Como en años anteriores, con mi primer artículo del año, dedico 12 uvas al crecimiento y fortalecimiento del sistema de propiedad intelectual (PI). El 2023 no es la excepción.

El sistema de PI mexicano se lleva la primera uva. Deseo que cada día, más personas se beneficien de él; que se fortalezca –cuantitativa y cualitativamente– y para que la PI ocupe el lugar prioritario que le corresponde en las agendas públicas, privadas académicas y sociales.

Es increíble, que hoy por hoy, muchos empresarios se preocupen de la PI hasta que enfrentan un problema. De igual manera, es vergonzoso que instituciones de educación superior públicas y privadas, tengan a la materia de PI como optativa en derecho y, peor, ni siquiera la contemplen en ingeniería, administración, mercadotecnia y diseño.

La segunda uva es para el IMPI. Deseo que siga el buen rumbo y la labor destacable –y comprobable– que ha tenido a lo largo de 29 años. Hago extensivos mis parabienes a su nuevo Director General, quien seguramente tiene presente que, manteniendo al gran equipo de especialistas bajo su mando, el éxito y las buenas cuentas a rendir serán fáciles de conseguir.

La tercera, es para el Ejecutivo Federal. Es urgente la expedición del Reglamento de la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial. Resulta increíble que a 2.5 años de su publicación, se siga utilizando el reglamento de la ley abrogada. ¡Se trata de dedicar uvas, no pasas!

Con la cuarta –más que uva, pasa– deseo que, a la brevedad, se nombre al Director General del INDAUTOR. Es increíble que una institución que ha eficientizado sus trámites para proteger la creatividad y cultura en México no cuente con uno. Una vez más lo escribo: No hay que buscarle, en el propio instituto se encuentra la persona ideal para dirigirlo.

Siguiendo con las pasas –perdón, uvas– con la quinta deseo que la Suprema Corte se apure en pronunciarse respecto a la constitucionalidad de las reformas a la ley autoral y al Código Penal Federal para proteger los derechos de autor en el entorno digital y que emanan de los compromisos T-MEC.

La sexta también es para la Corte. Deseo que el Pleno ya no posponga la discusión y votación en torno a la constitucionalidad del artículo 151 fracción I de la Ley de la Propiedad Industrial. Es menester, en aras de la seguridad jurídica, tengamos a la brevedad una de las decisiones más importantes en materia de marcas en la historia del país.

Las uvas 7 y 8 van para organismos internacionales. La 7 para la OMPI, deseando que siga con su gran labor en el manejo del sistema internacional de PI y que, para ello, cuente con una mayor participación de mexicanos. La 8 para la OMC, y en especial para que, con base en el posicionamiento de México y Suiza, haga un estudio serio y tan extenso como sea necesario para confirmar que las patentes, lejos de limitar y entorpecer el proceso de vacunación, son importantes y necesarias para contar con ellas.

Con la 9 reafirmo mi deseo de explotar las denominaciones de origen e indicaciones geográficas ya declaradas, antes de estar sumando más. Trabajemos en lo que tenemos; explotémoslas, con todo lo que ello implica.

Oportuna la décima uva para el Legislativo. Deseo que, ahora que se están discutiendo reformas en materia de ciencia y tecnología, e incluso una posible nueva ley, no se olvide a la PI. Con ella no solo se protegen los frutos de la innovación y creatividad, sino que proporciona las herramientas legales para explotarlos.

Con la uva 11 deseo que los derechos de PI sean respetados por todos y cada uno de los mexicanos en todo momento, y que no solo se tenga presente su observancia cuando ello implique primeras planas, artículos, columnas, no por el hecho de respetarlos, sino para atacar o exhibir. A la PI se le debe respetar siempre.

La última uva la dedico al nuevo Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de la Propiedad Intelectual (AMPPI). Estoy seguro de que, bajo la batuta de Alejandro Luna, se hará el trabajo necesario para fortalecer el gran, pero subutilizado, sistema de PI de México.

¡Feliz 2023!

In memoriam al Dr. Modesto Seara Vázquez, por su contribución a la doctrina jurídica mexicana, y por la creación y dirección del Sistema de Universidades de Oaxaca, único en el mundo y del cual poco se conoce.

Consultor especialista en protección de innovación y propiedad intelectual, socio en Pérez Correa González Asociados 
Twitter: @MA_Margain 

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