Texto:
Carlos Villasana, Ruth Gómez y Cristina Hernández
Diseño web:
Miguel Ángel Garnica
Hace casi 119 años abrió sus puertas un mercado en la calle Tepanecos que tenía una estructura arquitectónica hecha de metal y vidrio, al centro una pileta donde los locatarios lavaban algunas de sus mercancías. Era el Mercado Siglo XX, el primero formal en lo que es hoy la alcaldía de Azcapotzalco.
La construcción fue tan innovadora que diarios de la época como El Imparcial y El Mundo Ilustrado escribieron detalladas crónicas sobre su apertura.
El martes 10 de septiembre de 1901 El Imparcial dio a conocer que gracias a la construcción del nuevo mercado se pavimentaron las calles aledañas y se instaló una bomba hidráulica para surtir de agua al barrio, el cual poco a poco iba creciendo en cuanto a número de habitantes y por ende, a los servicios que podía ofrecer.
“El nuevo mercado, cuya fachada es conforme al proyecto del Sr. Eduardo Macedo y Abreu y la distribución interior es del Sr. Ingeniero Antonio Cervantes, además de llenar una necesidad, sirve de ornato a la cercana vida pues es de estilo moderno y en la construcción se han empleado materiales de primera clase: piedra, tepetate, ladrillo, cantería y hierro”, explica el diario.
Asimismo, El Imparcial detalló que el mercado contaba con tres puertas de acceso de cantera tallada y provistas de un “magnífico” enrejado de hierro: la principal estaba situada en el entronque de las calles Tepanecos y de la Unión, en pancoupé, término arquitectónico que se refiere a que en lugar de una esquina, existe una superficie plana que forma un ángulo, como lo muestra la fotografía principal. Las otras dos se encontraban en las fachadas laterales.
A la inauguración oficial, el 12 de septiembre de 1901, acudieron las autoridades del entonces ayuntamiento y representantes del gobierno de la Ciudad de México, quienes disfrutaron de un paseo en carruaje por la zona para después comer al interior del mercado, organizado por uno de los locatarios.
Interior del Mercado Siglo XX, en Azcapotzalco, el día de su inauguración en 1901. Colección Villasana-Torres.
Ahí mismo se anunció que el 15 de septiembre de 1901 el mercado ofrecería una gran celebración por las fiestas patrias. El Mundo Ilustrado realizó una detallada reseña sobre el flamante mercado Siglo XX ubicado en la zona que solía ser considerada como sitio de “aires sanos” y publicó lo siguiente sobre la anunciada fiesta:
“Las dos fachadas del edificio están construidas conforme al proyecto presentado por el señor Eduardo Macedo Arbeu; son de estilo enteramente moderno y están trabajadas con los mejores materiales. En la esquina de las calles de Tepanecos y de la Unión, casi en el centro de la población, se encuentra la entrada principal, constituida por dos bonitos salientes que simulan columnas y un cornisamento sobre el cual va un remate de magnífico efecto. Se extienden una serie de puertas que corresponden a los cuartos destinados a carnicerías, tocinerías, etc. (...) Los cajones para las frutas, legumbres y otros artículos análogos, están distribuidos hacia los cuatro lados del edificio, y las divisiones son de láminas de fierro, acanalada, fija en montajes del mismo material. El frente de los cajones está cubierto por un mostrador de madera forrado con lámina”.
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Para garantizar que cada vendedor cumpliera con los estándares de calidad, higiene y servicio al público, el mercado contaba con un administrador fijo que efectuaba rondines por los pasillos, los supervisaba a través del alambrado para cerciorarse de que no se ocultaban objetos ajenos al mercado y que tenían el aseo conveniente.
La nota concluye diciendo que de esta manera: “las autoridades se esfuerzan por emprender mejoras y llevarlas a término, y secundarlas no pocas ocasiones, por los particulares; han logrado cambiar en aspecto de encantadora novedad, el de aquellos lugares tristes en otros días, como un cementerio, y ahora risueños como un rinconcito del paraíso”.
El centro de Azcapotzalco visto desde las alturas en 1929. Destaca el atrio de la parroquia de Felipe y Santiago, y justo enfrente, el Jardín Hidalgo; a la derecha está el palacio de gobierno, que hoy es la Casa de Cultura de Azcapotzalco y, del lado izquierdo, el antiguo mercado. Colección Villasana - Torres.
Este mercado porfiriano fue demolido cuando Azcapotzalco se consideró dentro de los planes de modernización de los mercados del regente del Distrito Federal de ese entonces, Ernesto P. Uruchurtu.
El diseño del nuevo mercado estuvo bajo el mando de Pedro Ramírez Vázquez, se construyó a una cuadra del Mercado Siglo XX y se inauguró el 9 de mayo de 1957 con 546 locales en la avenida Azcapotzalco entre las calles de Esperanza y Rayón, su nuevo nombre fue justamente Mercado de Azcapotzalco.
Al día siguiente, EL UNIVERSAL relató que el presidente Adolfo Ruiz Cortines había acudido con el regente Ernesto P. Uruchurtu para inaugurarlo. Durante el acto, Mauricio Magdaleno, director de Acción Social del Departamento del Distrito Federal, declaró:
“El mercado que se pone hoy al servicio del antiguo y laborioso pueblo de Azcapotzalco, obedece a la misma intención material, social y moral, de las varias unidades construidas bajo el actual régimen…Mercado que no tenga algo de aula, aula viva en la que el pueblo aprenda… de elevación y dignificación humana, es mercado que no responde a esta hora de México en que los más nobles impulsos del ser nacional tiran hacia arriba impetuosamente, hacia el logro riel país”.
