Texto: Carlos Villasana y Ruth Gómez
Fotografía actual: Ruth Gómez
Diseño web: Miguel Ángel Garnica
Entre maquinaría que está siendo utilizada para trabajos de rehabilitación y conos viales que delimitan la circulación de automóviles sobre la avenida Hidalgo, en el número 85, vemos la entrada de un edificio que fue conocido como una de las hospederías más antiguas de la capital: el Hotel de Cortés.
Originalmente, el inmueble construido con tezontle y cantera de chiluca, no era llamado con ese nombre ya que era parte del convento que pertenecía a la orden religiosa de San Agustín, mejor conocida como “agustinos”, quienes lo ocupaban como hospicio.
De acuerdo con los textos publicados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el libro H ospedería Santo Tomás de Villanueva y su entorno , los frailes agustinos alojaron en el sitio a hermanos de la misma congregación durante los siglos XVII y XVIII que venían a la Nueva España, con la encomienda de embarcarse hacia Filipinas a continuar con la evangelización.
Al centro de la fachada, resalta la portada en la que se encuentran: la figura de un corazón atravesado por una flecha, símbolo distintivo de los agustinos y una inscripción en la que se puede leer: “1780, Hostería de Santo Tomás de Villanueva ”, un arzobispo agustino de Valencia a mediados del siglo XVI -y un santo patrono de la orden- que protagoniza al conjunto de esculturas de la parte superior de la portada, distinguiéndose por tener una bolsa de dinero para dar limosna.
En “Hospedería Santo Tomás de Villanueva y su entorno”, se explica que a pesar de la inexistencia de registros oficiales que hablen sobre cómo solían ser los días del recinto en la época de los frailes agustinos y de la sociedad virreinal , su estructura permite inferir que:
“En el nivel superior se encontraban los aposentos, en tanto que en el piso inferior debieron estar las áreas comunes para comer y descansar.
Asimismo, había salas para reuniones de trabajo. Las áreas de servicio como la cocina y el refectorio, las despensas y el frigorífico para el almacenamiento de los alimentos debieron estar en el nivel inferior o en el segundo patio, hoy desaparecido.
Fotografías del interior del inmueble publicadas en el libro Hospederia Santo Tomás de Villanueva y su entorno.
“En esas edificaciones siempre se disponía de espacios abiertos; estos patios a veces tenían árboles -generalmente naranjos- para refrescar el ambiente y fuentes para que sus habitantes pasaran ratos de tranquilidad y esparcimiento".
Tras la Independencia de México, ciertos inmuebles pertenecientes a españoles cambiaron de dueño y con ello su función, tal fue el caso de la hospedería, que desde 1836 se convirtió en una vecindad y sede de pequeños comercios.
En las primeras décadas del siglo XX fue cuna del icónico Germán Valdés “Tin Tan” y hogar del escritor Efrén Hernández . El inmueble contaba con accesorias sobre la avenida Hidalgo, que sirvieron como librerías, tiendas de abarrotes, relojerías, joyerías, perfumería, mercería, farmacia o expendio de gasolina.
Fue hasta 1943 que el inmueble se adaptó como hotel y fue nombrado “Hotel de Cortés” que al principio siguió conservando las accesorias.
Un año después, el hotel cambió de propietario y con el paso del tiempo, los comercios en la planta baja desaparecieron y los espacios se integraron al hotel, que durante varias décadas fue uno de los centros de hospedaje más famosos del Centro Histórico, por su privilegiada ubicación a unos pasos de la Alameda Central y por las vialidades que rodean al inmueble.
Otra imagen del inmueble cuando era vecindad a inicios del siglo XX. Colección Villasana - Torres.
La cruz que corona la entrada no es de la construcción original; sin embargo, fue hecha con el estilo de esa época. Colección Villasana - Torres.
Funcionó como tal hasta 2016, cuando el actual propietario decidió re-acondicionarlo, bajo la supervisión del INAH, como sede del Museo de Arte Kaluz.
Entre diciembre de 2016 y octubre de 2017, el INAH realizó una investigación in situ que fue coordinada por la arqueóloga Reina Cedillo Vargas en la que aclaró que, el inmueble de mil 280 metros cuadrados:
“Aunque en la práctica se le conoció como hospedería, en las fuentes documentales se le denomina hospicio . Por ello, y dado que se sabe que el edificio tenía un anexo en la parte norte, no se descarta que haya cumplido esas dos funciones simultáneamente. (...) una hospedería era un sitio de descanso temporal, pero exclusivo para ciertos grupos, en este caso los frailes agustinos recoletos. En tanto, los hospicios eran sitios que alojaban, alimentaban y cuidaban a indigentes y niños huérfanos.”
En entrevista con Alan Rojas Orzechowski, coordinador de exposiciones y museografía del Museo Kaluz, comentó al Gran Diario de México que "tras un exhaustivo proceso de restauración en el que se añadió al antiguo hospicio el predio colindante al SAT, se devolvió su pasado esplendor y aumentó el espacio expositivo del futuro museo".
Detalló que los visitantes podrán disfrutar de una amplia colección de obras de arte de los siglos XVIII al XXI, de actividades gastronómicas y de una terraza cuyo paisaje es la Alameda y el Paseo de la Reforma.
A pesar de que aún no está definida la apertura al público, el personal del Museo Kaluz asegura que el recinto inyectará nueva energía a la Avenida Hidalgo, aunado a otras acciones de rescate que tendrá la zona en años posteriores: "buscamos que sea un detonador de la vida cultural de la zona mediante un dinámico programa comunitario en aras de encontrar soluciones para las problemáticas observadas en el barrio".
Aspecto actual del próximo Museo Kaluz, que cuenta con un mural del artista Vicente Rojo en la fachada que da hacia Paseo de la Reforma
Nuestra fotografía pricnipal es una panorámica del Hotel Cortés en los años setenta del siglo XX. La foto comparativa antigua es del exterior del inmueble durante los primeros años del siglo XX. Ambas pertenecen a la colección Villasana - Torres.
Fotografía antigua: Colección Villasana - Torres.
Fuentes: Alan Rojas Orzechowski, Coordinador de exposiciones y museografía del Museo Kaluz.
Libro Hospedería Santo Tomás de Villanueva y su entorno , editado por el Museo Kaluz. Elena Horz Balbás, quien coordinó la investigación y redacción de los pies de foto del mismo libro.
Boletín “Expertos esclarecen el pasado arqueológico y documental del Hospicio de Santo Tomás de Villanueva“ del Instituto Nacional de Antropología e Historia.