Si bien no fue sorpresa que el aeropuerto, como cada puente, estaría a reventar, lo que llamó mi atención fue ver en la pantalla informativa, dos vuelos con destino a Doha. Como tenía tiempo, me acerqué a los mostradores donde se estaba llevando a cabo la documentación. Un simple vistazo bastó para apreciar que seguro iba a ver inconvenientes y molestias respecto a tan particular equipaje de mano: sombreros, matracas y otros instrumentos de apoyo.

Para corresponder al esfuerzo del apoyo presencial, exijo, a la selección dar batalla y lo mejor de sí, Deseo que los mexicanos se comporten a la altura. Es Catar y hay que respetar sus reglas, estemos o no de acuerdo con ellas.

¿Y qué de los que nos quedamos? Nada de que lamentarse. Gracias a los derechos de autor, a su comunicación pública y sobre todo al derecho conexo de radiodifusión, gozaremos de nueva cuenta del mundial. Ya sea en nuestras casas, Ya en bares o restaurantes, muchos de los cuales ya no aceptan reservaciones por estar completamente llenos para los primeros juegos de México.

Así como los que fueron a Catar tienen que respetar reglas, los que nos quedamos en México tenemos que respetar otras, por más exageradas, inconvenientes e incomprensibles que estás nos parezcan. Figuran en primer lugar las que protegen los derechos de propiedad intelectual (PI), entre ellas las relativas a los derechos de autor y los conexos.

Tanto a nivel doméstico, como a nivel comercial, no solo hay que estar al corriente en pagos con la compañía que nos proporciona servicio de televisión satelital por suscripción, sino que debemos tener presentes los respectivos contratos. A nivel particular, si se atiende a estos contratos, veremos el por qué tenemos que pagar un extra por ver el evento.

Restaurantes, bares, cantinas, antros y hoteles, deben tener presente el contrato y los conceptos por los cuales se ha pagado. Teniendo en cuenta que en ellos se lucrará con la exhibición de los partidos, es muy importante revisar y confirmar los términos pactados y si efectivamente lo pagado corresponde lo que se ofrecerá y proveerá al consumidor.

No hay duda alguna que el lucro está presente. Varios establecimientos cobrarán un “cover” por ver tal o cual partido (lucro directo). Muchos otros, aun no cobrándolo, verán incrementadas sus ventas en alimentos y bebidas, actualizándose el lucro indirecto.

Ante el lamento de muchos restauranteros y propietarios de bares respecto a las reglas sobre derechos de autor y conexos, y al pago de regalías, no queda de otra más que acatarlas y pagar.

He platicado con propietarios de este tipo de lugares, e incluso con directivos de asociaciones que los agrupan. Les he insistido que estén en regla, que paguen lo que corresponde y que el tratar de meter goles estando fuera de lugar puede traer consecuencias mucho más graves a que les anulen el gol.

“Fair play”, juego limpio, es lo que se quiere. Respetemos y paguemos por los derechos de autor y conexos; es lo justo. No vale la pena arriesgarse a que el IMPI saque tarjeta roja y clausuré un establecimiento. Estar fuera de lugar puede acarrear sanciones millonarias, en atención a los parámetros establecidos recientemente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación relativos a los daños ocasionados por la violación a los derechos de autor y conexos

Todo el éxito a nuestra selección. Espero una actuación tan espectacular como la que han tenido el IMPI y nuestro Máximo Tribunal a favor del respeto y pago justo de los derechos de autor y derechos conexos.

Consultor especialista en protección de innovación y propiedad intelectual, socio en Pérez Correa González Asociados
Twitter: @MA_Margain

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