El famoso payaso Bozo en un desfile en las calles de la ahora alcaldía Benito Juárez el 5 de enero de 1987. Archivo: EL UNIVERSAL.
Texto: Marco Salas
El disfraz azul marino de solapa y mangas amarillas es con el que más se recuerda José Manuel Vargas Martínez , mejor conocido como el payaso Bozo . Durante años se presentó en la televisión mexicana con la cara pintada de blanco y las cejas muy arqueadas, parte de ellas dibujadas sobre su peluca semi-calva y pelirroja.
Una sonrisa colorada desde la barbilla hasta las mejillas y una nariz roja y redonda complementaban al personaje. “¡Córcholis, chiquitines!”, era una de sus famosas frases que acompañaba con su risa: “¡jo, jo, jo!”, siete veces, siempre bromeando y dando buenos consejos a los pequeños , así era Bozo.
El personaje de Bozo fue creado en Estados Unidos como protagonista de un libro ilustrado para niños que complementaba una serie de audio-cuentos producidos por la compañía Capitol Records en 1946.
Aquí se puede ver la actuación de Bozo el payaso estadounidense que también tuvo mucho éxito en la televisión de aquel país en los años 60.
Años más tarde se convertiría en un hit televisivo estadounidense donde debutó en 1949 con el programa Bozo’s Circus , al poco tiempo se convirtió en una franquicia exitosa: al menos 47 ciudades del mundo han tenido un Bozo en sus pantallas.
En la Ciudad de México el programa de tele Club Quintito se estrenó el 23 de enero de 1961 por el Canal 5, estelarizado por José Manuel Vargas Martínez , originario de la capital y quien sería el Bozo mexicano, a quien interpretaría hasta el final de su vida.
José Manuel Vargas dio vida al simpático payaso Bozo durante tres décadas. Cortesía.
El payaso Bozo fue un personaje con gran aceptación entre el público infantil para varias generaciones. Aquí en una presentación al aire libre en los años 80. Cortesía.
Seis meses después, el 30 de julio de 1961, Rafael Baldwin publicó en EL UNIVERSAL un reportaje llamado “Agonía de la carcajada. Los payasos se acaban ”, donde afirmaba que esa “figura tradicional en el mundo de la risa” estaba siendo sustituido por las “ pasiones ‘rocanroleras ’” de la juventud.
Baldwin contaba que los adultos añoraban a los casi extintos payasos de circo , “alma de las grandes carpas, en donde se confundía el olor a talco barato que decoraba la cara del ‘clown’, con el olor a león feroz y a elefante de triste mirada”. En ese panorama había llegado a las pantallas José Manuel Vargas Martínez , descrito por Baldwin como “ ídolo de la chiquillería ”:
“Por azares del destino y como resultado del progreso de la ciencia y de la técnica, a Bozo puede llamársele el primer ‘payaso electrónico’ de México . Su presencia ante las cámaras de televisión acapara, todas las tardes, la atención de millares de chiquillos, quienes disfrutan de las gracejadas del ‘clown’, cómodamente instalados en sus domicilios. ¡Cómo le hace falta a Bozo ese ambiente con olor a león, a elefante y... a talco barato!”
Rápidamente Bozo Bocinas ganó popularidad y participó en diversos programas de televisión como El Show de Bozo , La pista de las estrellas , La gran feria Tip- top , El estudio Raleigh de Pedro Vargas , Sábados infantiles , La ola Bay , Chócala chiquitín y Pa’ qué te cuento , entre otros.
Bozo, “ídolo de la chiquillería”, en 1961, año que estrenó su programa en Canal 5. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
El payaso Bozo saluda desde un carro alegórico acompañado de marionetas durante un desfile para niños en 1988. Archivo EL UNIVERSAL.
Decir la verdad en broma y con el alma de cristal
Cuando José Manuel Vargas llegó al Teatro Sullivan a ofrecer su audición para Bozo le dijeron que el personaje ya estaba dado, pero la mano derecha del encargado pensó que nada costaba escucharlo y entonces le pidió contar chistes, caminar y hablar como lo haría un payaso. Dos semanas después le llegó la noticia de que él sería el nuevo Bozo .
Su padre lo había hecho estudiar dibujo artístico a nivel profesional para acercarlo a los medios, pero José prefirió ser actor y antes de ser Bozo participó en filmes como Piernas de oro con Antonio Espino y Mora “ Clavillazo ”, Arriba las manos con Adalberto Martínez “ Resortes ”, Una calle entre tú y yo con la actriz Evita Muñoz , Ahí viene Pancho Villa con Pedro Armendáriz y Novias de mayo , con Luis Beristáin. También trabajó al lado de Dolores del Río y Wolf Ruvinsky.