En la publicación de este diario se destacaba que la construcción había cambiado el panorama de una zona caracterizada por calles estrechas llenas de puestos, barracas y basura. Las nuevas instalaciones incluían una guardería para los niños que vivían en los mercados.
Interior del mercado Azcapotzalco en marzo de 2003. Foto: Fabián Márquez G. Archivo/EL UNIVERSAL
El historiador Julio Arellano, cronista de Azcapotzalco, nos dice que después de la demolición del Mercado Siglo XX se dejó el espacio abierto y se convirtió en un pequeño parque llamado Jardín Siglo XXI: “en dicho nombre hay un paralelismo con la promesa del futuro que se tuvo en 1900 cuando se inauguró la edificación porfiriana”.
La tradición continúa
A finales de 2019, la alcaldía Azcapotzalco inició el proceso de remodelación de su mercado. Conformado por 524 puestos, se hizo la restauración en locales de comida, fruta, verdura, carnes, comida para mascotas, ropa, telas y demás edificios que conforman esta unidad.
“Es parte de una remodelación de todo el centro de Azcapotzalco que tiene que ver con cambiar el entorno urbano. Se cambiaron pisos, luminaria, edificios y drenaje. Para hacerlo un mejor mercado”, aseguró el alcalde Vidal Llerenas.
El objetivo es también reforzar todo lo que está deteriorado para que los locales duren aún muchos años más. Se han revisado también instalaciones eléctricas y han quitado diablitos para evitar incendios, como los ocurridos en varios mercados de la ciudad, durante los últimos meses.
El alcalde Vidal Llerenas Morales (al centro) en un recorrido por el mercado de Azcapotzalco, acompañado de una de nuestras reporteras. EL UNIVERSAL.
Ahora se busca tener un orden para que sea más fácil la salida de emergencia, reordenando los puestos que ya cuentan todos con extintores. En cuanto al sistema eléctrico, además de reducir peligros, se busca también ahorrar energía, por lo que fueron cambiadas las luminarias.
“La gente sigue viniendo porque aquí puede encontrar muchos productos, pescado, carne, viene a comprar, viene a comer. Es un mercado muy activo”, añade el alcalde. En cuanto a la seguridad de los usuarios y locatarios, el área cuenta con un sistema de videovigilancia que está conectado con el gobierno de la Ciudad.
Comerciantes y clientes del mercado de Azcapotzalco disfrutando de sus instalaciones. EL UNIVERSAL.
Una de las exigencias más comunes de los locatarios es la falta de agua y la forma en la cual se ha resuelto es canalizar la solicitud a un área para su atención especial. En cuanto a las metas para el 2020, el alcalde pretende cubrir todas estas necesidades.
En palabras del alcalde de Azcapotzalco, Vidal Llerenas, esta es solo la primera etapa de mejoras que habrá no solo en el mercado sino en el corazón de la demarcación: “Lo que nos queda es una segunda etapa en la que se remodelarán las banquetas. La idea es tener una remodelación completa”.
Fausto es uno de los locatarios del mercado de Azcapotzalco. Tiene un negocio de comida que primero fue de su bisabuela, luego de su abuela y ahora de su mamá. Durante los meses de remodelación, les dieron un espacio destinado para seguir vendiendo afuera del mercado y así no tuvieran pérdidas económicas.
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“Nos cambiaron las luminarias, el piso, pintaron los pasillos y también dieron permiso de decorar el negocio”, recuerda. Fausto admite que la seguridad de los locales y de los mercados también es responsabilidad de los locatarios.
Las autoridades de Protección Civil los visitan frecuentemente pero, dice, depende de cada quien tener sus tanques en orden, extinguidores y seguir las recomendaciones de la dependencia y del mercado.
Así como él, también están José Carmen y Alberto Pérez, quienes tienen un local de fruta junto con cuatro de sus familiares. Ellos aseguran que llevan muchos años vendiendo y nunca habían tenido un proceso de restauración como el ocurrido hace unos meses.
El mercado de Azcapotzalco cuenta con 524 puestos. EL UNIVERSAL.
“Para nosotros es lo máximo porque es nuestro patrimonio y lo revivieron. El drenaje lo ampliaron y arreglaron lo que quedó mal desde hace varios terremotos. Nunca le habían hecho nada y se ve que lo que le hicieron al cambiar las marquesinas van fortaleciendo para que aguante más peso”, asegura José Carmen.
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Durante estos meses, tuvieron el apoyo de Sedeco, que forma parte del programa de fomento y mejoramiento de los mercados y por algunos meses también recibían dos mil 500 pesos por cada locatario mientras se hacía la remodelación. Aunque en el caso de la familia Pérez, también vendieron afuera del mercado y regresaron a mediados de diciembre para la época navideña.
En esta zona de más de un siglo, los locatarios se mantienen firmes todos los días del año para continuar con esta tradición comercial y familiar.
Fuentes:
Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Diario El Imparcial, Hemeroteca de Nacional Digital de México, 10 y 13 de septiembre de 1901.
Diario El Mundo Ilustrado, 16 de septiembre de 1910.
Julio Arellano, historiador y cronista de Azcapotzalco.
La imagen comparativa es también de inicios del siglo XX de lo que fueron en su momento los modernos pasillos de este mercado. Colección Villasana/Torres.