Texto:

Carlos Villasana y Ruth Gómez

Fotos actuales:

Aram Ponce Franco / Cortesía

El Centro Histórico de la Ciudad de México ha vivido diversas transformaciones: calles cerradas que se abrieron al tránsito vehicular o peatonal, teatros que se mudaron de cuadra, salones que se convirtieron en locales de libros, ropa -entre otros- u hospitales que se convirtieron en palacios, plazuelas o casinos.

Tal fue el caso del Hospital del Espíritu Santo y Nuestra Señora de Los Remedios, que se encontraba en lo que hoy conocemos como Isabel la Católica #29, entre 16 de Septiembre y Francisco I. Madero .

El hospital fue fundado por el acaudalado matrimonio de Alonso Rodríguez del Vado y Ana de Saldívar. La Revista Centro explica que la única condición que el matrimonio puso para financiar el nosocomio fue que se les nombrara en misas especiales; el hospital contaba con salas, enfermerías, oficinas, un jardín y una iglesia con sacristía y antesacristía.

Tanto el inmueble como el cuidado de los enfermos quedaron a cargo de los hermanos de la Caridad de San Hipólito; en el libro Centro Histórico: 200 lugares imprescindibles, Rafael Pérez Gay escribió que el nosocomio y su iglesia, al igual que otros templos religiosos después de la expropiación de los bie nes de la Iglesia, fue “destruido, expropiado o vendido” y en 1861 desapareció.

Dos años más tarde, una parte del terreno sería comprado por un “grupo de españoles eminentes” para “abrir el con la idea de renovar lazos entre la comunidad peninsular y la nación mexicana”.

Un casino en ese entonces se refería a un sitio donde un grupo de personas -principalmente de hombres- se reunía para realizar diversas actividades como conversar, leer, jugar juegos lícitos o disfrutar de actividades culturales, de hecho, en el Casino Español de México la entrada de mujeres fue permitida ya entrado el siglo XX.

El centro de reunión de los caballeros porfirianos
El centro de reunión de los caballeros porfirianos

Las sedes del Casino Español

De acuerdo a su sitio de internet oficial, el Casino Español ha tenido 5 diferentes sedes: la primera (1863 – 1869) estuvo en lo que hoy en día es el Museo de la Ciudad de México; la segunda (1869 -1883) en la esquina de las actuales calles de Isabel la Católica y Venustiano Carranza; la tercera (1883 - 1885) estuvo en San Juan de Letrán #13; la cuarta (1885) fue Casa Borda en la esquina de las calles de Madero y Bolívar y, la quinta es la actual, inaugurada en diciembre de 1905 en Isabel la Católica #29 con un baile-cena de gala, al que asistió el entonces presidente Porfirio Díaz .

En 1903 iniciaron los trabajos de construcción del Casino Español bajo el liderazgo y diseño del arquitecto Emilio González del Campo y según el reportaje de El Mundo Ilustrado:

“Magnífico edificio propio y que guardará una construcción ad hoc para quienes efectúan reuniones (...) para la construcción de su nuevo edificio, que se levantará en una parte del local que antiguamente ocupó el Convento del Espíritu Santo , constará de dos plantas y su distribución dejará por completo satisfechas las necesidades para el objeto a que está destinado”.

El diario realizó una extensa descripción de la construcción y resaltó que entre los materiales que se utilizaron en el edificio estaba la piedra chiluca de Pachuca o mosaicos de piedra de Atitalaquia (también en el estado de Hidalgo) o de Guanajuato; el herraje fue sumamente cuidado “fino y dispuesto con elegancia” al estilo francés y para las puertas y ventanas se utilizó cedro con medios cristales. Para escaleras, pisos o algunas columnas, se utilizó piedra, chiluca tipo granito.

El centro de reunión de los caballeros porfirianos
El centro de reunión de los caballeros porfirianos

En el libro "México Contemporáneo: Histórico, geográfico, social, turístico, político, económico", se explica que en 1942 el Casino Español se transformó en una asociación civil y que contaba con el gran Salón Comedor, el Salón del Trono - hoy conocido Salón de los Reyes-, el Salón de los Cuadros, la biblioteca y salones para juegos y ejercicios físicos.

En la actualidad, el patio del Casino Español es un espacio para exposiciones o conciertos, la biblioteca y el restaurante siguen funcionando y algunos salones se rentan para eventos especiales.

