Texto: Marco Salas
Siempre vestido de saco naranja con estampas de animalitos en las solapas, camisa blanca y corbata de colores, el Tío Gamboín tuvo “sobrinos” durante tres generaciones por toda la República, gracias a su programa “ Una tarde de tele ”.
Nació en Mérida, Yucatán, el primero de diciembre de 1917 y su infancia quedó registrada en diversos periódicos como la de un niño al que no le gustaba la escuela, pero sí pasear por las radiodifusoras locales para jugar con los micrófonos y demás equipo, hasta que pudo hacerlo como un profesional gracias a que su papá compró una estación local de radio y nombró a Ramiro, de 20 años de edad, como gerente general.
Así se inauguró la radiodifusora XEME Mérida , “ La voz del sureste ”, el 15 de septiembre de 1935, según el libro Historia de la radio en Yucatán, siglo XX de Rubén Eloy Ocampo.
El locutor Ramiro Gamboa. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
En aquella década tener una radiodifusora resultaba un negocio incierto, tanto que un día el locutor base de la estación faltó y Gamboa tomó su lugar. Para su sorpresa, su voz fue aclamada por los radioescuchas y probablemente fue aún más sorpresivo que Amalita Gómez Zepeda , figura de las comunicaciones en México, visitara la XEME en Mérida y le prometiera la oportunidad de desenvolverse como locutor en la Ciudad de México .
Ya en la capital, Gamboa laboró nueve años en un programa de radio llamado “ Quiero trabajar ”, que era una especie de bolsa de trabajo, pero sus primeros roces con la fama los tuvo al formar una dupla cómica con el “ Panzón Panseco ”, locutor y actor mexicano, a quien conoció trabajando en la XEQ (ahora la “ k buena ”) durante los años 40.
Ramiro Gamboa en la XEQ. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
El programa de este dúo se llamó “ El Yate y la Tortuga ” y es recordado por sus sketches . Aquí un ejemplo de los “chascarrillos”:
“Gamboa es tan tonto que cree que hay barcos de vela y barcos de foco, cree que las epístolas son las esposas de los apóstoles ¡y con decirles que cree que la Gioconda es la mamá de Joe Conde!”.
Gamboa en los tiempos de la radio cómica. Foto: Archivo particular de Carlos Denegri / Archivo EL UNIVERSAL.
Nace el tío del saco naranja
Según información de este diario, en la década de los 50 Gamboa formó otro dúo cómico, ahora en la televisión junto a Xavier López “Chabelo” , un personaje con una historia similar a la de su “ papá Gamboa ”, como lo llamaba.
“ Carrusel Musical ” era el nombre del programa de Televicentro en el que Xavier López trabajaba como asistente de Gamboa . Un día el actor que se supone interpretaría a un niño se ausentó, " Chabelo " lo reemplazó y así nació su icónico personaje.
“¿Qué fui yo? Me ocupé de mandaderito en una oficina. También vendí cigarrillos. Y era secretario o asistente de Ramiro Gamboa. Un mozo de los actores. No me da pena decirlo. A mí me gustaba el ambiente. Hacer algo”, declaró López “ Chabelo ” en entrevista para este diario el 26 de marzo de 1971.
De acuerdo con diversas publicaciones de este diario, en 1960 Gamboa también animó el programa “ Acción ” de la conductora mexicana Kippy Casado y un año antes condujo la posada de la cooperativa de televisión para la América Central que consistía en unir a una poderosa cadena televisiva yanqui con televisoras de América Latina. Su voz lo hizo prestigiado animador de diversos eventos empresariales, incluido este diario.
En 1968 los locutores Ramiro Gamboa y Javier Berdeja tuvieron a su cargo la emisión del programa de radio de "El Gran Diario de México". Archivo EL UNIVERSAL.
Pero fue hasta la década de los 70 que Gamboa se ganó el título de “ el tío de todos los niños ” con su programa “ Una tarde de tele ” que se transmitía de lunes a viernes de cuatro y media a siete de la tarde, de acuerdo con información de este diario del 9 de agosto de 1978.
Entre los juguetes más famosos de los 500 que lo acompañaron, estaban Pacholín , un perro astronauta; Platillitos , un mono con un par de platillos y Salchichita , un perrito color café.
Foto: Especial.
"Una tarde de tele" se transmitía en el Canal 5 de lunes a viernes de las 16:30 a las 19:00 horas. Foto: Televisa.
En las planas de este diario también se habla de que Gamboa nunca regañó a sus sobrinos , al contrario, los aconsejaba con amor y los invitaba a enviarle sus datos para anotarlos en su enorme libretota donde registraba a cada uno de ellos y ellas. “ No me fallen, sobrinos, no me fallen ”, les decía.
