Bajo la premisa que la efectiva protección de la propiedad intelectual asegura crecimiento, financiamiento, colaboración y creación de valor, las oficinas europea de patentes (EPO) y la de la Unión Europea de Propiedad Intelectual (EUIPO) presentaron recientemente un estudio sobre el impacto de aquella en el rendimiento de 127 mil empresas de los entonces 28 países miembros, comparando las compañías que mantienen un portafolio de derechos de propiedad intelectual frente a las que no.
Los resultados a la pregunta del ¿cómo influye la titularidad de derechos de propiedad intelectual en el rendimiento económico?, si bien muy interesantes, no causan sorpresa pues se confirman los hallazgos y conclusiones alcanzados en 2019 por cuanto a que las empresas que protegen y utilizan la propiedad intelectual representan 29% de empleos y 45% del PIB europeos.
Al igual que ocurrió en el informe de 2015, en el de 2021 son los ingresos por empleado el factor principal de medición y comparación; en armonía con ello, el factor que versa sobre los salarios también es tomado en consideración. En este tenor, las empresas con al menos un derecho de propiedad intelectual tuvieron más ingresos por empleado, permitiendo con ello salarios más elevados.
Sin importar el tamaño, giro ni nacionalidad, los resultados publicados en 2021 arrojan que los ingresos por empleado de las empresas con portafolio de propiedad intelectual son en promedio 55% más altos que las empresas que no cuentan con él. En esta misma línea, los salarios pagados por el primer grupo son 18% más altos que los de las del segundo.
De entre los tres derechos de propiedad intelectual considerados, los ingresos por empleado de las empresas con al menos una patente son 36% más altos que los de las empresas que no tienen; en lo tocante a diseños y marcas, dichos porcentajes son de 32 y 21, respectivamente.
El estudio abarca todo tipo y tamaño de empresas, desde aquellas de alta tecnología, hasta empresas de ventas minoristas, como pudiesen ser aquellas relacionadas con la alta moda y el segmento de productos de lujo, en los cuales la protección, mantenimiento y explotación de diseños y marcas representan que el valor agregado promedio por trabajador sea 63% y 51% más alto, respectivamente, que aquellas empresas que no los tienen.
Por cuanto al tamaño de empresas, el informe 2021 deja al descubierto una gran área de oportunidad en la cual se debe trabajar: mientras que seis de cada 10 grandes empresas es intensiva en propiedad intelectual, sólo el 9% de las Pymes lo son.
Casi de manera simultánea, la EUIPO publicó un reporte de esta naturaleza sobre México. De los datos arrojados, que corresponden a 2019, se desprende congruencia con el lugar que nuestra economía ocupa en el mundo: Del universo de industrias mexicanas analizadas, por lo menos 54% cuenta y descansa en un derecho de propiedad intelectual; 44.5%, en más de uno y representan una participación en el PIB de 47.8%. La contribución de las empresas intensivas en propiedad intelectual al empleo es de un tercio, y en términos de comercio, en concreto en las exportaciones, es de 70%.
No hay de otra, y los datos así lo indican, nuestra sociedad y economía del conocimiento, tendrá que echar mano y explotar precisamente ese conocimiento protegido, para superar los impactos económicos de la situación actual. Tal como en la crisis de 2008, el uso intensivo de la propiedad intelectual es crucial para superar los impactos económicos del Covid.