Tras décadas de racismo y discriminación, la comunidad afroestadounidense logró una significativa victoria el 17 de mayo de 1954, cuando la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos dictaminó que la segregación educativa era “inconstitucional”.
Gracias al célebre caso Brown contra la Junta Escolar de Topeka, miles de estudiantes afros tuvieron el derecho de elegir a qué escuela acudir sin tomar en cuenta su color de piel. La popular doctrina “iguales, pero separados”, que por tanto tiempo dividió a la población estadounidense, por fin veía su fin.
Lee también 1968, el año de los estudiantes inconformes a nivel mundial
A pesar del avance social que significó la inconstitucionalidad de segregación racial, muchas comunidades de la Unión Americana no recibieron con celeridad el histórico fallo, exhibiendo el lado más racista de políticos y estudiantes que preferían quedarse sin escuelas a recibir en sus aulas a un compañero afro.
La doctrina “iguales, pero separados” perpetuó la segregación
En 1895, Homer Plessy, un hombre afroestadounidense, se negó a abordar el vagón segregado en un tren interestatal y quedó bajo arresto.
Recurriendo a las enmiendas décimotercera y décimocuarta, que eliminan la esclavitud y garantizan protección igualitaria para todos los ciudadanos, Plessy exigió su derecho a estar en un vagón de blancos; su demanda fue denegada por un tribunal estatal y se envió a la Suprema Corte de Estados Unidos.
Lee también Un presidente que antes hubiera sido esclavo, la victoria de Barack Obama
En menos de un año, la máxima sala de justicia desestimó el entonces conocido caso Plessy contra Ferguson y justificó que la segregación racial no era delito, perpetuando la peligrosa idea de “iguales como ciudadanos, pero separados”.
En palabras de la Suprema Corte, a finales del siglo XIX, el gobierno “no pretendía eliminar las distinciones basadas en el color de la piel, ni establecer la igualdad social –diferenciada de la igualdad política–, ni mezclar razas en términos que no dejarían satisfechas ni a una ni a otra”. Esa fue la realidad que rodeó a los afroamericanos durante más de seis décadas.
Para febrero de 1951, el reverendo afroamericano, Oliver Brown, interpuso una demanda contra la Junta de Educación del Condado Topeka, en Kansas, para solicitar la inscripción de su hija Linda en una escuela para blancos, algo impensable en tiempos de la segregación.
El caso Brown contra la Junta Escolar de Topeka se unió a otras 11 solicitudes de infantes afros del condado, quienes también pidieron inscripciones en escuelas para blancos. Aunque los jueces de Kansas aceptaron que niños afroamericanos sentían inferioridad a causa de la segregación, el tribunal estatal denegó la demanda.
Lee también Morir en el exilio, los leprosarios para contener el mal de Lázaro
Para octubre del 51, la Asociación Nacional para el Progreso de Personas de Color –NAACP, siglas en inglés– apeló el caso ante la Suprema Corte, integrando otras peticiones de Carolina del Sur, Virginia, Delaware y Washington, lo que convirtió a la demanda en un asunto federal.
Tras tres años en litigio, el 17 de mayo de 1954, se declaró como inconstitucional la segregación racial en escuelas públicas estadounidenses. Por primera vez en la historia, se aseguró que esa práctica –de obvia intención racista– sólo promovió la inequidad social y violó la protección igualitaria que garantiza la Décimocuarta enmienda.
Fue un revolucionario fallo que tardó más de 60 años en llegar. Según indicó la edición vespertina del periódico The Key West Citizen, aunque las entidades mencionadas en el caso sólo eran Carolina del Sur, Virginia, Kansas, Delaware y el distrito de Columbia, la sentencia de 1954 transformó el sistema educativo de otros 17 estados.
Lee también Cuando el VIH llegó a México en los años 80
El dictamen prohibió la separación racial desde el jardín de niños hasta la universidad; así, cualquier institución escolar que recibiera fondos públicos tenía la obligación de recibir a alumnado blanco o afro, sin excepción.
Prefirieron cerrar o privatizar escuelas para no integrar estudiantes afros
La negativa y racismo no se hicieron esperar. Los entonces estados más radicales de la Unión Americana, como Florida o Georgia, aseguraron que aplicarían todas las vías posibles para no aceptar el ingreso de estudiantes afroamericanos en escuelas para blancos.
De acuerdo con EL UNIVERSAL, el 19 de mayo de 1954, el gobernador Herman Talmadge, de Georgia, prometió a su electorado que ninguna escuela eliminaría las barreras raciales mientras él estuviera a cargo. Incluso se mostró dispuesto a usar fuerza militar para impedirlo.
Lee también En los años 30 ser "mendigo" era casi un delito
En el estado de Virginia, el senador Harry Byrd estableció severas medidas segregacionistas, como sanciones a escuelas que aplicaran la integración de afroamericanos, retirándoles fondos públicos y cerrando la institución. Su postura era tan radical que cerraron todo su sistema de educación pública por 5 años, en lugar de integrar a la población afroamericana.
En palabras del senador Byrd: “si nosotros podemos organizar los estados sureños para una resistencia masiva creo que, a la larga, el resto del país se dará cuenta que la integración racial no será aceptada en el sur”.
Otra conocida forma de impedir la integración educativa fue privatizar escuelas públicas, librándolas de la medida federal. Los gobiernos segregacionistas ofrecían becas a padres blancos para pagar las colegiaturas privadas y así impedir la entrada de alumnos afroamericanos que no podrían costear la educación.
En su punto más despreciable, las comunidades que apoyaron la segregación –en especial en estados sureños– fomentaron miles de amenazas de muerte y despidos contra ciudadanos afros que quisieran llevar a sus hijos a escuelas para blancos.
Los defensores de derechos civiles enfrentaron miles de agresiones y les tomó casi dos décadas lograr la integración educativa en toda la Unión Americana. Para comienzos de los años 70, todos los estudiantes afros y blancos podían asistir a la escuela pública de su elección, un importante paso para combatir el racismo que se niega a desaparecer por completo en los Estados Unidos.
- Fuente:
- Hemeroteca EL UNIVERSAL
- Civil Rights Movement History – Página Web
- Brown v. Board of Education – FindLaw
- Brown v. Board of Education Re-enactment – United States Courts
- Brown v. Board of Education, the southern manifesto and "massive resistance" to Brown – Legal Defense Fund
- Brown v. Board of Education - National Archives
- Plessy v. Ferguson (1896) - National Archives
- Perriere, H. (17 de mayo 2020). Segregación racial es desigualdad educativa: el fallo Brown de 1954 en Estados Unidos. En La Izquierda Diario.
- s.a. (Febrero 2004). Brown vs. Junta Escolar, la decisión del Tribunal Supremo que cambió una nación. En Boletín Informativo de la Embajada de los Estados Unidos - Panamá.
- The Key West Citizen - Library of Congress
- Sentencia Plessy vs. Ferguson (1896) - Jurídicas, UNAM