Era un actor de teatro de revista y de comedia, cantante de zarzuela y opereta, pero José Manuel supo que su verdadera vocación era caracterizar al payaso por las grandes satisfacciones que recibía por parte de los niños y que le dejaron una honda huella al venir de un público sincero y sin malicia, según él mismo declaró en entrevista a EL UNIVERSAL el 26 de noviembre de 1967.
José Manuel Vargas sin maquillaje y hablando muy serio, irreconocible para los pequeños. En la segunda, él mismo caracterizando a Bozo el payaso. Fotos: Archivo EL UNIVERSAL. Diseño web: Rodrigo Romano.
En otra charla con este periódico, publicada el 1 de octubre de 1974, Bozo afirmó que si la sociedad pensara más en los niños no existiría tanta violencia, pues para él la vida era alegría y siempre era posible regalar un poco y, por ende, un poco de vida. “ Soy un payaso que dice la verdad en broma, con nariz de bola y alma de cristal ”, solía decir.
También estaba convencido de que las personas jamás deberían olvidar que fueron pequeñas y los adultos debían procurar que los niños conservaran su niñez, incluso a pesar de los años, porque para él un alma joven siempre traía triunfo a la vida.
Bozo el querido payaso mexicano fue atento con su público infantil y siempre accedía a tomarse fotografías con los pequeños. Cortesía.
Como resultado de una plena y satisfactoria carrera, el 6 de diciembre de 1975 nombraron a Bozo “ Rey de los payasos ” en el marco de los festejos del Día del Payaso, en el cual intervinieron el Club de los Payasos, la Hermandad de Payasos, la Escuela de Capacitación de Payasos y el grupo Payasos de Circo de México.
“En esta corona te entregamos el corazón, Bozo”, le dijeron coronándolo y después entonaron el Himno de los Payasos para finalizar el acto.
Más tarde y por sus más de 50 años de trabajo como artista, la Asociación Nacional de Actores (ANDA) le otorgó la medalla Eduardo Arozamena.
El payaso Bozo recibió un reconocimiento el 24 de abril de 1988. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
La carrera de Bozo tendría muchos giros fuera de la televisión, uno de ellos fue la grabación de algunos de sus chistes para niños y también una serie de cuentos que él mismo escribió.
“Hasta ahora, ningún payaso había tenido la idea de grabar sus chistes para un auditorio infantil , que es un tanto aventurada, pues es difícil pensar en que un payaso pueda tener éxito en los discos, ya que mucha de su gracia la llevan en su caracterización y movimientos. De cualquier manera, el intento de Bozo merece el aplauso de los niños y el deseo, de parte de los ya mayorcitos, de que le resulte el experimento”, se lee en este diario el 24 de diciembre 1964.
Una fotografía del 2001 en el Estadio Azul, durante la celebración del Día del Niño el 30 de abril en la actual alcaldía Benito Juárez. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Un año más tarde, Bozo terminó de escribir los guiones de un programa infantil educativo y cómico , con el cual tenía la intención de que los niños aumentaran su conocimiento y se interesaran por estudiar. También quería que las embajadas de los países con los que México tenía relación le proporcionaran material filmado y datos acerca de sus costumbres y culturas.
“La idea es buena y si Bozo sabe desarrollarla tendrá el programa más visto de la televisión mexicana”, se mencionaba en la nota de EL UNIVERSAL.
Tras dicha serie de proyectos, el 17 de agosto de 1977 Bozo decidió reintegrarse a la barra infantil del Canal 13 con el programa Tambache de Cachivaches , que tenía una duración de tres horas y en sus secciones habría películas caricaturizadas, concursos para los asistentes a la grabación que se llevaba a cabo en los estudios Azteca del Ajusco, bailes música y más.
“Vuelve Bozo al Canal 13 a partir del día 29”, anunciaba este diario, “el público infantil de este canal podrá ver otra vez a este payaso que tiene más de 18 años dedicado a esta profesión y, desde luego, admirar las distintas rutinas que lo han llevado a ser su favorito”.
18 de junio de 1992. Aquí el payaso Bozo en una función de circo. Las pesas “agrandaron” sus brazos. Archivo EL UNIVERSAL.
De la televisión a las fiestas infantiles particulares
“José Manuel Vargas indicó que cuando tiene oportunidad de hacer un trabajo diferente también lo acepta y como prueba está el hecho de que actualmente interviene como actor en la película El secuestro de los 100 millones ”, se leía en una nota de este diario del 23 de agosto de 1979.
