En Columbus todo terminó a las 7 de la mañana, luego el general Francisco Villa dio órdenes de seguir adelante y no quedarse en Palomas, Chihuahua; así, decidió poner tierra de por medio y el primer descanso fue muy breve en la Laguna Guzmán, donde tanto la caballada y hombres pudieron comer algo.
Aquel ataque le permitió a Villa en primer lugar, cobrar venganza por el robo de dinero; en segundo desestabilizar el gobierno de Carranza, tratar de hacerse de recursos que tanta falta le hacían y también conseguir más adeptos.
Lo ocurrido en Columbus causó gran escándalo en ambas naciones, el Senado y la Cámara de los Estados Unidos exigían al presidente Woodrow Wilson la inmediata intervención militar en México. La prensa también amarraba navajas entre la población incitando venganza y reforzando el deseo de la intervención.
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Varios no estuvieron a favor de enviar tropas a México, entre ellos el empresario norteamericano, dueño de la armadora de coches marca Ford, Henry Ford. El Diario Chicago Tribune intentó ridiculizarlo llamándolo anarquista, “ignorante” y traidor a la patria, el empresario por su parte demandó al periódico por un millón de dólares.
En tanto que el General Hugo Scott comentó al recién secretario de Guerra de los EU, Newton Diehl Baker: "¿Quiere usted que Estados Unidos le declare la guerra a un solo hombre?" Según se lee en el libro Cuando Villa atacó Columbus de Rafael Herrera.
En tan solo 5 días se resolvió enviar 15 mil soldados, aunque en un inicio, por consejos del general Scottt, la presencia de tropas a México se disfrazó diciendo que solo se trataba de desbaratar una banda de forajidos, pero era de todos conocido que el ejército más poderoso del mundo tenía puestos sus ojos en un solo hombre: Francisco Villa.
Como general en jefe del ejército norteamericano venía el condecorado y prestigiado General John Pershing, quien en un caso insólito fue ascendido de capitán a general y había sido nombrado gobernador de Moro, una pequeña población en las islas Filipinas en 1909.
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Villa y Pershing quizá no eran amigos, pero sí conocidos. En agosto de 1914, casi dos años antes del ataque a Columbus, ambos generales sostuvieron reuniones en el Paso, Texas, e incluso Villa mandó una carta de condolencias cuando la esposa de Pershing y dos de sus hijas murieron al incendiarse su casa el 27 de agosto de 1915.
A la búsqueda de Villa la llamaron Expedición Punitiva
La Expedición Punitiva, como se le nombró a esta misión militar, tenía altas expectativas; era la primera vez que aquel ejército utilizaba aviones y vehículos motorizados y era la primera incursión del ejército norteamericano en busca de un sólo hombre, ya que en décadas recientes se han sumado dos más: para encontrar y apresar a Sadam Hussein y a Bin Laden, pero les falto uno.
El gobierno de la Casa Blanca ofreció una recompensa inicial de 5 mil dólares a quien entregara al Centauro del Norte vivo o muerto; esto dio origen a que varias personas, entre ellas la madre de William Randolph Hearst, magnate de la prensa estadounidense, entre los periódicos de su propiedad estaba The New York Times, quien propuso 50 mil dólares por la cabeza del guerrillero.
Pero no solo los americanos hicieron ofertas por su captura. Años después, el gobernador del estado, Tomas Gameros, propuso a nombre del estado de Chihuahua 100 mil pesos para quien lo entregara, sin dejar de lado la fuerte cantidad en oro que Carranza le había puesto también a la cabeza de su enemigo.
Con todo esto el Centauro llegaría a decir: "por tanto dinero, hasta mi madre sería capaz de entregarme", según el libro Hechos Reales de la Revolución, Villa contra todo y contra todos de Alberto Calzadiaz Barrera.
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En Namiquipa, Chihuahua, se establecería el primer aeropuerto militar en América Latina con 13 aeroplanos que no fueron de mucha ayuda. El general Pershing empeñado en cumplir su promesa de llevar a Pancho Villa enjaulado a los Estados Unidos, enviaba tropas a los lugares donde se tenía conocimiento de presencia villista.
Desde colonia Dublan, muy cerca de Casas Grandes Chihuahua, el Mayor Frank Tompkins -quien fue uno de los jefes del ejército norteamericano que repeló el ataque, también uno de los líderes en la Expedición Punitiva y quien tuvo a su cargo el regimiento que llegó más lejos en la búsqueda de Villa- pasó por Namiquipa, Bachiniva, Cusihuiriachi, Sta. Rosalía, Cruces, Satevo, Valle de Zaragoza y Parral, a donde llegó el 12 de abril, pero fueron rechazados por la población civil y hubo dos militares norteamericanos muertos.
En 1936 Tompkins fue homenajeado por el presidente Franklin D. Roosevelt y en la Casa Blanca le otorgaron la medalla al mérito del valor por su defensa en Columbus, ya que él se encontraba en el pueblo al momento del ataque.
