única a cada pieza. En cuanto a los materiales , existen algunos que únicamente se encuentran en regiones específicas del país como el algodón, la seda, lana o artisela, por mencionar algunos.
Sobre la importancia de esta prenda dentro de la identidad mexicana, Beatriz Velásquez comenta que:
“Más allá del gusto generalizado por la prenda, el rebozo identifica a ciertos grupos étnicos , mismos que con orgullo lo portan, sintiendo la necesidad de preservar su uso. La representación que cada comunidad le da al rebozo es variable..."
“En algunos pueblos del estado de Michoacán después de una boda se ejecuta la danza o el baile del rebozo , siendo las participantes las abuelas, madres o hermanas de los novios; una manera de homenaje a la nueva pareja. Engalanarse con un rebozo nuevo para las fiestas patronales , es una costumbre que honra algunas tradiciones católicas”.
Aunque viven en la capital, las comunidades indígenas originarias de otras entidades no olvidan sus tradiciones, entre ellas el uso del rebozo como parte de su vestimenta diaria. Imagen del 2013. Archivo EL UNIVERSAL.
Asimismo, el rebozo tiene una conexión con el cuerpo, ya sea cubriéndolo, abrigándolo o dándole cobijo y que adquiere una esencia propia cuando la mujer lo hace parte de un parto, para cargar a su bebé, arrullarle, amamantarle o abrazarle.
La cronista menciona que de esta manera, ya sea por el uso ornamental o el simbolismo que tiene, esta prenda se ha vuelto parte de los recuerdos familiares de decenas de mexicanos.
En el estado de Oaxaca, el rebozo también es una prenda tradicional. Aquí un ejemplo en el que se utiliza para cubrirse del sol y amamantar a los hijos. Una imagen de 1959. Cortesía Bob Schalkwijk.
No es exclusivo de las mujeres
Velásquez agrega que, a pesar de que por algunos años el rebozo se vio con menosprecio, lo cierto es que ahora lo usan personas de cualquier edad, género o condición social. El gusto ha llegado al extranjero, “más que una moda es un objeto artesanal mexicano que se presume por su belleza y muy particular elaboración”.
Sobre esto, Velásquez Inclán profundizó que tanto en Estados Unidos como en Europa las “ Dulas ” son mujeres que aprendieron a utilizar el rebozo para ayudar a madres gestantes y asistirlas en el parto y que algunas aprendieron de una mexicana. Sin embargo, a su parecer, hay una gran diferencia entre “aprenderlo a crecer con la práctica” y tener esa conexión.
El rebozo no solo es para cargar a los hijos o cobijarse, tiene varios usos como cargar objetos en la espalda para tener las manos libres, como es el caso de estas dos mujeres indígenas de la capital. Imagen del 2013. Crédito: Fernando Camacho. EL UNIVERSAL.
Israel es un joven papá que ha probado los beneficios del rebozo. Su madre, Sara, lo utiliza para arrullar a su nieta desde que nació, él lo usa también para que se duerma y la niña ya lo relaciona con el amor y compañía de su abuela. Crédito Sara Martínez/Cortesía.
A nivel general, existe muy poca investigación sobre la relevancia cultural, tradicional o de costumbres sobre el rebozo, ya que se ha limitado a estudiarlo como un textil artesanal . La cronista dice que:
“En Tenancingo , Estado de México se realiza la Feria del Rebozo cada año, lo relevante es una pasarela de rebozos, piezas únicas y hermosas, pero que se admiran únicamente como objeto. La dualidad del rebozo radica en lo tangible e intangible que la prenda representa. La mayoría de las ocasiones solo lo conocemos desde lo tangible, pero el más importante, el intangible, es el que era parte de la identidad de los pueblos originarios de México”.
Rebozo creado por Rosa Pascual Bautista de Parachi, Aihuirán, Michoacán, en exhibición en la Feria del Rebozo en Tenancingo, Estado de México, 2014. Wikimedia Commons.
Presente en el cine y en los libros
El rebozo ha sido compañero de protagonistas de diversas películas del cine de oro mexicano, en algunos casos, fue parte obvia de la cinta, tal es el caso de El rebozo de Soledad protagonizada por Pedro Armendáriz y Stella Inda , quien también participó en la cinta Los Olvidados .
