Por fortuna para el continente, Norteamérica y México, el invitar a Los Angeles a la Propiedad Intelectual (PI) y a la innovación no está en duda ni en suspenso. Su asistencia, lejos de estar condicionada, está confirmada desde el mismo momento en que se planeó y definió la agenda.
No podría ser de otra manera. El lema y temática de la IX Cumbre de las Américas ‘Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo’ confirman que la innovación y la PI, junto con la competitividad, bienestar y Estado de derecho, estarán presentes en los diálogos y en las declaraciones que se lleguen a emitir.
La IX Cumbre, además de la reunión de líderes, comprende otros tres eventos simultáneos y entrecruzados. Dos de ellos auspiciados por la Organización de Estados Americanos, el VI Foro de Jóvenes de las Américas (a cargo del Fideicomiso de Jóvenes Empresarios de las Américas) y el Foro de la Sociedad Civil. El tercero, la IV Cumbre de CEOs de las Américas, auspiciada en conjunto por el Departamento de Estado y la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
Para aprovechar el poder del sector privado, la cumbre de directores ejecutivos de empresas será el foro en el que se discutirá y propondrá a los líderes, soluciones innovadoras para efectivamente generar, en la era post-Covid, crecimiento económico sólido y sostenible. Si se tratarán temas de políticas favorables al comercio, transformación digital, impulso y protección de la creatividad, la presencia estelar de la PI y su sistema es, más que necesaria, obligada.
En materia de PI, Norteamérica tiene mucho que aportar. El capítulo 20 del T-MEC comprende los más altos estándares de protección y defensa de los derechos de PI en el mundo. Y no solo esto, los tres países de la región cuentan con oficinas que se ubican dentro de las 20 más importantes a nivel mundial. La de Estados Unidos dentro de las llamadas IP5 (las 5 grandes); el IMPI, la más grande del mundo hispanoparlante y la más eficiente de Latinoamérica.
Además, los tres países cuentan con esquemas de cooperación en materia de PI entre ellos y hacia otros países. Por su capacidad económica, Estados Unidos se lleva la medalla; Canadá destina un muy buen presupuesto para ello, y México no se queda atrás. Salvo contadas personas –por no haber sido cacareado como debiese– se desconoce que, bajo el programa CADOPAT, el examen de patentabilidad de naciones de Centro, Sudamérica y del Caribe, se realiza en el IMPI sin costo alguno.
No obstante, y por increíble que parezca, en las Américas (con excepción de Estados Unidos y Canadá) la PI no ocupa en las agendas públicas, empresariales y de emprendimiento el lugar que debiese. La subregión LAC (Latinoamérica y Caribe) ocupa el penúltimo lugar mundial en materia de patentamiento y de aprovechamiento de la PI.
Tanto el foro de CEOs, como en su interacción con los líderes, se deben acordar líneas de acción en torno a la protección y explotación a la innovación, en aras de lograr el crecimiento y bienestar que se persiguen en la magna cumbre por iniciar.
Líderes, ministros, CEOs, empresarios, emprendedores, ahora que estén en Los Angeles, tengan presente lo escrito por Mark Twain: “… un país sin una oficina de patentes y carente de leyes apropiadas en este sentido, resulta igual que un cangrejo, que solo puede moverse hacia los lados o hacia atrás”.
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