María Bustamante, Presidenta de FUNDARQMX

, comentó para El Universal que la arquitectura del Casino Español es considera ecléctica y tiene uno de los patios más espectaculares del Centro Histórico tanto por sus dimensiones como por la belleza de su ornamentación:

“Un cuidadoso trabajo de cantería en sus arcadas y un importante vitral con el escudo de España. El salón de los Reyes es también exquisito y nos recuerda que todas las edificaciones coloniales debían de reservar un espacio central hacia la calle en la parte superior de la casa para recibir a los Reyes si decidían visitar la Nueva España . El inmueble sin embargo, y pese a la antigüedad que ostenta, no data de la colonia”, remarcó.

El centro de reunión de los caballeros porfirianos
El centro de reunión de los caballeros porfirianos
El centro de reunión de los caballeros porfirianos
El centro de reunión de los caballeros porfirianos
El centro de reunión de los caballeros porfirianos
El centro de reunión de los caballeros porfirianos

Interior del Casino Español, sitio web del Casino Español de México.

La coordinadora de la oficina en México del Consejo Internacional de Museos , María Inés Madinaveitia Ramírez explica que el inmueble es uno de los edificios más relevantes de la calle Isabel la Católica y su interior “remite a los palacetes decimonónicos de la ciudad y al sueño de algunos miembros de la comunidad española de principios del siglo XX, que buscaban tener un lugar que fuera sede de la sociedad que habían constituido”.

Comenta para El Gran Diario de México que desde 1905, el Casino Español ha sido un lugar emblemático para un sector de la comunidad española y en este se han celebrado importantes eventos y múltiples actividades culturales, a la fecha sigue siendo un referente.

El Casino Español cuenta con un suntuoso y magnífico edificio , el que consta de tres pisos, sótano y terraza, en los que tienen cabida: el Gran Salón Comedor, el Salón del Trono para banquetes y grandes festividades, el Salón de los Cuadros para reuniones especiales y tertulias de los socios, salones para biblioteca, para toda clase de juegos lícitos y para ejercicios físicos .

El centro de reunión de los caballeros porfirianos
El centro de reunión de los caballeros porfirianos
El centro de reunión de los caballeros porfirianos
El centro de reunión de los caballeros porfirianos
El centro de reunión de los caballeros porfirianos
El centro de reunión de los caballeros porfirianos

Si bien el sitio ha sido sede de múltiples eventos sociales, hay personas que lo reconocen ya que se ha convertido en un punto obligado para disfrutar de la gastronomía española.

Mónica Isabel Pérez recuerda que hace un tiempo acudir al Casino Español era parte de su rutina dominical y una de las cosas que disfrutaba mucho era el poder comer en el salón paella, fabada o una tortilla de patatas acompañadas de un buen vino, que aunado a un precio razonable y al trato a la “vieja usanza” por parte de los meseros, la hacía sentir en un ambiente totalmente señorial.

La primera vez que Silvia Hernández entró al Casino Español fue una tarde que estaba recorriendo el Centro Histórico con su papá, quien le pidió permiso al policía para que los dejara pasar, inmediatamente se maravillaron con el vitral, ya que sus colores lucían a todo su esplendor. Sin embargo, la primera vez que conoció otras zonas del inmueble fue en la boda de uno de sus amigos.

Tuvo que correr del Templo de la Profesa para evitar mojarse y no había prestado atención al interior del inmueble hasta que llegó a las escaleras, se empezó a fijar en los detalles del Casino: “me sentía en cuento de princesas, todo estaba adornado con flores blancas y sin duda, cuando mis amigos bailaron al centro del Salón, fue mágico”.

Silvia narró para El Universal que poco antes de terminar la fiesta se acercó a las ventanas que dan hacia Isabel la Católica: “ver la lluvia caer sobre la calle empedrada con la iluminación amarillenta que distingue al Centro Histórico , me permitió imaginar, aunque fuera un poquito, cómo pudo haber sido vivir en la Ciudad de México en otros siglos”.

Pie de foto: Vitral del Casino Español, sitio web del Casino Español de México.
La imagen comparativa antigua y la principal es del Casino Español, uno de los ejemplos más representativos del estilo ecléctico de la época porfiriana, en una fotografía de los años treinta. Este inmueble se conserva hasta la actualidad en la avenida Isabel la Católica. Créditos: INAH.

Fotografía antigua: Colección Villasana - Torres. INAH.

Fuentes:

Libro Centro Histórico: 200 lugares imprescindibles, de Rafael Pérez Gay.

María Bustamante, FUNDARQMX.

Mónica Isabel Pérez: Periodista de Estilo de Vida en diversos medios y publicaciones.

María Inés Madinaveitia Ramírez, Coordinadora de la oficina en México del Consejo Internacional de Museos.

Silvia Hernández, diseñadora gráfica.

Diario El Mundo Ilustrado

Sitio web oficial Casino Español.

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