En la madrugada del 2 de abril de 1982, la fuerza militar argentina ejecutó la Operación Rosario, una estrategia para “recuperar” las Islas Malvinas, un archipiélago ubicado en la parte sur del Océano Atlántico, a 600 kilómetros de la Patagonia.

El gobierno de Reino Unido tenía el control de esas islas desde 1833, cuando la región carecía de protección. Aunque esa acción británica no agradó a los habitantes argentinos, existieron movimientos para recobrar las Malvinas hasta bien entrado el siglo XX.

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EL UNIVERSAL publicó el 3 de abril de 1982 los pormenores sobre la Operación Rosario, así como las declaraciones de los argentinos y británicos. Los primeros gozaron de ánimo y ego, mientras que los segundos evidenciaron su nerviosismo.

Reino Unido estaba bajo el primer gobierno de la “dama de hierro”, Margaret Thatcher, en un momento complicado para la política británica; Argentina tenía uno de los tantos regímenes militares que azotaron su democracia, por lo que ambas naciones necesitaban al archipiélago del Atlántico como símbolo de poderío.

Fotografía del primero de mayo de 1982, donde el buque argentino "General Belgrano" se hundió después de recibir un torpedo de la armada británica durante la batalla por controlar las Islas Malvinas. El enfrentamiento comenzó en abril de ese año. Foto: AP.
Fotografía del primero de mayo de 1982, donde el buque argentino "General Belgrano" se hundió después de recibir un torpedo de la armada británica durante la batalla por controlar las Islas Malvinas. El enfrentamiento comenzó en abril de ese año. Foto: AP.

La Operación Rosario y el júbilo argentino

Los intentos de Argentina por reestablecer su gobierno en las islas del Atlántico Sur comenzaron desde la década de los 60, a través de acuerdos diplomáticos mediados por la Organización de las Naciones Unidas.

Para el 16 de noviembre de 1965, EL UNIVERSAL informó sobre la petición de 15 naciones americanas para la “completa descolonización” del territorio argentino, con la promoción de acuerdos y la salida de los británicos del archipiélago.

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La Asamblea General de la ONU “invitó a los dos gobiernos a proseguir las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica al problema”, pero las conversaciones se estancaron y Reino Unido continuó en las también llamadas Falkland Islands.

“[…] no los quieren ni las gaviotas”, grita una pequeña ave contra un guardia real de Reino Unido. La propaganda militar latinoamericana sobre el conflicto entre Argentina y el país europeo se enfocó en lo “difícil” que era para los británicos viajar hasta el sur del Atlántico. Foto: ESPECIAL.
“[…] no los quieren ni las gaviotas”, grita una pequeña ave contra un guardia real de Reino Unido. La propaganda militar latinoamericana sobre el conflicto entre Argentina y el país europeo se enfocó en lo “difícil” que era para los británicos viajar hasta el sur del Atlántico. Foto: ESPECIAL.

Desde los 60, Argentina enfrentó numerosos golpes de Estado por parte de la milicia, y para 1976 quedó en el poder una Junta Militar. Fue el general Leopoldo Fortunato Galtieri quien gobernó el país sudamericano cuando se planeó la movilización armada sobre las Malvinas.

La Operación Rosario llevó a más de 2 mil tropas para dominar a los pocos británicos residentes del territorio isleño; se hizo un desembarque, se expulsó al “regente” del lugar y se tomó la pista del pequeño aeropuerto local para recibir aeronaves de apoyo. No hubo bajas.

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El general Galtieri, unas horas después de la recuperación de las Malvinas, declaró que “aceptaremos negociar [con Reino Unido] después de esta demostración de fuerza”.

“El hidalgo pueblo argentino tiende sus manos al adversario, pero no admite discusión sobre sus derechos que, paciente y prudentemente, hemos tratado de reivindicar por la vía diplomática”, comentó Galtieri, ante la constante desidia de los británicos para llegar a un acuerdo por el archipiélago.

Fotografía del 10 de abril de 1982, donde cientos de argentinos se reunieron en la Plaza de Mayo durante la visita del Secretario de Estado de la Unión Americana, en respaldo de la Junta Militar ante su decisión de ocupar el territorio administrado por Reino Unido en las Islas Malvinas. Foto: AP.
Fotografía del 10 de abril de 1982, donde cientos de argentinos se reunieron en la Plaza de Mayo durante la visita del Secretario de Estado de la Unión Americana, en respaldo de la Junta Militar ante su decisión de ocupar el territorio administrado por Reino Unido en las Islas Malvinas. Foto: AP.

