Texto: Angélica Navarrete R.
A sus 22 años, el joven periodista Jesús Kramsky Steinpreis ya tenía una historia que contar toda su vida. Era la suya, la de haber sido el único sobreviviente luego de que el avión en que viajaba se estrellara en lo alto del cerro de El Mesón en Veracruz, el 25 de enero de 1970.
Él era uno de los reporteros que cubriría la campaña presidencial del candidato del PRI Luis Echeverría. H abía abordado el avión Corvair XB-DOK en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México rumbo a Poza Rica, eran en total 20 pasajeros, 16 periodistas y cuatro de la tripulación.
Originario del Distrito Federal y periodista de profesión había iniciado su carrera periodística en la Revista de la Semana de EL UNIVERSAL y en la sección La Juventud Universal , luego continuó en El Heraldo de México, donde trabajaba cuando sucedió aquella tragedia.
En su libro En cumplimiento con su destino. El reportero que entrevistó a la muerte , relata que al llegar al aeropuerto inició plática con sus colegas que ya estaban ahí y retrasó su abordaje porque su madre que lo acompañó le dio la bendición, al entrar a la aeronave los únicos asientos libres eran los de atrás, junto a la cocina.
“ Hoy no tengo ganas de escribir . Hoy no quisiera escribir que José Falconi Castellanos y otros 18 compañeros han muerto en un accidente de aviación, no tanto en el cumplimiento de su deber , sino en cumplimiento de su destino ”, explica al inicio de su crónica.
El reportero inició su carrera periodística en secciones culturales de EL UNIVERSAL. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Según su relato, en el avión, un reportero gráfico bromeaba con todos: “ abróchense los cinturones, luego es un regadero de cadáveres ”.
Kramsky cuenta que la tripulación fue asignada por la misma campaña priísta y que nunca habían volado a Poza Rica, “cuyo aeropuerto era de los más temidos del país” por la densa niebla y los cerros que lo rodean.
Conforme se acercaban al aeropuerto de Poza Rica , la visibilidad se hacía más difícil debido a la densidad de la neblina , el bajo nivel de la zona ocasionaba que el viento no eliminara las capas de bruma, estacionándolas, dejando la tarea al calor de los rayos del sol.
A punto de llegar al aeropuerto, y luego de llamadas con otras aeronaves para preguntar por el clima, el piloto esperaba que la neblina se disipara y lograran ver, por fin, la ruta de entrada al aeropuerto; sin embargo, eso no sucedió.
A las 8:30 de aquella mañana fría, la aeronave ya se había desplomado y despedazado luego de chocar con las copas de los árboles.
Fotos del avión destrozado y del rescate de los cuerpos, así como de los provisonales ataúdes de madera se publicaron en la primera plana del periódico del 26 de enero de 1970. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Por un milagro Kramsky Steinpreis logró salvar la vida. Recuerda que al recobrar el conocimiento se percató que tenía las piernas destrozadas , sangraba profusamente de la frente, el dolor era indescriptible. En medio de hojas de papel, pedazos de cristal, tubos, hierros retorcidos, solo reinaba el silencio en el lugar.
El impacto había sacudido su noción del tiempo y el espacio. Más tarde se dio cuenta de que estaba en un terreno de siembra; luego, aterrorizado se percató que debajo de él había un cadáver sin cabeza , no supo qué compañero era.
Pensaba que estaba soñando y que pronto despertaría, pero el tétrico panorama seguía ahí. Conforme pasó el tiempo comprendió que se habían accidentado y comenzó a llamar a sus amigos pero nadie contestó, tampoco creía que era el único vivo. En esos momentos se aferró a lo único que tenía, su fe, y comenzó a rezar. Sus fuerzas se agotaban.
Años después, en marzo de 1981 este diario dio a conocer el mensaje de auxilio que, como pudo, Kramsky escribió el día del avionazo:
“Yo Jesús Kramsky periodista del Heraldo de México pido auxilio a toda persona que me pueda ayudar . Agradezco todas las atenciones. Es urgente. Por amor de Dios. Kramsky”.
En marzo de 1981 EL UNIVERSAL publicó el mensaje que Kramsky logró escribir pidiendo auxilio, luego del desastre aéreo. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Las notas publicadas señalan que el mensaje fue llevado por un campesino que ayudó al reportero. Recorrió a lomo de mula más de seis kilómetros con el llamado, mismo que hizo llegar a manos del candidato priísta Echeverría .