Sin embargo, Vargas nunca desistió de interpretar al payaso aun cuando las oportunidades de presentarse en televisión se agotaban . En el 2001 este diario publicó:
“Luego de que las oportunidades de presentarse en Televisa se fueron acabando (antes de iniciar la década de los 80), lugar en el que él se dio a conocer, Bozo tuvo que ponerse las pilas y enfrentar la vida haciendo shows en fiestas particulares como cualquier otro payaso, aunque con la garantía de que él era el de la televisión mexicana ”.
4 de junio de 1980. Bozo, el payaso, tuvo varios programas de televisión en los que hacía concursos, daba consejos y hasta cantaba. Foto:Archivo EL UNIVERSAL.
La fama de Bozo repercutió en la creación de otro personaje, el de Brozo, el payaso tenebroso , interpretado por el periodista Víctor Trujillo .
“El personaje se me ocurrió en un cabaret hace 13 años. Quería hacer un payaso patético, en esos tiempos que eran fin de siglo. Se me ocurrió que tenía que ser la mezcla de ‘Bozo’ , que era en ese tiempo el payaso infantil , y la ‘ Broza ’ (maleza, desecho de alguna cosa, escoria)”, declaró Trujillo a este diario el 23 de mayo de 2001.
Mientras tanto, Bozo anunció que dejaría los escenarios a través de presentaciones en el teatro “María Teresa Montoya” los viernes de 17 a 20 horas y sábados y domingos a las 11.30, 13 y 15 horas, mismas que terminaron el 26 de agosto de 2001.
Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Fotografía de julio del 2001 durante una entrevista con este periódico en sus últimos años como payaso, en donde se alcanza a distinguir el verdadero rostro de Manuel Vargas, quien por tres décadas dio vida a Bozo, Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
“Me retiro porque todavía tengo vida. Prefiero hacerlo antes de convertirme en un viejo decrépito”, declaró Bozo en una entrevista para este medio el 22 de julio de 2001. En aquella ocasión, el reportero visitó la casa del señor Vargas, cerca del viaducto Miguel Alemán:
“La fachada de su casa es vieja, destruida por el tiempo, incluso nadie pensaría que ahí vive uno de los personajes más respetados en el medio artístico . Al entrar, lo primero que se observa es un autorretrato exacto, que se hizo el propio ‘Bozo’. Tres pisos hay que subir para llegar al espacio más íntimo de su residencia. Ahí colgó la fotografía que le tomaron en un evento que hizo en la delegación Cuauhtémoc y en el tubo que atraviesa la escalera tiene colgados algunos de los 12 trajes que utilizaba para su espectáculo”.
Manuel Vargas en su domicilio caracterizado de Bozo. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Su vida terminó casi a la par de su carrera
En su espectáculo de despedida él y su esposa habían invertido todos sus ahorros, los cuales perdieron al final, aunque ella declaró que tuvieron “la satisfacción de que mi esposo se despidió de su público ”. Los problemas económicos lo habían llevado incluso a considerar vender los cuadros que pintaba, otra de sus pasiones.
José Manuel murió casi dos meses después de su último show
, el 19 de octubre de 2001 a causa de una tromboembolia pulmonar, su cuerpo fue velado en una capilla de Félix Cuevas. Al funeral acudieron payasos, algunos personajes de la televisión mexicana, así como las hijas de su primer matrimonio y su última esposa.
Vargas había dicho que cuando se muriera se iría con la insatisfacción de no haber sido aprovechado en todo su esplendor, y también aquella que le provocó tener problemas con su hija Silvia Vargas Montalbo, quien nunca aceptó que su padre rehiciera su vida con otra mujer que no fuera su madre, y cuyo pleito se vislumbró en los medios de comunicación.
A pesar de las tristezas y desventuras, José Manuel, quien se puso por primera vez el traje de Bozo a sus 31 años, vivió una vida feliz como el payaso de la televisión de México que repartió risas y felicidad a miles de niños y niñas. Fue sepultado vestido de Bozo en el panteón Los Cipreses, en Naucalpan, Estado de México.
Bozo murió a los 71 años en el 2001. En la imagen una conmovedora escena de despedida de la comunidad de payasos quienes siempre reconocieron su trabajo y la aceptación que tuvo entre el exigente público infantil. Foto: AP Photo/Victor R.Caivano.
Rosalía Marianela Vargas al lado del féretro de su padre. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Rogelio Vargas, hijo de Bozo, caracterizó al payaso Nino durante un homenaje a su papá el 6 de enero de 2003; en la imagen lo acompaña su mamá Pati Patines. Foto: Vicente Arteaga / Archivo EL UNIVERSAL.
El Museo del Zapato de la capital mexicana alberga los zapatos de dos grandes personajes de la televisión mexicana: Bozo y Chabelo. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
- Fuentes: Archivo EL UNIVERSAL.