¿Cómo va la guerra en Ucrania? El invierno ha detenido las operaciones terrestres, pero no los bombardeos rusos contra las ciudades de Ucrania con misiles y drones de fabricación iraní, dirigidos conta la infraestructura eléctrica y de agua para uso humano. De los dos lados mueren militares cada día, pero además en Ucrania también mueren civiles que no están en los frentes de batalla. Se espera que Rusia organice una nueva ofensiva al inicio de 2023.
¿Cómo van las sanciones? La coordinación de EE. UU. con los países europeos, Japón, Canadá, Taiwán, Australia y Nueva Zelanda para aplicar sanciones contra Rusia fue motivada por la clara ilegalidad (y la barbaridad) de la invasión rusa contra su vecino. Al principio, las sanciones llevaron a una devaluación del Rublo, que fue luego contrarrestada por el Banco Central ruso elevando sus tasas de interés y obligando a todos las empresas receptores de divisas a convertirlas de inmediato en Rublos. Pero la solución es artificial, porque los poseedores de esta moneda no pueden ya cambiarlas por divisas, y solamente los (muy escasos) países aliados de Putin, como Bielorrusia, estarían dispuestos a comprar rublos.
Al principio de 2022, Rusia mantuvo sus exportaciones de petróleo y gas a Europa a precios más elevados que antes de la invasión, lo que les generó un superávit comercial de cerca de 8 millones de dólares, pero este excedente se evaporó en agosto con el cierre del gasoducto del Báltico Nord Stream. Observadores internacionales han destacado que las empresas rusas están sufriendo por la imposibilidad de importar insumos básicos, el desempleo se está incrementando, la inflación interna oscila entre el 15 y el 20%, y el consumo privado se ha recortado drásticamente.1
La manufactura de coches rusos se ha colapsado, por la imposibilidad de importar insumos básicos para su fabricación, y los vuelos de las líneas aéreas se han reducido. La industrias militares requieren también de insumos importados, incluyendo chips y semiconductores que Rusia no fabrica, lo que los ha llevado a importar armas de Irán y Corea del Norte.
Hay que recordar que el primer paquete de sanciones contra Rusia se inició en 2014 después de la ocupación de Crimea, con efectos limitados. Un segundo paquete, más radical, se aplicó desde febrero de 2022 después de la invasión, incluyendo el congelamiento de divisas rusas en bancos extranjeros y de recursos que los oligarcas de ese país habían colocado en bancos europeos. Los oligarcas han sufrido mucho con esta guerra, pero no pueden hacer ni decir nada,precisamente porque sus fortunas se generaron con la complicidad de Putin. O sea, tienen escaso peso político: el Zar no los necesita, ni siquiera para pagar impuestos, debido al control estatal de las exportaciones de energéticos.
Además, la salida del país de las empresas occidentales en todos los renglones de la economía ha sido significativa, ya que el producto que generaban esas empresas en Rusia podría ser tan elevado como el 40% de su producto total. Gracias al capricho del autócrata, las inversiones extranjeras en el país se han cancelado (incluyendo las chinas) y Rusia se ha convertido en un paria internacional.
En su conjunto, las nuevas sanciones llevarán a una reducción del 6% de la economía rusa en 2022 y de 3.3% en 2023. De todas formas, Rusia ha dejado de publicar muchas estadísticas económicas, como corresponde a un sistema autoritario, lo que dificultará conocer los efectos de las sanciones.
Es cierto que China, India y Turquía han incrementado su comercio con Rusia, pero sin llegar a sustituir el monto de las exportaciones de gas y petróleo a Europa, 2 y también porque están adquiriendo energéticos rusos a precios castigados hasta por 35%Europa padece de una inflación elevada, de 9% en promedio, por la considerable reducción de las compras de gas, granos y fertilizantes. Esto redujo la tasa esperada de crecimiento de Europa a 2.6% promedio en 2022, con Alemania en una situación menos favorable, con su PIB cayendo hasta un 0.3% en el año.
El principal efecto para Europa está en la necesidad de cambiar la procedencia de sus energéticos desde regiones no rusas, lo cual requerirá de cuantiosas inversiones: lo que antes llegaba por gasoductos desde el Este, en el corto plazo lo hará en barcos en la forma de Gas Natural Licuado (GNL), 3 pero esto no resolverá el problema en el futuro.
Para Putin, con su ejército en malas condiciones, la solución ideal en este momento sería que Rusia se quedara con los territorios conquistados (que él llama “liberados”), a cambio de un acuerdo de paz. Pero esto es inaceptable para Ucrania porque significaría premiar al malandro con una buena parte de territorio ucraniano (además de Crimea, que tomaron en 2014), lo cual sería presentado como un triunfo decisivo para Putin. Esta salida, además, no garantizaría una nueva agresión en el futuro, una vez que los rusos se vuelvan a hacer militarmente fuertes. Nadie sabe cómo terminará esta guerra.
1 Ver; Is Russia Winning The Economic War? de Patrick Boyle en YouTube, septiembre de 2022. Boyle cita datos de un estudio sobre la economía rusa hecho por la Universidad de Yale.
2 Antes de la invasión, Europa dependía en un 46% promedio de las importaciones de gas ruso, mientras que Rusia vendía el 83% de su producción de gas a Europa. Tampoco para Rusia será fácil cambiar estos flujos. 3 El gas natural debe ser limpiado y comprimido a bajas temperaturas, transportado en barcos fríos y luego regasificado en plantas especiales. Todo esto requiere de nuevas inversiones. Los principales exportadores de GNL son EE UU, Australia, Qatar y Azerbaiyán.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, Qatar 2022 y muchas opciones más.