Está terminando un año en el que México tuvo que enfrentar muchos problemas y en el que las cifras fueron decepcionantes. El crecimiento económico fue nulo y los datos de inseguridad rompieron récords negativos. Esperemos que el 2020 traiga consigo mejores noticias. Ojalá logremos lo siguiente:

1. Que el debate público discurra con menos insultos y descalificaciones. Se vale disentir, tener puntos de vista diferentes u opuestos, sin que por ello se olvide que todos vamos en el mismo barco y estamos obligados a convivir. Necesitamos hacer un debate público más constructivo y menos proclive al adjetivo descalificador.

2. Que la política de bajo nivel ocupe menos espacio y hablemos más de las políticas públicas que van a sacar adelante al país. ¿Cómo elevamos el nivel educativo de nuestros niños? ¿cómo invertimos más en innovación y desarrollo? ¿cómo disparamos el crecimiento de zonas estratégicas? ¿cómo multiplicamos los empleos bien remunerados en el sector formal de la economía? ¿cómo mejoramos los servicios de salud que recibe la población? Esas son las preguntas que hay que contestar, en vez de seguir encerrados en los dimes y diretes de nuestra pequeña clase política.

3. Que el combate a la delincuencia sea más eficaz. Con tasas del 99% de impunidad es mucho lo que se puede mejorar en la persecución de delincuentes y en la prevención de delitos. Hace bien el presidente al señalar el escaso compromiso de algunos gobernadores en el tema. Deben entrarle en serio, desde lo local. El 92% de todos los delitos que se cometen en México son competencia de las autoridades estatales y municipales: ahí es donde debemos mejorar.

4. Que cuidemos la economía. México ha sufrido varias crisis económicas (1982, 1987, 1994) que nos deberían hacer valorar la fortaleza que ha tenido la economía mexicana en los años recientes; mantener finanzas públicas sanas, hacer un esfuerzo de contención de la deuda pública y mantener a raya el déficit mientras generamos incentivos para la inversión, es algo que debemos tener como propósito compartido para el 2020. La reciente firma del T-MEC puede ser la señal que los mercados estaban esperando para retomar el ritmo de inversiones en el país. .

5. Que la noticia sea la cultura y no los muertos. México tiene un enorme acervo cultural: arquitectura, gastronomía, paisajes naturales, riquezas biológicas por su gran biodiversidad, literatura, muralismo. De eso deberíamos hablar más. La cultura ha demostrado una gran resistencia a todas las crisis y a todos los cambios de gobierno. La fortaleza espiritual de los mexicanos se finca en siglos de reflexiones compartidas y aprendizajes realizados. A veces no le damos la importancia debida a esa parte del país y nos fijamos más en la noticia del día, que suele ser tan efímera como irrelevante.

6. Que sea un año de muchas y buenas lecturas. Hacer de México un país de lectores es un propósito en el que todos debemos sumar. Quienes hayan visto el documental sobre Bill Gates en Netflix se habrán percatado de la enorme relevancia que la lectura tiene en la vida de ese genio de la computación y lo mucho que nos puede ayudar a desarrollar la imaginación y el talento de nuestros jóvenes. Apostemos a los libros y no a las pistolas.

7. Que aprovechemos cada mes, cada semana, cada día y cada minuto del año. El tiempo es la mayor riqueza que tenemos y es, paradójicamente, algo que no se puede comprar con dinero. Cada año nos espera con los mismos 525,600 minutos a todos nosotros. La forma en la que vamos a aprovechar ese tiempo de vida es algo que no está escrito: depende de nuestros deseos y de nuestras voluntades. Pero que nadie se equivoque, el tiempo que malgastamos nunca vuelve. Hay que hacer que cada momento cuente, que tengamos experiencias relevantes y que sea un año, el que está a punto de iniciar, memorable por las mejores razones posibles. Felicidades para todos.


Investigador del IIJ-UNAM.
@MiguelCarbonell
www.centrocarbonell.mx

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