Rafael Villegas Patraca y Miguel Rubio Godoy

Desde su fundación hace 45 años, el Instituto de Ecología, A.C. (INECOL), ha fomentado la conservación y el uso adecuado, sustentable de los recursos biológicos de la nación. De hecho, en su etapa temprana a mediados de los 1970s, el INECOL impulsó la creación de las primeras dos Reservas de la Biosfera en México, en Mapimí y La Michilía, ambas en Durango; y también hizo la primera manifestación de impacto ambiental en el país, promoviendo buenas prácticas y limitando los impactos ecológicos de los proyectos de desarrollo e infraestructura.

Esta filosofía fundacional que busca una manera armónica de equilibrar las necesidades humanas y la imperiosa obligación de considerar y proteger la riqueza biológica y el entorno, la hemos mantenido a lo largo de los años y aplicado invariablemente en los distintos proyectos que hemos apoyado; entre otros, el desarrollo de las granjas de energía eólica o la reforestación de canteras y minas; la documentación de apoyo para la declaratoria de protección de varios humedales y manglares como sitios Ramsar o el decreto del Parque Nacional Revillagigedo, la mayor reserva marina en Norteamérica; o el Programa de Ordenamiento Ecológico Regional de Xalapa, que propone una hoja de ruta para fomentar el desarrollo a mediano plazo de la capital de Veracruz y sus 10 municipios vecinos y al mismo tiempo procura garantizar la viabilidad ecológica de la zona metropolitana. Esta indeclinable convicción de promover una manera respetuosa de utilizar el patrimonio natural del país es lo que el Instituto de Ecología, A. C. aporta al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), con quien acabamos de firmar un convenio de colaboración para realizar de manera conjunta actividades académicas, de capacitación, investigación e innovación en el ámbito ambiental, científico, tecnológico, socioeconómico y cultural para apoyar el proyecto del Tren Maya.

En el marco de este convenio de colaboración, ya se está apoyando a FONATUR con una asesoría en gestión ambiental para cumplir cabalmente con lo establecido en la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente y su Reglamento en materia de Impacto y Riesgo Ambiental, y así obtener los permisos que otorga la autoridad competente (SEMARNAT) para la implementación de la Fase I del proyecto Tren Maya. Esta asesoría la está proporcionando el INECOL a través de la Unidad de Servicios Profesionales Altamente Especializados (USPAE) bajo la coordinación general del Dr. Rafael Villegas Patraca.

Concretamente, se está colaborando con FONATUR para fortalecer la Manifestación de Impacto Ambiental modalidad Regional (MIA-R) del Tren Maya, enfocándonos en dos aspectos importantes: 1) la delimitación del Sistema Ambiental Regional (SAR) del proyecto y 2) la descripción de la flora y fauna silvestres distribuidas en la zona de la obra propiamente, así como su área de influencia.

Así, el INECOL aporta al proyecto del Tren Maya los métodos y herramientas que ha diseñado y utilizado durante décadas para caracterizar y, sobre todo, proteger los ecosistemas en diferentes regiones del país. Con orgullo y convicción, el INECOL aporta su conocimiento y experiencia para que este proyecto de desarrollo regional logre su atinado objetivo de generar riqueza y bienestar para todos los habitantes del sureste de México, pero no a costa de su enorme riqueza biológica – compartiendo la experiencia probada de que sí se puede lograr un equilibrio entre el uso sustentable y la conservación de los recursos naturales.

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