Trabajadores realizan labores sobre la calzada de San Antonio Abad cerca del cruce con el Río de la Piedad, hoy en día Viaducto, en el año de 1945. Es la misma zona por donde hoy circula la Línea 2 del STC Metro. Colección Carlos Villasana.
Texto: Carlos Villasana
Hoy es una zona conocida en primer lugar por sus negocios de impresión , pero como el resto de la ciudad de México, la colonia Algarín también tiene momentos de su pasado que podemos recordar en las páginas de EL UNIVERSAL.
“Muy cerca de la estación del Metro Chabacano, entre los límites que forman la Calzada de Tlalpan, José Peón Contreras, el Eje Central Lázaro Cárdenas y el Viaducto Río de la Piedad, se encuentra la colonia Algarín, que en su momento fue una de las más modernas y elegantes de la ciudad, debido entre otras cosas, a sus casas suntuosas y jardines”, nos comenta en entrevista el periodista David Galicia Sánchez.
Una de las primeras ventajas que caracterizaron a la Algarín fueron las casas “de buen gusto arquitectónico”, tal y como lo registró el semanario ilustrado de esta redacción. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Se dice que el nombre de la colonia proviene del apellido Algara, una familia que habría sido parte de los primeros vecinos de la zona. A uno de sus hijos se le conocía con el sobrenombre “Algarín”, que de ahí se extendió a todos los familiares y después a todo el lugar.
La colonia está por cumplir un siglo
“Aunque no se conoce con exactitud sus orígenes, desde inicios de los años veinte a la naciente colonia se le fueron incorporando todos los servicios para iniciar la venta de terrenos, como se puede ver en la publicidad de los años veinte de El Universal Ilustrado”, nos comenta David.
En la publicidad de El Universal Ilustrado se resaltaba que esta colonia, además de estar bien ubicada, sería “completamente urbanizada”. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Es en octubre de 1925 que apareció el primer anuncio en las páginas de este diario, haciendo hincapié en la disponibilidad de terrenos con una ubicación inmejorable dentro de la ciudad, pues para esas fechas ya contaba con servicios de drenaje, luz, agua potable, banquetas de cemento y calles anchas.
Los abonos iban desde los 25 pesos mensuales en adelante. En esta etapa la colonia contaba con cien casas en construcción según la publicidad.
Posteriormente, en octubre de 1927, un par de años después del primer anuncio, los publicistas hacían alarde de la sorprendente inversión que representaba hacerse de un terreno en la colonia Algarín.
En sus inicios, a la colonia Algarín se le consideró elegante y moderna “por sus jardines y residencias suntuosas”. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Para ellos era un hecho palpable, ya que atestiguaban que los primeros compradores habían visto duplicar el valor de sus propiedades en corto tiempo y que hasta existía alta demanda de interesados en experimentar las agradables condiciones de vida en ese lugar, que ya para entonces estrenaba una nueva sección.
“Personas que compraron en este lugar, hace menos de dos años y que solamente han pagado a la compañía la sexta parte del valor total de su terreno, han tenido ofertas para traspasar sus lotes, con una ganancia de 100% sobre la parte que han abonado a cuenta de su valor. Ahora ofrecemos a usted la misma oportunidad en la nueva sección de colonia Algarín”.
Las oficinas de ventas promocionaban a los interesados recorridos para conocer la colonia y ver con sus propios ojos las bondades del lugar.
En el plano de la Algarín que publicó El Universal Ilustrado en 1932, se leen nombres de calles que aún vemos hoy, como Niño Perdido (hoy Eje Central Lázaro Cárdenas), Bolívar, Isabel la Católica o Cinco de Febrero. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Cabe mencionar que, por la cercanía con el antiguo Hospicio de Pobres, maravilloso conjunto arquitectónico porfiriano de inicios del siglo XX (demolido unas décadas después y que actualmente ocupan Guardas Presidenciales y una escuela), éste se tomaba de referencia como un lugar de interés vecinal ampliamente conocido.
Incluso existía una parada del tranvía exactamente en ese punto, por lo que la ubicación era muy buena con respecto a la cercanía con el Centro de la ciudad y las principales vías de comunicación.