Una vez enterados todos de lo sucedido, una caravana de rescatistas subió al cerro de inmediato. Kramsky fue llevado politraumatizado al hospital de Pemex de Poza Rica.
Labores de rescate de los cuerpos de las personas que fallecieron en el avionazo del Cerro de El Mesón en 1970. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Jorge Coca, reportero de este diario enviado a cubrir la gira del candidato Echeverría, lo visitó en la sala de terapia intensiva; antes había corrido el rumor de la muerte de Kramsky , por lo que Coca relata en su nota que él y sus compañeros se llenaron de nervios e hicieron todo por entrar y ver por sus propios ojos que su compañero vivía.
Así al toparse con el doctor José Acosta, responsable de la salud de Kramsky, les permitió pasar a verlo uno por uno.
Según el reporte del galeno, además de tener numerosas fracturas Kramsky llegó totalmente confundido y con casi nula presión arterial, era candidato a transfusiones de sangre, tenía fractura de cráneo, al igual que en ambas piernas.
Aun así la esperanza de vida era abrigadora, aunque tendrían que pasar 72 horas y un máximo de 8 o 10 días para poder asegurar su supervivencia.
Seis meses después del accidente, a mediados de julio de 1970, recibió una segunda visita del candidato electo, Luis Echeverría , en el hospital de Poza Rica donde aún permanecía. Ese día también fue dado de alta, su juventud y deseos de vivir fueron determinantes para su recuperación.
En la fotografía de junio de 1970, la visita de Luis Echeverría a Jesús Kramsky, quien se encontraba en el hospital de Pemex, de Poza Rica a seis meses de la tragedia; en la del 2019, un retrato del sobreviviente, quien falleció por complicaciones de cáncer poco después de que se tomara la imagen en 2019. Fotos: Archivo EL UNIVERSAL. Diseño web: Griselda Carrera.
Publicación del 18 de junio de 1970. EL UNIVERSAL. En ella se observa al licenciado Luis Echeverría haciendo una guardia de honor frente a la placa en memoria de los muertos en aquel accidente ocurrido en enero de aquel año.
Un avión de Pemex lo trasladó a la Ciudad de México donde terminaría su recuperación y atenciones médicas. Usaba muletas para caminar.
Diez años después, en enero de 1980, la nota era que Kramsky y un grupo de representantes de la prensa nacional habían acudido al cerro de El Mesón, en Poza Rica, Veracruz a depositar una ofrenda floral en memoria de los compañeros caídos en cumplimiento de su deber. Kramsky iba cada año.
En el lugar del accidente aún permanecía parte del fuselaje de la aeronave ya invadida por la maleza. En esa ocasión recordó cómo es que el avión perdió altura y que al viajar en el último asiento de la parte trasera fue como creyó pudo salvar la vida, pues fue justo la que quedó “sembrada” en los frondosos árboles.
A 10 años de la tragedia, en 1980, Kramsky subió al cerro El Mesón, junto con un grupo de compañeros de la prensa, para depositar una ofrenda floral a los comunicadores que ahí murieron, como cada año lo hacía luego del accidente. Foto: Jesús Fonseca / Archivo EL UNIVERSAL.
Por varios años Jesús Kramsky usó muletas para caminar. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
En el año de 1984, con 36 años de edad llevaba varias operaciones , “a veces flaqueo –dijo en entrevista para el reportero de este diario Mario Peralta –pienso que 24 operaciones ya son muchas… siempre huelo a cloroformo … ni modo…”.
“ La tinta se metió en mis venas , creo que vale la pena el sufrimiento. No quiero dejar de seguir siendo periodista ”, afirmaba. Kramsky era ya apreciado por médicos y enfermeras del hospital de traumatología del IMSS, Magdalena de las Salinas .
En 1984, el reportero Mario Peralta entrevistó a Jesús Kramsky, quien para entonces llevaba 24 operaciones, él mismo decía “…siempre huelo a cloroformo…ni modo…”. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Peralta escribió que en casi todo su cuerpo se apreciaban las huellas que habían dejado los bisturíes a lo largo de ya 14 años de operaciones . Dijo que la recuperación inicial de su salud fue “uno de los capítulos más dramáticos de mi vida”. Los médicos de Poza Rica que conocieron su caso lo llamaban “ el resucitado ” y quienes lo atendieron 14 años después, a veces, lo llamaban igual.