Hace unos años, el Museo Franz Mayer editó un libro en el que abordó la historia de la colección de rebozos que posee y en la que recopiló información histórica de relevancia, como su aparición en códices que se mencionaron en el inicio de este texto.
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La publicación El Rebozo Mexicano, un manto de identidad , de la autoría de Beatriz, es “un trabajo que aborda la historia antropológica del textil, además de historias de vida de mujeres indígenas y campesinas que lo han portado toda su vida. Usos, costumbres y tradiciones , además de fotografía inédita, es el resultado de ocho años de investigación que realicé en el pasado”, dice la cronista.
En su opinión, hacen falta más espacios para divulgar los distintos usos, costumbres y tradiciones en torno al rebozo, al igual que el rescate de su uso, tanto en la medicina tradicional como en otras prácticas.
Pasarela de Rebozos en la Casa Miguel Alemán (Centro Cultural Los Pinos) ubicada en la capital. La propuesta no sólo es para mujeres. Noviembre de 2014. Twitter Alejandra Frausto.
A su parecer, sólo fomentando el conocimiento cultural a las nuevas generaciones, a través de proyectos audiovisuales, fotográficos y editoriales, se logrará que las y los mexicanos del futuro conozcan la riqueza de esta tradicional prenda.
- Fuentes:
- Beatriz Velásquez Inclán, originaria del pueblo San Miguel Topilejo, Alcaldía Tlalpan, Ciudad de México. Se desempeña como Escritora, Narradora, Cronista, Conferencista, Investigadora de vida campesina e indígena y Promotora Cultural independiente.Cronista de San Miguel Topilejo y Alcaldía Tlalpan.
- Miembro de: Colegio de Cronistas de Oriente CDMX, A.C., Consejo de Cronistas de San Miguel Topilejo, Colectivo Cultural Tlaltepetl, Grupo de Narración Oral Escénica “Tlatoaxochitl”, narradores de Xochimilco.
- Reconocimiento internacional: Nombramiento como Mujer del año 2010 en México, por la Asociación Internacional de Mujeres BETA SIGMA PHI AWARD, por el trabajo realizado en el rescate de valores humanos y vida campesina.
- Publicaciones: “Topilejo: Historia, Costumbres y Tradiciones”, 2006. Co autora. “Un rebocito para jugar y un cuento para imaginar”. Las aventuras de María, 2007. Publicación independiente. “Memoria viva de un pueblo rural, San Miguel Topilejo”. Publicación conjunta con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2008. “El valor de los valores, Las aventuras de María”. Publicación conjunta con el Fideicomiso Tlalpan, 2010. “El rebozo mexicano, un manto de identidad”. Publicación conjunta con el Fideicomiso Tlalpan, 2012. “Tlalpan: Crónica y Patrimonio”, 2014. (Coordinadora). Actualmente escribe el libro “La Generala” la vida desconocida de Josefa Espejo Sánchez, esposa legitima del General Emiliano Zapata Salazar.
- Miembro de: Colegio de Cronistas de Oriente CDMX, A.C., Consejo de Cronistas de San Miguel Topilejo, Colectivo Cultural Tlaltepetl, Grupo de Narración Oral Escénica “Tlatoaxochitl”, narradores de Xochimilco.
- Reconocimiento internacional: Nombramiento como Mujer del año 2010 en México, por la Asociación Internacional de Mujeres BETA SIGMA PHI AWARD, por el trabajo realizado en el rescate de valores humanos y vida campesina.
- Publicaciones: “Topilejo: Historia, Costumbres y Tradiciones”, 2006. Co autora. “Un rebocito para jugar y un cuento para imaginar”. Las aventuras de María, 2007. Publicación independiente. “Memoria viva de un pueblo rural, San Miguel Topilejo”. Publicación conjunta con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2008. “El valor de los valores, Las aventuras de María”. Publicación conjunta con el Fideicomiso Tlalpan, 2010. “El rebozo mexicano, un manto de identidad”. Publicación conjunta con el Fideicomiso Tlalpan, 2012. “Tlalpan: Crónica y Patrimonio”, 2014. (Coordinadora). Actualmente escribe el libro “La Generala” la vida desconocida de Josefa Espejo Sánchez, esposa legitima del General Emiliano Zapata Salazar.
- Artículo “La colección de Rebozos de Robert Everts: una gran adición a las colecciones del Museo Franz Mayer y al patrimonio cultural de México” del Museo Franz Mayer.