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Pero ese mismo añom Tompkins sorprendió a la opinión pública cuando él mismo publicó en su libro Chasing Villa: “El reconocimiento de Carranza y la derrota de Agua Prieta enojaron tanto a Villa que juró vengarse. El Centauro del Norte demostró ser el más amigo de los Estados Unidos, brindó concesiones y protección y estamos obligados a confesar que tenía razón para enojarse”.
El mejor ejército del mundo no tuvo éxito y no encontró a Pancho Villa, así regresaron a su país por la frontera Palomas-Columbus el 5 de febrero de 1917 y fueron recibidos con elogios; esta incursión en México le costó al vecino país la cantidad de 80 millones de dólares, según el libro Las Fuerzas Armadas ante las intervenciones extranjeras, publicado por la SEDENA.
Durante los 11 meses que estuvieron en Chihuahua solo un combate formal se presentó y no fue con villistas, si no con carrancistas al mando del General Félix U. Gómez, quien con 260 soldados de las Brigadas “El Rayo” y “Canales” derrotaron al ejército invasor en la Batalla del Carrizal, Chihuahua, el 21 de junio de 1916, tres horas bastaron para lograr el triunfo, aunque se lamentó la muerte del general Gómez.
Los enfrentamientos en México no pasaron de simples tiroteos
Al final, la Expedición Punitiva terminó siendo solo un costoso entrenamiento para los soldados norteamericanos que después fueron enviados a Europa, a la ya avanzada Primera Guerra Mundial.
El prestigio de Pershing quedó inmortalizado en un monumento en la ciudad de Washington, donde en una extensa lista se enumeran las misiones en las que participó. Adivine usted, lector, ¿cuál fue la única que faltó?
Los enfrentamientos entre villistas y americanos se cuentan con los dedos de las manos y no pasaron de un simple tiroteo como lo fue en Agua Caliente, Chihuahua; el 5 de abril y el día 18 del mismo mes en Puerto de Vara, Chih.; por mencionar algunos.
De los principales jefes villistas los norteamericanos solo pudieron acabar con el general Candelario Cervantes en mayo de 1916, en el Pueblo Cruces de Namiquipa y su cuerpo fue arrastrado a cabeza de silla de caballo por 700 metros.
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El cuerpo quedó irreconocible y solo su padre supo que se trataba de Candelario por un dedo chueco de la mano izquierda, resultado de un rozón de bala en su vida de revolucionario.
Mientras que Pablo López fue sentenciado al paredón el 5 de junio de 1916, en Chihuahua, por órdenes de Carranza y en el cual mostró valor. Martín, su hermano, falleció en 1919 en un combate en el estado de Durango.
Francisco Beltrán murió en combate el 16 de abril de 1917 en San Miguel Babicora y Pancho Villa fue asesinado en Parral, 7 años después del ataque a Columbus. Sus restos descansaron en Parral, su tumba quedó custodiada en medio de dos placas de dos fieles revolucionarios:
El coronel Juan N. Medina, primer militar de carrera que se enlistó en la División del Norte en 1913, y José Ma. Jaurrieta, secretario particular de Villa, ahí estuvieron por 80 años y por desgracia estas placas fueron retiradas en 2023.
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Al ser Villa nombrado por el presidente Woodrow Wilson como Enemigo Público de los Estados Unidos pensaríamos que esté sería repudiado en aquel país, pero resultó lo contrario. De hecho, su nombre encabeza un restaurante en Nueva York y dos en California.
También podemos ver monumentos de él en Los Ángeles, Chicago y en Tucson, Arizona, así Villa se ha convertido sin saberlo en un promotor del turismo estadounidense y no se diga en Columbus, donde existe un parque con el nombre de su atacante. Desde 1999, decenas de jinetes cruzan la frontera con Columbus para recordar aquel hecho.
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Esta historia se cierra con sello de oro, pues décadas más tarde, el 5 de mayo de 1963, Luz Corral viuda de Villa, fue homenajeada y nombrada Ciudadana Honoraria de Columbus, distinción que la convierte en la única mujer del mundo que ha sido condecorada en el país donde el marido fue nombrado enemigo público.
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Para muchos el ataque fue una barbarie; para otros una hazaña, una invasión; para él, justicia pura.
- Semblanza:
- Mario A. Trillo Corral es maestro en educación en la Universidad TEC Milenio, en Chihuahua, conferencista de Historia, asesor de temas históricos de dos generales del Ejército Mexicano en Chihuahua, atleta consumado y autor de los libros La carrera de mi vida y Cuando el Silencio Estalla.
- Fuentes:
- Borrego, Salvador. América peligra,16ª EDICION.
- López, Martín. Grandioso Dorado de Pancho.
- Nieto Houston, José. Un villista más, historia relatada por el coronel José Nieto Houston.
- Sedena. Las fuerzas armadas ante las intervenciones.
- Cervantes, Federico. Francisco Villa y la Revolución.
- Trujillo Herrera, Rafael. Cuando Villa entró a Columbus.
- Corral de Villa, Luz. Pancho Villa en la intimidad.