“Pienso que lo básico para llegar a los niños es tratar de comprender sus problemas, que son casi siempre los mismos, darles consejos de forma amable, que no los sientan como una presión. No hay nada más hermoso que los padres. Ellos son los reyes del hogar. Papá y mamá son lo máximo y a ellos hay que obedecerlos y darles mucho amor”, declaró Ramiro Gamboa en entrevista para este diario el 21 de enero de 1975.
El Tío Gamboín en 1989, con otros personajes de la época. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
En aquella conversación, Gamboa mencionó que soñaba con una televisión mexicana que pusiera más interés en los niños.
El interés del Tío por sus radioescuchas y televidentes era evidente, como ejemplo está su entrevista del 15 de septiembre de 1959 en la cual acusó a los anunciadores de la “Ke Buena” (ya no trabajaba allí) de sentirse demasiado famosos y de estar descuidando su trabajo.
“Defraudan al público y al patrocinador con su falta de profesionalismo”, fueron las palabras de Gamboa publicadas por este diario.
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La transformación del locutor Ramiro Gamboa a su personaje el Tío Gamboín. Fotos: Archivo EL UNIVERSAL. Diseño web: Rodrigo Romano.
El recuerdo de algunos de sus “sobrinos”
En entrevista, José Vargas, maestro de primaria jubilado, aseguró que el Tío Gamboín “era muy sano con su programa en el que tenía un montón, pero un montón de juguetes a los que les ponía nombres. También cantaba y siempre fue muy respetuoso con sus consejos. Le gustaba mucho a los de mi época, que ahora somos viejitos, porque era muy alegre, sonriente y tenía muy buen humor.”
Canción “Los Gatitos” del Tío Gamboín.
Marielva Cabello, quien creció viendo al Tío Gamboín y ahora es dentista de profesión, contó en entrevista que la ocasión en la que acudió al programa de Gamboa a finales de la década de los 70, tenía apenas 5 años y la sentaron a ella y a los otros niños en posición de flor de loto para poder grabar el programa.
“El tío salía entre los cortes comerciales para anunciar la programación infantil del canal 5. Las caricaturas que anunciaba eran La princesa amanecer, Cun Cún el niño cavernícola, Speedy González, La Pantera Rosa, Los Pitufos, Don Gato y su pandilla y El Pájaro Loco.”
“Recuerdo que también en su programa se avisaba sobre los niños desaparecidos. De hecho, la voz que escuchas que dice ‘el día de hoy pedimos su colaboración para encontrar a tal persona…’ era la mismita que salía con el Tío Gamboín”, agregó la entrevistada.
Gamboín fuera del mundo de la tele
Gamboa también creía que la televisión para niños era una ventana al mundo que les enseñaba desde muy pequeños a saber amar, que la vida es amor y paz , pero que además existe violencia de la que hay que defenderse.
El tío sostenía que a la ingenuidad de los niños no penetra la maldad y por ello había que fomentarla, de acuerdo con el libro Historia de la televisión en México narrada por sus protagonistas de Laura Castellot de Ballin.
El premio Antena, otorgado por la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión, distinguió a Ramiro Gamboa en 1991, la entrega la hizo el presidente Carlos Salinas de Gortari. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Como prueba de sus creencias, en ese mismo libro se lee que en una ocasión un niño se le acercó a Gamboa y le preguntó muy molesto cómo le hacía para aparecer en el pequeño cubo de la televisión , a lo que él contestó que era con ayuda de un gel mágico . Entonces otro niño, un poco más grande en edad, se le acercó al Tío y descubriéndolo en la mentira le dijo “qué carneada le diste”.
Gamboa hizo de todo. Participó en películas con “ El Gordo y el Flaco ”, Cantinflas , Tintán y Chabelo , (con este último también hizo comerciales) y al lado de artistas como Tatiana , Alma Gómez “Cositas” y Lolita Cortés quienes seguían su carrera desde muy pequeñas e incluso algunas de ellas estuvieron junto a él en “Una tarde de tele.”
2 de junio de 1992. Tío Gamboín y Cositas. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Comercial de Pepsi con Ramiro Gamboa y Chabelo, 1955.
A inicios de los 90 fue homenajeado con un corazón de cristal por su carrera en la televisión, premio que recibió con la frase “ ni hablar, sobrinos, es muy bonito ser famoso, pero es más bonito ser querido .”
Homenaje al Tío Gamboín en 1992.
No pasó mucho tiempo después del homenaje cuando los problemas del corazón del Tío Gamboín comenzaron a complicarse hasta que le provocaron la muerte el 29 de diciembre de 1992.
“Vivió hasta el último momento feliz y satisfecho por lo que hizo en vida, lo cual se lo agradecen sus incontables sobrinos que, definitivamente, cumplieron la frase y ‘no le fallaron’”, se lee en la nota de este diario.
El funeral del Tío Gamboín, donde varios de sus “sobrinos” hicieron guardias de honor. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
La fotografía principal es del Archivo EL UNIVERSAL.