Peralta lo describe alegre, pero sobre todo valiente, “le gusta platicar y le entusiasma hacerlo con sus amigos”. En la charla Kramsky narraba que a veces al cerrar los ojos le pasaba una película de lo ocurrido y que había aprendido a no padecer pánico, ni angustia por ello. Desde el accidente, hacía 14 años, había pasado la mitad de ese tiempo en quirófanos y camas de hospitales .
Aun así expresó su interés por escribir libros. Dijo estar a punto de terminar uno acerca del accidente. En él narraba cómo vio las alas del avión ir cortando los árboles como si fueran sierras hasta estrellarse y salir por los aires.
Entrevista a Jesús Kramsky publicada el 22 de enero de 1984. EL UNIVERSAL.
Trabajaba en Comunicación Social de la Presidencia . Le habían hecho varios injertos de hueso y piel. Su pierna izquierda era la más afectada, las intervenciones quirúrgicas ocurrían cada cuatro o cinco días y apenas se recuperaba entre una y otra.
Decía no tener esperanzas de salir curado totalmente, pero sí de continuar con vida . Lo ocurrido le había permitido encontrase a sí mismo. Recomendaba vivir con alegría. Peralta escribió en su texto que a pesar de su desgracia Kramsky conservaba el buen humor.
En 1985 volvió a ocupar un espacio en una portada de EL UNIVERSAL. El reportero que lo entrevistó en esa ocasión, Enrique Sánchez Márquez, consideró: “Kramsky es ahora la personalidad madura del joven harto de ilusiones que un día subió inútilmente al avión presidencial en pos de la noticia. Subió sin saber que él era su propia noticia ”.
Publicación del 11 de marzo de 1985, ora entrevista al sobreviviente. EL UNIVERSAL.
A pesar de que sumaba 43 operaciones , en las fotos que acompañan la plana de ese día se le ve sonriente, al lado de sus dos hijos y de su esposa, quien alguna vez fue su enfermera en el hospital donde estuvo internado. Decía estar convencido de que en la vida siempre hay que buscar el primer lugar, que su mayor aliciente para salir adelante era el ejemplo que dejaría a sus hijos y el optimismo ante la vida.
Anunciaba que por fin su libro estaba terminado y próximo a publicarse, en él había escrito no sólo su historia, "sino el testimonio de la vida y la actividad de los periodistas que viajan hasta el lugar donde se produce la noticia , sin saber si regresarán". Dijo que así era el trabajo de los hombres de la prensa, enviar información desde el acontecimiento mismo, fiel a su ética y a la sociedad que les reclama actualidad. "La tarea no siempre es fácil, ni grata, ni alegre” y que por eso escribió En cumplimiento de su destino .
En la entrevista de 1985 se le veía alegre con sus dos hijos y su esposa, quien había sido su enfermera en el hospital donde estuvo internado. Decía que su mayor aliciente para salir adelante era el ejemplo que dejaría a sus hijos y el optimismo ante la vida. Archivo hemerográfico EL UNIVERSAL.
Comentó sentirse dolido por aquellos funcionarios que un día fueron a saludarlo y lo dejaron solo una vez que terminó el tiempo de publicitarse a su lado, pero también reconoció que hay hombres que sí están dispuestos a servir a los demás como su doctor Colchero, especialista reconocido a nivel internacional, quien estuvo junto a él en las etapas difíciles de su curación.
Decía que debía continuar, que le esperaban muchas cosas por hacer luego de un paréntesis de 15 años en su carrera.
Kramsky, el único sobreviviente de aquel avionazo, murió el 1 de agosto de 2019 a causa de complicaciones por cáncer de hígado. Poco antes de su muerte publicó una autoedición de su libro.
EL UNIVERSAL.
En la imagen principal se observa a Jesús Kramsky en el cerro de El Mesón. En enero de 1980, a diez años de la tragedia, regresó al lugar del accidente. Foto: Jesús Fonseca / EL UNIVERSAL.