Si ya te decidiste, e incluso si ya registraste tu marca, ¡felicidades! Tomaste la mejor decisión respecto a lo que seguro será el activo más importante y valioso de tu empresa.
El solicitar el registro de tu marca es un gran paso, y en México, uno cada día más sencillo, ya sea a través de tu agente de propiedad intelectual (PI) o personalmente. Hoy por hoy, la presentación de solicitudes físicas en las instalaciones del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) va a la baja, mientras que la presentación electrónica a través de “Marca en línea” acaparó 77% del total de solicitudes presentadas en 2022.
El obtener el registro, sin duda, hay que celebrarlo. ¡Que orgullo! El estado mexicano a través del IMPI te ha concedido la exclusividad por 10 años –prorrogables– para usar y explotar tu marca. El registro es público, pues el mismo se publica en la Gaceta de la Propiedad Industrial para que se sepa que sobre tu marca pesa ese derecho de exclusividad.
Todo orgullo conlleva compromisos. Tratándose de marcas registradas, se traducen en cumplir requisitos legales para conservar la exclusividad comentada. Hay que cumplir con ellos en los tiempos que marca la ley. No debes dejar de usar tu marca por más de tres años; debes declarar que la marca está siendo usada a los tres años de haberse concedido el registro, y si quieres tener la exclusividad por otros 10, debes renovarla en su décimo aniversario.
Sabiendo lo anterior y lo importante que es una marca para su titular, se han presentado en diversas etapas, entidades que, aprovechándose que el registro es público, obtienen datos para mandar comunicaciones a los titulares para que procedan con el pago de cierta cantidad para que el remitente haga tal o cual trámite.
Cabe decir que este fenómeno ya se había presentado con anterioridad. Si bien no ha sido constante, en México se ha presentado por lo menos en tres ocasiones: a principios de este siglo, al comenzar la segunda década, y en los últimos meses.
De igual manera, es de destacar que el fenómeno no respeta fronteras. Así como el IMPI advierte de la situación en su portal en internet, las autoridades de Estados Unidos y de la Unión Europea, entre otras, hacen lo propio. Se advierte a los usuarios que ellas no envían comunicaciones para realizar gestiones; que las únicas tarifas a pagar son aquellas publicadas en los medios oficiales y que los pagos solo deben realizarse en los portales oficiales o en las instituciones autorizadas mediante la línea de captura oficial.
Hay 4 constantes que distinguen a estas comunicaciones: son emitidas por entidades con nombres que dan la apariencia de ser agencias oficiales como pudiese ser “Marcas Globales”, “Agencia Mundial de Marcas y Patentes” y “PROVIMAR (Protección y Vigilancia de Marcas Registradas)”; son dirigidas principalmente a mipymes y a personas físicas; se envían no al domicilio para notificaciones, sino al del titular y, la cuarta, se refieren exclusivamente a marcas registradas.
En México el principal “servicio” que se ofrece es el de publicar tu marca registrada en una base de datos, y por ello debes depositar entre 8 mil y 12 mil pesos. Las personas tras estas comunicaciones se cuidan de no caer en conductas que pudiesen calificarse de fraudulentas. En ningún momento mencionan que registrarán tu marca, y que la publicación se hará en el medio oficial; incluso en letras chiquitas mencionan al IMPI como el encargado de ello.
Por fortuna en esta nueva ola de comunicados engañosos, los titulares de registros ya no caen tan fácilmente. Tienen una mayor cultura en PI, saben de las obligaciones que tienen que cumplir para mantener sus marcas registradas y ante la duda acuden a la autoridad o a sus abogados.
Así como el IMPI te otorga la exclusividad sobre tu marca, es la entidad que en exclusiva tiene esa facultad. Nadie más la tiene. Así que, si recibes una comunicación de un desconocido que te pida depositar una cantidad para llevar a cabo algún trámite, consulta a la autoridad o a un especialista en la materia. No caigas en engaños.
Twitter: @MA_Margain