Calzada de San Antonio Abad en los años cuarenta. A la derecha se ve el Hospicio para Niños Pobres. Colección Carlos Villasana.
La Algarín prosperó con el comercio
Más tarde, un mapa de 1932 publicado en EL UNIVERSAL muestra los nombres de las calles y avenidas colindantes en esos días, por ejemplo, la Calzada del Niño Perdido, actual Eje Central; la Calzada de Tlalpan, ahora San Antonio Abad en ese tramo; y el Río de la Piedad, hoy Viaducto.
Asimismo, un texto de de abril de ese año refiere “entre la variedad de colonias modernas y elegantes de la Metrópoli, es de mencionar desde luego a la colonia Algarín, por sus jardines y residencias suntuosas, donde abunda el buen gusto arquitectónico”.
La misma nota detallaba que era una zona de verdadera importancia y que gracias a ello las actividades económicas se multiplicaban. Algo curioso es que se comentaba que los comerciantes de “tan bella colonia” se distinguían por “el tino ¿ y la honradez”, y que a su vez la colonia se distinguía en la capital por su vocación comercial.
Esta colonia ofrecía un espacio agradable para vivir, con todos los servicios necesarios y rodeado de comercios exitosos. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Podría decirse que el único “pero” que la antigua redacción de El Gran Diario de México le encontró a la colonia Algarín de los años treinta fueron sus arterias. La razón era el descuido en que se encontraban, pues por lo visto ya era urgente que las autoridades del Departamento Central dieran luz verde para pavimentar parte de sus calles.
Es por esas fechas que en las páginas de El Universal Ilustrado se anunciaron varios establecimientos comerciales de la colonia Algarín, como la tienda de abarrotes La Indita, que se ubicaba en la avenida Algarín y la calle José María Bustillos; la miscelánea La Fortuna, en avenida Casa del Niño; la tienda de productos ultramarinos Madrid y México, en avenida Algarín y 5 de Febrero; y la carnicería La Imperial, en la calle José María Bustillos.
Vecinos de distintas edades acuden en los años treinta a la miscelánea La Fortuna, que se ubicaba en el 98 de la avenida Casa del Niño, actual José Toribio Medina. Colección Carlos Villasana.
No obstante que hoy en día la colonia Algarín es el lugar por excelencia para encontrar negocios dedicados a las artes gráficas , no hay datos precisos acerca de cuándo inició esta vocación, propia de otras zonas de la ciudad como Santo Domingo, en el Centro Histórico. Sin embargo, se sabe que algunos negocios de impresión que operan en esa zona del centro acuden a la colonia Algarín para maquilar los pedidos de sus clientes.
Al investigar la historia de la alcaldía Cuauhtémoc, es común encontrar abundante información sobre el primer cuadro de la ciudad, pero no así de las colonias aledañas, a pesar de su relevancia para explicar la expansión inmobiliaria y comercial de la ciudad.
En la Algarín es común encontrar establecimientos que imprimen mil tarjetas de presentación a precios que van desde los 150 hasta los 200 pesos. También se ven locales especializados en la venta de artículos de oficina que sirven como promocionales como tazas, plumas, llaveros y las clásicas bolsas de mandado que algunos comerciantes regalan a sus clientes en víspera de navidad; incluso en algunos locales se puede ver cómo imprimen las lonas y folletos de los políticos en campaña.
La construcción de la tienda La Indita se ubicaba en la entonces calle Algarín, hoy Juan E. Hernández, y José María Bustillos. Colección Carlos Villasana.
Al caminar por estas calles saltan a la vista los colores de los negocios dedicados a la impresión de folletos, carteles, mantas publicitarias, marcos para serigrafía, productos promocionales e insumos para impresoras, en medio de una mezcla de aromas a tintas, solventes y papel. Un barrio más muy pintoresco de la capital que vale la pena conocer y visitar.
Fuentes:
- Entrevista a David Galicia Sánchez, periodista especializado en historia de la Ciudad de México y en problemas urbanos. Egresado de la UNAM. Forma parte del cuerpo docente del Diplomado de Periodismo Especializado que imparte la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la máxima casa de estudios.
- Hemeroteca de EL UNIVERSAL
