Tal como ha ocurrido por más de 30 años, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, mejor conocido como USTR, por sus siglas en inglés, publicó este miércoles 29 de abril el reporte especial 301 en el cual se informan los resultados del proceso de revisión del estado y condiciones de la protección de los derechos de propiedad intelectual en los países socios comerciales de nuestro vecino del norte, para luego, de acuerdo con los hallazgos, calificarlos y clasificarlos en las listas de vigilancia o en la de vigilancia prioritaria.
El reporte 301 no sólo es famoso en el gremio de la propiedad intelectual, sino en muchos sectores de la industria y del comercio, al resultar un instrumento útil en la toma de decisiones de negocios y de inversión. Es por esto que, durante el proceso de revisión, varias agencias gubernamentales, cámaras y asociaciones, locales y extranjeras, son invitadas para manifestarse, opinar y presentar información sobre el sistema de propiedad intelectual y nivel de protección en tal o cual país. De igual manera, sus hallazgos son áreas de oportunidad que hay que aprovechar para fortalecer los sistemas de propiedad intelectual, sean éstos nacionales, regionales o el internacional.
Para este año, el USTR de nueva cuenta coloca a China en la lista de vigilancia prioritaria, al considerar que; no obstante, la existencia de voluntad política y logros alcanzados derivados del acuerdo comercial entre los dos países firmado en enero de este año, hay áreas que reportan avances insignificantes o nulos como, el robo de secretos industriales, la piratería digital y la fabricación y exportación de millones de productos pirata. En la lista prioritaria, conformada por 10 países, encontramos a tres países latinoamericanos: Argentina, Chile y Venezuela.
Con Canadá y otros 21 países, México se ubica en la lista de vigilancia por considerar, entre otros, que el problema de la piratería no sólo persiste sino que se agrava por la infiltración del crimen organizado transnacional y lo lento y tardado de los procedimientos en contra de las violaciones a marcas y patentes. En el reporte se recoge la preocupación por el recorte de recursos en varias agencias gubernamentales.
No obstante, las consideraciones para incluir a México en la lista de vigilancia, se desprenden oportunidades que debemos aprovechar. El 301 deviene oportuno pues, tal como en él se señala, con la entrada en vigor del T-MEC, cuyo capítulo de propiedad intelectual contiene los más altos estándares de protección en el mundo, el sistema se fortalecerá y modernizará. El país se ha adelantado a la implementación del tratado, prueba de ello es la actualización de nuestra normatividad con las reformas de 2016 y 2018, así como la presentación de una iniciativa, y actual discusión en el Senado, de una nueva Ley de la Propiedad Industrial.
Saquemos provecho de las preocupaciones recogidas en el reporte, que obre en favor del sistema. Ocupémoslo, por ejemplo, en concientizar a las autoridades encargadas del presupuesto federal sobre la importancia de la propiedad intelectual y la conveniencia de dotar a las agencias de recursos —o dejar que algunas de ellas usen los propios— para garantizar la adecuada, eficiente, eficaz y expedita protección de los activos de más valor de una empresa. Dejar pasar, y no aprovechar, los señalamientos y recomendaciones, no facilitando o, peor aún, recortando recursos, sería un retroceso con consecuencias negativas para el sistema y por consiguiente para el país.