La toma de las Malvinas despertó alegría en el pueblo sudamericano. Incluso las facciones de oposición felicitaron al gobierno de Galtieri y el régimen militar liberó a algunos presos políticos como muestra de “complicidad” nacional. Durante un par de días, Argentina tuvo paz interna, pues su adversario ya planeaba el contraataque.

Reino Unido continúa al frente luego de un revés

Las agencias internacionales aseguraron que la marina británica alistó más de 30 navíos de guerra y casi mil soldados para contrarrestar la embestida argentina; el gobierno europeo estaba a más de 12 mil kilómetros de distancia, por lo que las noticias sobre las Malvinas los tomaron por sorpresa.

Peter Carrington, canciller de Reino Unido al momento de la ocupación, indicó que “la prioridad es movilizar la opinión mundial para un retiro de las tropas argentinas”. La distancia entre el país europeo y el punto de batalla les impidió una acción inmediata, y su primer plan fue provocar la condena internacional.

Fotografía del 13 de junio de 1982, donde se ven algunas de las tumbas de los soldados británicos perecidos en la batalla por las Islas Malvinas. El saldo fue de casi 900 muertos y numerosos navíos destruidos por el combate. Foto: Ken Griffiths/ESPECIAL.
Fotografía del 13 de junio de 1982, donde se ven algunas de las tumbas de los soldados británicos perecidos en la batalla por las Islas Malvinas. El saldo fue de casi 900 muertos y numerosos navíos destruidos por el combate. Foto: Ken Griffiths/ESPECIAL.

El entonces representante de Argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Raúl Quijano, indicó aquel 2 de abril del 78 que, en un caso teórico del arribo de la fuerza británica al territorio de las Malvinas, “se podría apelar a la OEA” para recibir respaldo del continente.

El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca establece que algún país americano puede solicitar apoyo militar de integrantes de la OEA si sufre agresión de alguna presencia extracontinental. Argentina no recibió ayuda, pero Reino Unido sí obtuvo algunos acuerdos indirectos con Estados Unidos.

A pesar del éxito en el primer ataque argentino, la defensa británica rebasó a los americanos. Reino Unido derrotó a Argentina el 14 de junio de 1982, gracias a su armamento y estrategias.

Para el 31 de enero del 87, el gobierno británico planteó nuevas restricciones de pesca alrededor de las costas de las Islas Malvinas; la solicitud empeoró las relaciones entre ambos países. Se consideró ampliar el límite de pesca de 150 a 200 millas náuticas, lo que limitaría bastante las actividades pesqueras para ambos frentes. Diagrama: AP
Para el 31 de enero del 87, el gobierno británico planteó nuevas restricciones de pesca alrededor de las costas de las Islas Malvinas; la solicitud empeoró las relaciones entre ambos países. Se consideró ampliar el límite de pesca de 150 a 200 millas náuticas, lo que limitaría bastante las actividades pesqueras para ambos frentes. Diagrama: AP

Fueron 10 semanas de combates y discusiones que no arreglaron la situación de las islas, con el fallecimiento de más de 900 soldados, de ellos 649 eran argentinos. El régimen militar quedó muy debilitado y para 1983, la Junta Militar dejó de gobernar Argentina.

Para 1994, con la reforma integral de su Carta Magna, los argentinos ratificaron “su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur […]”. También se estableció el compromiso “permanente e irrenunciable” por recuperar el archipiélago, aunque con apego a los principios del Derecho Internacional.

En la actualidad, las islas permanecen bajo control británico, y las relaciones entre ambos países tienen sus momentos de tensión: apenas en marzo del 2023, Argentina canceló el Pacto Foradori-Duncan, donde se dieron concesiones a Reino Unido sobre el territorio. Se espera que retomen diálogo para decidir, de una vez por todas, lo que ocurrirá con las islas del Atlántico Sur.

Caricatura sobre el difícil regreso de la representación británica desde las Malvinas. El león característico del escudo de Reino Unido cuelga cansado su corona después de viajar más de 12 mil kilómetros. Foto: ESPECIAL
Caricatura sobre el difícil regreso de la representación británica desde las Malvinas. El león característico del escudo de Reino Unido cuelga cansado su corona después de viajar más de 12 mil kilómetros. Foto: ESPECIAL
  • Fuentes:
  • Hemeroteca EL UNIVERSAL
  • National Geographic
  • Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina – Página Web
  • Ejército Argentino, 40 años de las Malvinas – Página Web
  • Ministerio de Defensa de Argentina – Página Web
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